Cuando el conductor llegó al bungaló, Elliot salió del coche.

Ruby, con un vestido rojo brillante, salió inmediatamente por la puerta. "Elliot, ¿cómo fue tu revisión?".

"Nada fuera de lo normal. El médico solo me ha dicho que descanse más", respondió Elliot.

Ruby enganchó el brazo de Elliot mientras entraban en el salón. "¡Entonces no deberías esforzarte demasiado! Si no puedes comentárselo a mi padre, ¡puedo decírselo yo! Mi papá no puede obligarte a esforzarte demasiado. ¡Eres más importante para mí que cualquier cosa en este planeta!", exclamó Ruby.

"Ruby, ¿por qué estás vestida tan magnífica hoy?", preguntó Elliot, cambiando el tema en cuestión.

"¡Hay un invitado sorpresa hoy! No puedo decirte quién es, pero pronto lo sabrás", explicó Ruby.

"Pronto será tu cumpleaños. ¿Qué quieres de regalo?", preguntó Elliot.

Ruby se sonrojó y dijo: "No puedo decir explícitamente lo que quiero, pero me gustará cualquier cosa que me regales".

Ruby siempre había conseguido que Elliot se sint