Elliot miró a Avery, que había caído al suelo en seco.

La mirada condescendiente y arrogante del hombre hizo que ella recordara la vez que se conocieron muchos años atrás.

En aquel entonces, él acababa de despertarse del coma. Era frío y despiadado con quien fuera, tal como era en ese momento.

¿Por qué era así? La trataba como si fueran extraños.

No. No la trataba como a una extraña. La trataba como si fuera su enemiga. Pensaba que toda su pérdida se debía a ella. Él había dicho que quería que ella pagara el doloroso precio.

De repente, Avery sintió curiosidad por saber cómo iba a hacerle pagar.

Él apartó su fría mirada de ella y se alejó. Cuando el hombre pasó junto a ella, ¡una ráfaga de viento lo siguió!

¡La brisa nocturna fue como una bofetada en la cara de la mujer! La hizo arder de dolor.

Avery pensó dolorosamente que si ella iba a morir pronto, tal vez él ni siquiera la miraría.

Poco después, el guardaespaldas se acercó corriendo y levantó a Avery.

"¡Señorita Tate! ¿Es