Una vez que iniciaron el camino de regreso hacia la casa, ambos comenzaron a relajarse. Sus expresiones habían pasado de ser de amargura y desesperación a una esperanzadora. Al llegar, la cena se encontraba servida en la mesa de café de la sala de estar, Marc había dado indicaciones para que así lo hicieran, pensó que sería más acogedor cenar sentados sobre cómodos almohadones frente a la chimenea. No hizo poner velas en la mesa porque no quería que Ana pudiera sentirse presionada, ya era mucho más de lo que esperaba lograr el primer día, ahora solo esperaba que pudieran hablar tranquilamente y encontrar una solución a su situación. Ana: ..."Oooooh waaaaaw, esperas invitados? Porqué otra vez tanta comida, de veras me veo cómo alguien tan falto de comida?"... Marc: ..."Jajajaja, noooooo, no es eso, sucede que así es como acostumbramos a hacer las cosas aquí. Siempre veras abundante comida en nuestras mesas ya que luego, las sobras son las que comemos en el desayuno. Digamos que es ha
Eran casi las seis de la tarde y ambos se habían quedado dormidos más de lo esperado. El sol ya comenzaba a bajar cuando Marc despertó, saltó de la cama, se cambió de ropa y salió corriendo a buscar a Ana a su cuarto. Ella también se había dormido, el stress que había pasado los últimos tres días habían dejado huella y no pudo evitarlo. Cuando Marc llamó a su puerta, estaba terminando de peinarse el cabello, dejó el cepillo sobre el tocador y abrió la puerta. Se miraron por un momento y una explosión de chispas de una mezcla de amor y ternura brotaba de sus ojos, aunque Ana estaba asustada, no podía negar que, a pesar de lo mucho que había luchado contra ello, finalmente tenía que admitir que se había enamorado de él. Marc por su lado, nunca había tenido dudas acerca de sus sentimientos por ella, por lo que en ningún momento había perdido la esperanza de que ella aceptara y enfrentara los suyos también. Volviendo en si de repente, Marc la tomó de la mano y la animó a salir del la ha
Poco a poco, Ana fue relajándose por completo, comenzó a jugar con sus dedos entre el cabello dorado y sedoso de él, lentamente, comenzó a moverse en forma rítmica frotándose sobre su zona íntima, tanto que Marc empezó a sentir que si ella continuaba así, podría perder el control sobre sí mismo y de repente, su mente le mostró que, muy probablemente, todo lo que había soñado desde que supo que la amaba se volvería real.Marc comenzó a acariciarle la espalda por debajo de su blusa y el contácto con su cálida piel hizo que sintiera que le faltaba el aire por un momento. La alejó levemente para poder ver directo a sus ojos e intentar leer lo que pensaba al respecto, quería estar seguro de no estar apresurando ni presionándola demasiado. Lo último que deseaba, era que ella pudiera sentirse forzada ni mucho menos, lo que él quería más que nada en ese momento, era que ella pudiera sentirse como él, que ella deseara su contacto tanto como él.Ana entendió perfectamente lo que pensaba cuando
El día se presentaba espectacular, tanto que si no fuera por los charcos de agua acumulada, nadie diría que había llovido tanto y toda la noche anterior. Marc despertó y miró la hora en su reloj, ya era mediodía pero, dado que habían pasado toda la noche amándose apasionadamente, ambos estaban agotados por lo que Ana aún no despertaba y él sólo se dedicó a mirarla en silencio hasta que, súbitamente, una sensación incómoda de temor se apoderó por completo de él. Comenzó a sentirse insegura cuanto más la observaba. Se preguntaba qué pensaría ella acerca de su desempeño en la cama, se trataba de una mujer madura con más experiencia que él en ese campo, sabía que seguramente, ella podría haber esperado cosas que él no imaginaba, temió que pudiera haber hecho forzadas comparaciones que no lo dejaran del todo bien y sintió pánico de la reación de ella cuando despertara por lo que, cuando notó que ella empezaba a moverse, él pretendió seguir durmiendo en espera de descubrir la verdad. Ana de
