CAPÍTULO 14

Casi una hora después ella había dejado de llorar, parecía encontrarse demasiado débil para impedir que limpiase sus lágrimas y la acostase en la cama.

  • Descansa – rogué, apenado, mientras tapaba su cuerpo con una fina colcha, sin dejar de mirarla.

Me levanté de la cama y acaricié con la yema de sus dedos su rostro, aterrado de no volver a verlo jamás.

Dejé caer mi mano tan pronto como me percaté de que debía marcharme y dejarla ir, a pensar que eso me rompiese el alma, no podía aferrarme a ella, a pesar de que sabía que eso me destrozaría. Ella no se merecía a alguien como yo a su lado, merecía mucho más.

Siempre lo supe, ella era una persona tan pura… tan inocente, no merecía que nadie la hiciese ll

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP