“No creo que la razón por la que Elliot no quiera ver a Avery sea porque esté molesto…”, dijo Jun. “Su guardaespaldas me dijo que tenía la cara cubierta de rasguños por la caída. Dudo que alguien tan orgulloso como él quiera que alguien lo vea en ese estado”.“¡Así que es por eso! Tengo que decírselo a Avery antes de que piense demasiado en las cosas”, dijo Tammy y luego le envió a Avery un mensaje de texto contándole lo que acababa de escuchar de Jun.Avery se limitó a responder con un emoticón sonriente.Tammy: [El cumpleaños de Elliot se acerca en un par de semanas. ¿Has pensado en lo que le vas a regalar?].Avery: [Todavía no. No sé qué regalarle].Tammy: [Ya que está haciendo frío, ¡deberías intentar tejerle un suéter!].Avery: [¿Hablas en serio? ¡¿Quién usa suéteres tejidos ahora?!].Tammy: [Hazlo. A los hombres les gustan esas cosas].Avery: [¡El problema es que no sé nada de tejer!].Tammy: [¡La gente que vende el hilo te enseñará! O podrías buscar tutoriales en Intern
“Le receté algunos medicamentos para ayudarlo, pero no los quiere tomar”, dijo el doctor con el ceño fruncido. “No mejorará si sigue rechazando la ayuda”.“Hablaré con él mañana”, dijo Rosalie.“Escuché que solo le hace caso a la señorita Avery. Tal vez deberíamos…”.“¡Claro que no!”, soltó Rosalie furiosa. “Ella es la razón por la que mi hijo está así. ¡Esa mujer solo trae mala suerte!”.El doctor no refutó.Su única responsabilidad era la salud de Elliot.“Sé que no querías ponerte de su lado…”, dijo Rosalie mientras intentaba llegar rápidamente a un acuerdo. “Veamos si me escucha mañana”.Ella solo esperaba la pronta recuperación de su hijo.Todo lo demás podía esperar.…Después de ducharse, Avery se acercó a la ventana y miró al exterior.La nieve en el suelo parecía una capa de polvo plateado que iluminaba la noche.Sintió que una extraña compulsión crecía dentro de ella.Tomó el teléfono y deseó con todas sus fuerzas llamar a Elliot.Quería oír su voz.Después de
“Sí, señor”, respondió Chad.Poco después, una taza de café fue colocada frente a Elliot.Cuando Chad salió de la oficina, se topó con Chelsea, quien venía de camino.No llevaba maquillaje y su rostro se veía inusualmente demacrado.Chad se acercó a ella con la intención de hablarle, pero al final no dijo nada.Chelsea entró a la oficina de Elliot y cerró la puerta tras ella.“Lo siento, Elliot”, dijo ella con voz ronca mientras se ponía delante de él. “Todo esto fue obra de mi hermano. Sabía que aún te estabas recuperando, así que te hizo subir esa colina. Es una colina especialmente empinada. Normalmente, nosotros no subimos a ese lugar. Él te quería muerto”.Elliot miró en silencio el rostro pálido de la mujer y luego dijo: “Lo sé”.“Lo siento. Él no se disculpará contigo. Ya se fue del país”, dijo ella a través del nudo en la garganta. “Por favor, perdona a mi familia, Elliot. Mi padre está envejeciendo y me temo que no podrá soportar la reacción. Si tienes que castigar a a
Elliot mentía descaradamente, pero Ben no sabía cómo responderle.De todos los años que se conocían, Ben nunca había visto a Elliot con un suéter.Aunque tal vez un suéter que Avery tejiera para él era mucho más significativo que uno comprado con dinero.“Tu mamá me llamó diciendo que tu sobrino fue dado de alta del hospital”, dijo Ben. “Quiere que vayas a cenar a casa esta noche”.“Eso me lo puede decir ella misma”, dijo Elliot.“¿Ella te ha molestado recientemente? Fue muy cautelosa cuando habló conmigo antes. No te enfades con tu madre, Elliot. No hay nada como el amor de una madre en este mundo…”.“Por favor, deja de hablar”.Ben se echó a reír.“¿Quieres volver a la vieja mansión para cenar con Avery?”.Elliot pensó un momento y luego dijo: “¿No dijiste que ha estado ocupada tejiendo?”.“¡Cierto! Solo queda una semana. Me pregunto cómo le estará yendo”.…Cuando Elliot llegó a la vieja mansión esa noche, Rosalie estaba desbordando alegría.Todos los demás, en cambio,
