Selas habló con voz grave: —Naturalmente, sé que la razón por la que el señor vino esta vez es para ayudarnos a consolidar nuestra situación.

—Señorita presidenta, perdona mi total franqueza, pero involucrar a personas externas, creo que no es lo mejor, — dijo Saulo sin ningún tipo de rodeos.

Selas inmediatamente exclamó: —No permitiré faltas de respeto.

Simón solo sonrió ligeramente.

Sin embargo, Saulo continuó: —Entiendo sus sentimientos, pero involucrar a personas ajenas podría generar descontento dentro de la familia, provocando el efecto contrario.

—No necesito que te preocupes por eso, ocúpate de tus propios asuntos, — dijo Selas fríamente.

Saulo guardó absoluto silencio y se concentró en conducir.

En realidad, Selas sabía muy bien esta lección, pero en la situación actual, no tenía opciones adicionales, solo podía buscar ayuda externa.

En ese momento, Selas estaba llena de grandes preocupaciones.

Aunque estaba en el extranjero, tenía el control diario de la situación de la famil