Ana; ..."Ring ring... Hana, estas ocupada esta noche? Paul se comunicará contigo, irá a recogerte para traerte, tú y yo tenemos que hablar"... Hana: ..."Oh Ana, como está todo? Por favor no te enfades conmigo, lo hice por tu bien, tú lo sabes"...Ana: ..."Ya hablaremos cuando estés aquí, ya ajustaremos cuentas"...Hana: ..."Ok, pero recuerda que te quiero, de acuerdo?"...Ana: ..."También yo"... en cuanto cortó la llamada, se puso de acuerdo con Marc para asegurarse de que Paul no le dijera nada de la fiesta.Ana: ..."Marc, por favor dille a Paul que no le mencione nada a Hana acerca de la fiesta. Voy a darle una lección por engañarme"... guiñándole un ojo.Marc: ..."Ok, pero eres mala jajaja. Ella sólo lo hizo para ayudarnos"...Ana: ..."Lo sé. No estoy disgustada en lo absoluto, sólo me divierto un poco con ella, en serio"...Marc: ..."Si pero ella no lo sabe, debe estar aterrada ahora mismo"...Ana: ..."Como debe ser, no me gusta que me engañen. Eso también se aplica a tí"... inte
De repente, cuando salían de la casa, una caravana de coches venían llegando por el camino de acceso. Cuatro vehículos cuyos ocupantes venían con sus torzos colgando fuera de las ventanillas, todos gritaban y llamaban a Marc para hacerle saber que habían llegado. Luego, del segundo coche en la fila, Hana se asomaba por la ventanilla del acompañante gritando y silbando a todo pulmón. Hana: ..."Hey, Anaaaaaaaa ya estoy aquí y no me importa si me castigaaaaaas. Lo volvería a hacer si fuera necesarioooooooo"... gritaba agitándo sus brazos para que Ana la viera. Ana no pudo evitar reir a carcajadas, Marc reía junto con ella, cómo podía enojarse realmente con ella? Ana: ..."Oye tú, pequeña traidora, cierra la boca y trae tu sucio trasero aquí inmediatamente. No hagas que vaya por tí"... ella bajó del coche y se puso de rodillas divertidamente frotando sus manos entre sí, tal y cómo ella lo había visto en los dramas que se había acostumbrado a ver desde que llegó al país. Hana: ..."Si pr
Cuando empezó a sonar la música, todos tomaron sus platos y cubiertos y comenzaron a servirse la comida. Era increíble, pero todo lo que se escuchaba además de la música, eran los sonidos de las cosas siendo colocadas sobre las mesas o los de los cubiertos sobre loa platos mientras comían.Marc y Ana se habían sentado uno junto al otro, aunque ella había puesto carne y ensalada en su plato, se había quedado completamente abstraída oyendo la música y por su puesto, especialmente , la voz de su novio al cantas. Si bien ya lo había escuchado antes, esta vez estaba teniendo un efecto diferente en ella, había logrado trasladarla quien sabe a donde, lo importante, era que no estaba allí en ese momento. Al notarlo, Marc sintió cierto temor de que algo no estuviera bien.Marc: ..."Amor... está todo bien?"... pero ella no contestó.Marc: ..."Ana?... Cielo... te pasa algo?"... levantando un poco el tono pero ella seguía encerrada en su propia burbuja. El que sí se dió cuenta de la situación era
Ana sintió gran curiosidad y una incontrolable emoción se apoderó rápidamente de ella. Montones de ideas surgiéron repentinamente en su cabeza pero la que más le hizo ilusión, fué la posibilidad de que Marc fuera a sorprenderla con una especie de serenata sólo para ella. Sin pensarlo más, se dirigió al estudio. Cuándo estaba muy cerca, la luz se apagó y se encendió otra mucho más ténue por lo que se imaginó que se trataba de una vela entónces, comenzó a sonar música y sus ojos se aguaron intantáneamente cuando reconoció la canción, la que le hizo recordar aquel día en que se encontraba trabajando en las afueras de Seúl y se encontró con Marc sorpresivamente, la misma fatídica noche en que perdió todo el control de sus emociones a causa del temor pero decidió olvidar todo eso y centrarse en el hecho de que era la primera canción de él que ella había escuchado, la misma que hizo sonar en el auto cuando la traía de regreso al hotel. La emoción que setía era tan grande, que no pudo evita