—Los pecadores de antaño, sin duda alguna, recibirán su castigo. La historia se encargará de recordar sus nombres con desprecio, dejando asi una mancha eterna sobre ellos. Pero las personas, los inocentes, no deberían ser arrastrados a este odio ni pagar por crímenes que no cometieron.

La enorme cara femenina formada en la pared rocosa miró a Simón con una expresión que parecía extrañamente malvada. Después de unos segundos de silencio, respondió:

—Eres realmente una persona bondadosa y amable. Parece que la elección del hijo de la luz no fue un error. Puedes irte. Te prometo que, desde ahora, no volveré a lastimar a los habitantes del pueblo de Cielo Verde.

—Espero que cumplas tu palabra.

—Por supuesto.

—Una última cosa, ¿sabes algo sobre la raza de los dragones?

—¿La raza de los dragones?

—Sí, estoy buscando el secreto de la raza de los dragones. ¿Sabes algo al respecto?

—Lo siento, no sé nada sobre ese supuesto secreto de la raza de los dragones.

—Entonces, ¿qué es el dragón Qi que