El anterior encuentro de Cole con los usureros había obligado a Henry a soltar una gran suma de dinero.“Ya que Elliot se ofrece, ¡acéptalo!”, intervino la esposa de Henry, Olivia. “Aquí todos somos una familia. No hay necesidad de ser tan formal con Elliot”.Henry se sonrojó. Tomó el cheque y dijo: “No hace falta que vuelvas a hacer esto, Elliot”.“Ya terminé de comer”, dijo Elliot. “Ya me voy”.Rosalie se levantó y lo acompañó a la salida.Cuando salieron de la casa, el tenedor de Cole cayó pesadamente al suelo.“¡Papá! ¡¿Por qué aceptaste su dinero?!”.Se sentía humillado.Odiaba que le dieran dinero como si fuera una caridad.“¿Cómo te atreves, pedazo de m*erda sin carácter?!”, rugió Henry furioso. “¡Devuélveme todo el dinero que he gastado para liquidar tus préstamos si puedes!”.Olivia se unió a su esposo para reprender a su hijo y dijo: “Puede que tu tío nos menosprecie, ¡pero no hay razón para que no aceptemos dinero gratis! ¿Sabes cuánto nos acaba de dar? Ochocientos
Elliot miró la cara de Avery y luego dijo con voz ronca: “Gracias”.El suéter le resultaba más cómodo y cálido de lo que esperaba.Ella se sorprendió de lo bien que le quedaba.No podía decidir si era la calidad del suéter o si simplemente era tan guapo.Ella tomó la bolsa de papel y sacó una caja de regalo.“También te compré esto por si no te gustaba el suéter”, dijo ella.Elliot se quedó mirando la caja que tenía en la mano.“Es un encendedor”, explicó Avery rápidamente. “No sabía qué más regalarte, así que compré esto. Es práctico y probablemente te sirva, pero no deberías fumar demasiado. Es malo para ti”.Luego puso la caja en manos de Elliot.Él abrió la caja, sacó el encendedor y prendió una chispa.“No soy un fumador empedernido”, dijo con voz sensual. “Solo fumo cuando estoy estresado”.Las cejas de Avery se alzaron con sorpresa mientras decía: “Siempre estabas fumando cuando vivía en tu casa”.“Eso es porque siempre me volvías loco”, respondió él.Avery no tenía
“No tengo ni idea”, dijo Elliot. “No te preocupes por ellos”.“¡Llevemos uno más grande, entonces!”, dijo Avery. “¿Diez pulgadas, tal vez?”.Elliot se volteó para mirar a la dependienta y dijo: “Diez pulgadas”.“Por supuesto. ¿Están en una cita? Se ven muy bien juntos”, dijo la dependienta con una sonrisa.Una oleada de vergüenza se apoderó del rostro de Avery e hizo que su piel de porcelana se tiñiera de rojo rubí.Por otro lado, Elliot echó un vistazo a los postres en exhibición y preguntó: “¿Quieres escoger algo más para llevar a casa?”.“Así está bien…”, respondió Avery.“Adelante, escoge algo para tu madre”.Cuando Avery notó el sonrojo en las mejillas de Elliot, se rio para sí misma y luego dijo: “¡Claro! Le llevaré algo”.Salieron de la pastelería una hora después.Elliot sostenía el pastel con una expresión de inquietud en su rostro.No había mucha gente en la calle.El clima estaba frío, pero el calor que lo rodeaba lo ayudaba a combatir el frío.Cuando llegaron a
Poco después, Elliot abrió los ojos y sopló las velas del pastel.Las cortinas se corrieron y la luz volvió a llenar el salón.“¿Qué deseaste, Elliot?”, preguntó Ben con una sonrisa.“¿Siempre le revelas tus deseos de cumpleaños a la gente?”, replicó Elliot.La sala se llenó de carcajadas.Elliot cortó un pedazo de pastel y lo colocó frente a Avery.“Deberías comerte el primer pedazo”, dijo Avery mientras le devolvía el pastel.“No puedo comer tanto”, respondió él.Él tomó un tenedor, le dio un bocado al pedazo de pastel y se lo devolvió a Avery.Era como si estuvieran inmersos en su propio mundo, separados del resto de los presentes.El público comenzó a rugir y a burlarse de ellos.“¿Debemos empezar a llamar señora Foster a la señorita Tate desde ahora?”.“¿Por qué no lo intentas? ¡No creo que al jefe le importe!”.“¡Ja, ja, ja! A la señorita Tate tampoco le importaría, ¿no es así?”.…Avery estaba tan avergonzada e incómoda que sus orejas y su nuca se pusieron rojas.