Año y medio después...Sicilia-Italia.Era la primera vez que Gianna Sofía hablaba frente a todos. La pequeña heredera de los Martinelli, pronunció la palabra —papá—, logrando la admiración de la organización. Una niña amada por todos y protegida de una manera impensable.Gianna Sofía, llegó 9 meses después de la boda. En honor a la hermana menor de Fabrizio, decidieron ponerle Sofía a la pequeña. Era una hermosa niña de cabello castaño y ojos con heterocromía como su madre. La viva imagen de su padre y el carácter encantador de Aysel. La pequeña les decía —papá— en italiano y —mamá— en turco.La adoración de todos. La Cosa Nostra después de tener tanto sufrimiento, se había llenado de niños en cuestión de unos años. Bendecidos, solía decir Emma.—Hoy te necesité más que todos los días —Fabrizio besó los labios de su esposa—. Eres la mujer más hermosa del mundo, la mia amata.Aysel se subió a su regazo a horcajadas, mientras se besaban. Él había estado de viaje en Polonia porque Kass
Cinco años atrás...Berlín-Alemania.Alessandra De Santis creía haberlo conseguido todo. Le había costado salir de las faldas de su familia, pero con la ayuda de su mejor amigo, Fabrizio, consiguió irse lejos del radar de la mafia. Ella lo consideraba un hermano y se comportaba mucho mejor que Alessandro, su hermano mayor. Eran más las discusiones entre hermanos porque ella no se doblegaba ante las leyes que había en su familia, que a las muestras de afecto que se daban. Alessandro no era mal hermano, de hecho, era muy protector con su hermana, solo que él nunca supo cómo demostrar afecto. Los hombres en la mafia tenían una misión en la vida... Matar y ser fríos.Las mujeres para ellos era eso, objetos para satisfacer sus necesidades y ella jamás lo aceptaría.Una muñeca en un mar de sangre.—¿Sabías que te ves hermosa cuando estás metida en tus pensamientos? —le decía Thomas.Ellos se habían escapado a Alemania para poder vivir juntos. Tenían dos años en Berlín y, aunque ella tenía
En la actualidad...Sicilia-Italia.Le había tomado cinco años, con tres meses, catorce días, diecisiete horas y cincuenta y cinco segundos, adaptarse a no tener a Thomas en su vida. Para Alessandra De Santis, la vida le había golpeado durísimo y sin tregua. Muchas noches se preguntó si ella había hecho algo mal, si había hecho enfadar a los dioses y no sé, tal vez, en su vida pasada, se metió con alguien muy malo y ella debía pagar ahora. Ella había perdido al primer hombre de su vida, el que más amó y le enseñó el arte de amar y ser amado. Alessandra venía de un mundo en donde el cariño es una muestra innecesaria, pero el asesinar te hacía grande. Lamentablemente, ella se enteró de que sería madre un día antes de la muerte de Thomas, solo que no hubo tiempo para poder decirle. Tampoco quiso hacerlo en el momento de su ejecución porque sabía que él moriría y se llevaría esa pena para la eternidad. Ella no era la persona más creyente de todas, pero no quería que su gran amor, queda
Todo el trayecto a la mansión, fue de completo silencio. Ninguno dijo absolutamente nada, de lo que habían intentado hablar cuando ella perdió el equilibrio. Para Alessandra, el solo pensar en su amado Thomas y en donde podría estar, la desestabilizaba más de lo que podrían imaginar.Sus pensamientos fueron invadidos por sus amargos recuerdos. Su mirada perdida en la autopista mientras su mente decía que su hijo, tendría cinco años si hubiese nacido.Su familia fue destruida antes de poder intentar formarse y se lamentaba todos los días su ausencia. Dereck veía fugazmente cada gesto que ella hacía. Fruncía el ceño, mordía su labio y parpadeaba con rapidez, para no llorar. Se había infiltrado a la organización por órdenes de sus superiores. Debía encontrar toda la información necesaria para arruinarle los planes a los italianos, de abrir otro negocio de lavado de dólares.Era difícil seguirles el rastro, pero habían logrado conseguir una brecha y entrar sin problemas. La mujer que le
