Capitulo 2153
Al amanecer del día siguiente, Simón estaba sentado en la cama con las piernas cruzadas, regulando asi su respiración en un estado de meditación. Unos golpes en la puerta lo sacaron de su trance. Se levantó y abrió la puerta, encontrándose asi con el viejo policía, cuyo rostro reflejaba una profunda preocupación.

—Señor Simón,— dijo el policía, con un tono de voz temblorosa, —anoche ocurrió otra desaparición. Tres niños del pueblo han desaparecido.

—¿Qué?

Simón quedó impactado.

—¿Tres niños desaparecieron en una sola noche?

—Así es,— intervino un joven policía que estaba junto al viejo. —Hemos buscado por todo el pueblo y las áreas más cercanas, pero no hemos encontrado ni un solo rastro de ellos.

—¿Y qué planean hacer ahora?— preguntó Simón, tratando de mantener la calma.

—Señor Simón,— dijo el viejo policía con un tono de voz decidida, —creemos que los niños no pudieron ir muy lejos. Queríamos pedirle que nos ayude a entrar a la mina de bronce el Fénix para buscar en ese lugar.

—¿Est
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