Mientras Paul estaba afuera haciendo su llamada, Ana siguió su indicación y comenzó a recorrer la casa que era tan increíblemente grande que no sabía por donde empezar. Lo primero al ingresar por la puerta principal, era la maravillosa sala de estar, cuyo punto focal era la majestuosa chimenea que estaba en la pared frente a la puerta. Seguían los sofás que realmente eran hermosos, de aspecto victoriano y junto al resto del mobiliario y decoraciones, no tenía nada que envidiarle al salón de un palacio, sólo que a menor escala.Había dos corredores, uno ubicado a cada lado de la chimenea, así que optó por el de la derecha para continuar su reconocimiento. Para comenzar, notó cuatro puertas sobre la pared de la derecha y sólo una puerta doble a la mitad de la pared de la izquierda. Al entrar vió que se trataba de un gran comedor con el mismo nivel de lujo y belleza del salón o sala de estar, también notó otra puerta exactamente igual justo en la pared de enfrente, al otro lado de gran m
Mientras Ana se iba a su habitación, Paul salió nuevamente fuera de la casa para llamar a Marc, debía informarle de las últimas novedades y recibir sus nuevas indicaciones. No sabía que pensar con rescpecto a las sospechas de Ana y mucho menos que sería lo que Marc decidiría hacer al respecto por lo que fue lo primero que le comentó. Marc: ..."Hey Paul, hasta que llamaste!!!!! Cómo va todo por ahí? Ya he hablado con la señora Jung y le he dado todas las indicaciones a seguir desde mañana por la mañana... pero dime, cómo ha ido todo?"... Paul: ..."Ok, en general todo marchó muy bien hasta hace unos momentos. Quiero decir, enloqueció de admiración en cuanto llagamos y recorrió la casa, con respecto a eso... debo decir que ciertamente, la conoces bastante bien, tal y cómo predijiste, ella tomó la habitación que preparaste especialmente. En principio, alabó cada pequeño detalle, tiene bastante conocimiento en decoración pero, con respecto a la habitación que tomó, dijo que no entendía m
Al llegar la mañana, traía consigo el sol más cálido y espectacular que había visto en mucho tiempo. Luego de tomar una ducha y vestirse, abrió la ventana de la habitación que tenía una vista increíble del bosque que rodea la casa, se recogió el cabello en una cola larga y salió en dirección a la sala de estar.Cuando pasó la puerta, sobre la mesa de café, se encontraban un montón de platillos, una taza térmica con café, frutas y frutos secos.Al acercarse más, no pudo evitar pensar:Ana: ..."Ésto... es para... miiiiiiiiii?!!!!!!!! Pero que estaban pensando? Acaso me han visto cara de pasar hambre?... Ok ok ok, es lo de menos, simplemente comeré algo y saldré con mi cámara a hacer un reconocimiento del área, quiero tener al menos un esquema que presentar al cliente en cuanto llegue"...En ese momento, entró una mujer mayor que para su sorpresa, hablaba español.Sra Jung: ..."Buenos días señora, soy la sra. Jung, ama de llaves y espero que haya disfrutado de su desayuno "...Ana: ..."Oo
Nada podría haberla preparado para eso, cuando vió su rostro, comenzó a desesperarse, a perder el control. Se sintió engañada, estafada y manipulada. Cómo podía ser que la engañaran de esa forma, hasta Hana que era como una hermana menor para ella, confiaba ciegamente en ella y ella la había traicionado. Haciendo su mejor esfuerzo por no ser escuchada, mordió su lengua para evitar decir nada en voz alta mientras retrocedía caminando para atrás sin recordar que estaba a una altura de cuatro escalones, por lo que al llegar al borde, cayó al suelo sobre su espalda, dando un ahogado grito de dolor. Obviamente, Marc escuchó y salió corriendo temiendo que se hubiera hecho daño. Marc: ..."Por Dios... Ana, estás bien? Te has hecho daño en alguna parte?"... Ana: ..."Tuuuuuuuuu... aléjate de mi, no te atrevas a tocarme. Cómo es que estás aquí?"... tirando manotazos al aire para evitar que él la tocara. Marc: ..."No iré a ningún sitio sin asegurarme de que estás bien y no te has hecho ningún