Alessandra había salido corriendo porque le aterraba su padre. Sentía como sus piernas eran gelatina y si se quedaba ahí, probablemente, saldría rodando por las escaleras. Le pareció un acto impresionante e inmaduro que Dereck enfrentara a su padre, porque la última persona que intentó protegerla murió.Las manos de Alessandra no paraban de sudar y temblar, estaba tan asustada, que se quedó sentada en su cama viendo hacia la puerta esperando lo peor. Nadie se metería y nadie la protegería, si por esa puerta entraba su padre.Ella solo rogaba que Collins no se diera cuenta de nada y le fuera con el chisme a su hermano. Por más que sea, Alessandra era una mujer orgullosa y con lengua venenosa. No quería que su hermano o Fabrizio se dieran cuenta de que era una débil mujer.La manija de la puerta se empezó a mover, logrando que a ella le dieran náuseas por el miedo. Cuando, por fin, es abierta la puerta, la silueta de su guardaespaldas apareció.Por primera vez, en tantos eternos minutos
La mañana siguiente fue todo un poco más tranquilo. Alessandra estaba completamente adolorida y sentía como a su cuerpo, que ya estaba frío, le resultaba difícil hacer una tarea tan simple como levantarse. Le ardían los ojos de tanto sollozar en la noche y esperaba profundamente que Collins no se diera cuenta.Ella siempre había sido ignorada y esperaba que él no también lo hiciera.Se levantó con la poca fuerza que la caracterizaba. No era débil porque no supiera defenderse, pero hace mucho tiempo, ella se dejó morir. Giró su cabeza hacia el musculoso tirado en el suelo, que parecía estar profundamente dormido. Siguió su camino al baño para darse una ducha fría, por supuesto.Dereck sí había dormido al inicio, pero los sollozos de su jefa, lo habían mantenido en vela toda la noche. La vió dirigirse al baño y tensó la mandíbula al notar como caminaba. Ella iba con un brazo cubriendo su estómago, y con el otro, intentaba tocar las paredes para mantener el equilibrio.—¿Se encuentra bie
Alessandra había decidido cerrarse completamente a sentir. Para ella, todo había sido muy difícil de conseguir. Fue malinterpretada, cuando creyó que podía dar su opinión, al igual que el resto lo hacía. El mismo tema siempre era dicho, solo que esa vez, ella intentó sacarlo. Y prometió no volver a opinar sobre eso, porque había quedado como la mala de la historia. Nadie podía entender a Alessandra. Sus deseos, sus ganas, su ansiedad, nada... Las personas pensaban que ella frívola y podían jugar con ella. La italiana solo había llegado al mundo a sufrir, así siempre lo vió. Decidió aislarse y cerrarse en un mundo en donde nada le afectaba, pero así era feliz. Solo que nadie le entendía su manera de ser feliz.Después del asesinato de Thomas y la pérdida de su hijo, cerró su corazón. Tomó la decisión de quedarse sola para siempre. El dolor desgarrador que ha venido sufriendo durante años, fue lo que la llevó a tomar esa decisión. No quería seguir perdiendo a las personas que ella una
Alessandra tenía un profundo dolor en su pecho. Estar en el departamento que le trajo alegrías y con una intensidad que te destruye, tristeza. Para ella no había términos medios en cuanto al sentir. Su alma había abandonado su cuerpo hace cinco años y no paraba de doler.Ella sabía que eso de la felicidad era efímera... Por lo menos en su vida. Nunca tuvo algo duradero. Ella tampoco podía demostrar algún tipo de emoción porque sentía que en cualquier momento todo acabaría. Alessandra se reprimió tanto, tanto, que llegó a desconocerse. Todos le pedían comprensión, que entendiera las situaciones, que debía comprender a la otra persona porque sí, había sido lastimada, pero siempre tuvo una duda en su cabeza.¿Quién la comprendía a ella? A Alessandra jamás nadie la comprendió y simplemente se cansó.Amor, el único hombre que la había amado, se lo arrebataron de su lado. Ella había querido desde lo más profundo de su corazón, pero antes y después de Thomas, nadie, absolutamente nadie, la h