Elliot miró la cara de Avery y luego dijo con voz ronca: “Gracias”.El suéter le resultaba más cómodo y cálido de lo que esperaba.Ella se sorprendió de lo bien que le quedaba.No podía decidir si era la calidad del suéter o si simplemente era tan guapo.Ella tomó la bolsa de papel y sacó una caja de regalo.“También te compré esto por si no te gustaba el suéter”, dijo ella.Elliot se quedó mirando la caja que tenía en la mano.“Es un encendedor”, explicó Avery rápidamente. “No sabía qué más regalarte, así que compré esto. Es práctico y probablemente te sirva, pero no deberías fumar demasiado. Es malo para ti”.Luego puso la caja en manos de Elliot.Él abrió la caja, sacó el encendedor y prendió una chispa.“No soy un fumador empedernido”, dijo con voz sensual. “Solo fumo cuando estoy estresado”.Las cejas de Avery se alzaron con sorpresa mientras decía: “Siempre estabas fumando cuando vivía en tu casa”.“Eso es porque siempre me volvías loco”, respondió él.Avery no tenía
“No tengo ni idea”, dijo Elliot. “No te preocupes por ellos”.“¡Llevemos uno más grande, entonces!”, dijo Avery. “¿Diez pulgadas, tal vez?”.Elliot se volteó para mirar a la dependienta y dijo: “Diez pulgadas”.“Por supuesto. ¿Están en una cita? Se ven muy bien juntos”, dijo la dependienta con una sonrisa.Una oleada de vergüenza se apoderó del rostro de Avery e hizo que su piel de porcelana se tiñiera de rojo rubí.Por otro lado, Elliot echó un vistazo a los postres en exhibición y preguntó: “¿Quieres escoger algo más para llevar a casa?”.“Así está bien…”, respondió Avery.“Adelante, escoge algo para tu madre”.Cuando Avery notó el sonrojo en las mejillas de Elliot, se rio para sí misma y luego dijo: “¡Claro! Le llevaré algo”.Salieron de la pastelería una hora después.Elliot sostenía el pastel con una expresión de inquietud en su rostro.No había mucha gente en la calle.El clima estaba frío, pero el calor que lo rodeaba lo ayudaba a combatir el frío.Cuando llegaron a
Poco después, Elliot abrió los ojos y sopló las velas del pastel.Las cortinas se corrieron y la luz volvió a llenar el salón.“¿Qué deseaste, Elliot?”, preguntó Ben con una sonrisa.“¿Siempre le revelas tus deseos de cumpleaños a la gente?”, replicó Elliot.La sala se llenó de carcajadas.Elliot cortó un pedazo de pastel y lo colocó frente a Avery.“Deberías comerte el primer pedazo”, dijo Avery mientras le devolvía el pastel.“No puedo comer tanto”, respondió él.Él tomó un tenedor, le dio un bocado al pedazo de pastel y se lo devolvió a Avery.Era como si estuvieran inmersos en su propio mundo, separados del resto de los presentes.El público comenzó a rugir y a burlarse de ellos.“¿Debemos empezar a llamar señora Foster a la señorita Tate desde ahora?”.“¿Por qué no lo intentas? ¡No creo que al jefe le importe!”.“¡Ja, ja, ja! A la señorita Tate tampoco le importaría, ¿no es así?”.…Avery estaba tan avergonzada e incómoda que sus orejas y su nuca se pusieron rojas.
En la puerta de la habitación de invitados, Avery dijo: “Te llevaré al salón. Después puedo volver aquí a descansar. Me reuniré con ustedes cuando me despierte”.Elliot entró a la habitación y dijo: “Yo también estoy cansado”.Avery se sorprendió.“¡No has comido nada! Deberías ir a comer…”.“Olvídalo. Descansa un poco”.¿Cómo podría Avery olvidar esto?No se sentía bien por dejarlo morir de hambre en su cumpleaños.Ella se apresuró a volver al salón privado para conseguirle a Elliot algo de comer.Todos los presentes la ayudaron con gusto.“¡Lleve más carne, señorita Tate! Tiene que asegurarse de que se la coma toda. Ha perdido mucho peso después de su accidente”.“¡Le encargaremos al jefe a usted, señorita Tate! ¡Cuídelo por nosotros!”.“Descanse un poco después de comer, señorita Tate. ¡No la molestaremos en absoluto!”.…Avery salió del salón con las mejillas sonrojadas y volvió a la habitación de invitados con una bandeja de comida.Elliot estaba enviando un mensaje
El estruendo de un disparo atravesó la noche, seguido inmediatamente por el sonido de los neumáticos de un coche que se detenía con un chirrido.Avery sintió que sus tímpanos estaban a punto de estallar mientras se aferraba con fuerza a Elliot.Las lágrimas corrían por su rostro mientras su cuerpo temblaba sin control.Los neumáticos del sedán negro habían estallado.Se había desviado y se había estrellado contra el puesto de algodón de azúcar en el que Avery había comprado el suyo.Elliot abrazaba a Avery mientras observaba el coche con el rabillo del ojo.Alguien estaba tratando de matarlo, pero había fallado.Entonces llegó el sonido de otro disparo.Esta vez el arma había apuntado al asiento del conductor.Avery y Elliot se vieron rodeados de gritos de terror mientras la gente se dispersaba y buscaba refugio del peligro.La piel de Avery estaba fría al tacto.Elliot le acunó la cara entre las manos, miró fijamente su rostro temeroso y dijo con voz ronca: “No tengas miedo
Avery dejó su teléfono sobre la mesa.De repente, sintió la boca seca, así que tomó el plato de sopa que le había pasado Ben.Ben golpeó la mesa y luego dijo: “¡Oigan! ¿Creen que no sabemos que se están enviando mensajes de texto en secreto en este momento?”.Avery temía que Elliot soltara algo impactante, así que dijo rápidamente: “¡Los dos estamos llenos ahora, así que nos vamos a casa!”.“¡Claro! Nosotros también estamos llenos… ¡Llenos de ver su muestra de afecto!”, bromeó Ben.…Rosalie se enteró de la noticia del intento de asesinato de Elliot y se apresuró a ir a la mansión de los Foster.Su expresión se volvió fría al ver a Avery.“¡Cuando el señor Foster estaba a punto de ser atropellado por el coche antes, la señorita Avery se lanzó sobre él y lo envolvió en sus brazos!”.El guardaespaldas había presenciado toda la escena y se sintió obligado a informar a Rosalie de lo que había visto.“Si no hubiera disparado sus neumáticos, el coche se habría estrellado contra ell
“Puedo hacerlo solo”, respondió Elliot en tono tranquilo. “Sin embargo, puedes ayudarme si te preocupa”.Avery sentía que acababa de cavar su propia tumba.Por supuesto, le preocupaba que Elliot se ocupara de sus necesidades higiénicas por sí mismo, pero ¿cuál era la diferencia entre que ella le diera una ducha y que se duchara con él?Entraron a la habitación y ella cerró la puerta tras ellos.“¿Podrías pasarme el bastón, por favor?”, preguntó Elliot en voz baja y profunda.Avery estaba a punto de preguntarle dónde estaba el bastón cuando lo vio y se lo entregó.Elliot sujetó el bastón y lo utilizó como apoyo mientras luchaba por pararse de la silla de ruedas.“¿Estás bien?”, preguntó ella asustada.“Estoy bien. Me he estado duchando solo durante los últimos días”, respondió él con un toque de humor en su voz. “¿Te asusté?”.Avery se sonrojó y luego dijo: “¿Me estás molestando a propósito?”.“Solo quería ver tu reacción”, dijo Elliot y luego se dirigió al baño.Ella seguía
Avery volvió a entrar a la habitación con un botiquín en la mano.Se arrodilló junto a las piernas de Elliot y empezó a quitarle las vendas a las heridas.Sus heridas eran más graves de lo que había imaginado.Le faltaba un gran pedazo de piel en la pierna, lo que dejaba ver la carne roja y sangrienta que había debajo.¡Debía de estar en agonía!Elliot apenas se movió mientras Avery trataba y vendaba sus heridas.Él notó que la respiración de la mujer se había vuelto pesada.“Se ve peor de lo que es. No me duele”, dijo el hombre con una voz que atravesaba el silencio.Quería hacerla sentir mejor, pero ella no quería su falso consuelo.Avery le pinchó la herida con el dedo, lo cual hizo que Elliot inhalara bruscamente.“Vuelve a decirme que no te duele”, dijo ella mientras lo miraba con los ojos enrojecidos.Elliot colocó los brazos detrás de él, luego entrecerró los ojos y dijo: “No me duele”.Apostó por que ella no volviera a hurgar en su herida.Ver el dolor del hombre h