Una vez que iniciaron el camino de regreso hacia la casa, ambos comenzaron a relajarse. Sus expresiones habían pasado de ser de amargura y desesperación a una esperanzadora. Al llegar, la cena se encontraba servida en la mesa de café de la sala de estar, Marc había dado indicaciones para que así lo hicieran, pensó que sería más acogedor cenar sentados sobre cómodos almohadones frente a la chimenea. No hizo poner velas en la mesa porque no quería que Ana pudiera sentirse presionada, ya era mucho más de lo que esperaba lograr el primer día, ahora solo esperaba que pudieran hablar tranquilamente y encontrar una solución a su situación. Ana: ..."Oooooh waaaaaw, esperas invitados? Porqué otra vez tanta comida, de veras me veo cómo alguien tan falto de comida?"... Marc: ..."Jajajaja, noooooo, no es eso, sucede que así es como acostumbramos a hacer las cosas aquí. Siempre veras abundante comida en nuestras mesas ya que luego, las sobras son las que comemos en el desayuno. Digamos que es ha
Eran casi las seis de la tarde y ambos se habían quedado dormidos más de lo esperado. El sol ya comenzaba a bajar cuando Marc despertó, saltó de la cama, se cambió de ropa y salió corriendo a buscar a Ana a su cuarto. Ella también se había dormido, el stress que había pasado los últimos tres días habían dejado huella y no pudo evitarlo. Cuando Marc llamó a su puerta, estaba terminando de peinarse el cabello, dejó el cepillo sobre el tocador y abrió la puerta. Se miraron por un momento y una explosión de chispas de una mezcla de amor y ternura brotaba de sus ojos, aunque Ana estaba asustada, no podía negar que, a pesar de lo mucho que había luchado contra ello, finalmente tenía que admitir que se había enamorado de él. Marc por su lado, nunca había tenido dudas acerca de sus sentimientos por ella, por lo que en ningún momento había perdido la esperanza de que ella aceptara y enfrentara los suyos también. Volviendo en si de repente, Marc la tomó de la mano y la animó a salir del la ha
Poco a poco, Ana fue relajándose por completo, comenzó a jugar con sus dedos entre el cabello dorado y sedoso de él, lentamente, comenzó a moverse en forma rítmica frotándose sobre su zona íntima, tanto que Marc empezó a sentir que si ella continuaba así, podría perder el control sobre sí mismo y de repente, su mente le mostró que, muy probablemente, todo lo que había soñado desde que supo que la amaba se volvería real.Marc comenzó a acariciarle la espalda por debajo de su blusa y el contácto con su cálida piel hizo que sintiera que le faltaba el aire por un momento. La alejó levemente para poder ver directo a sus ojos e intentar leer lo que pensaba al respecto, quería estar seguro de no estar apresurando ni presionándola demasiado. Lo último que deseaba, era que ella pudiera sentirse forzada ni mucho menos, lo que él quería más que nada en ese momento, era que ella pudiera sentirse como él, que ella deseara su contacto tanto como él.Ana entendió perfectamente lo que pensaba cuando
El día se presentaba espectacular, tanto que si no fuera por los charcos de agua acumulada, nadie diría que había llovido tanto y toda la noche anterior. Marc despertó y miró la hora en su reloj, ya era mediodía pero, dado que habían pasado toda la noche amándose apasionadamente, ambos estaban agotados por lo que Ana aún no despertaba y él sólo se dedicó a mirarla en silencio hasta que, súbitamente, una sensación incómoda de temor se apoderó por completo de él. Comenzó a sentirse insegura cuanto más la observaba. Se preguntaba qué pensaría ella acerca de su desempeño en la cama, se trataba de una mujer madura con más experiencia que él en ese campo, sabía que seguramente, ella podría haber esperado cosas que él no imaginaba, temió que pudiera haber hecho forzadas comparaciones que no lo dejaran del todo bien y sintió pánico de la reación de ella cuando despertara por lo que, cuando notó que ella empezaba a moverse, él pretendió seguir durmiendo en espera de descubrir la verdad. Ana de