Cassandra sintió que el mundo se detenía. ¡Las palabras de Marco eran como una daga que se clavaba en su corazón! Recordó lo que Madeline le había dicho en el camino: «No es momento de sufrir o llorar. Ya que te metiste en todo esto, solo tienes una elección: Marco o Angelo. Ahora solo tú puedes hacer algo.» Sus dedos temblaron al recordar el arma que Madeline le había dado, ahora oculta bajo su ropa. Marco se giró hacia Angelo, levantando el cuchillo con calma, disfrutando de cada segundo que lo torturaba física y mentalmente. —¿Últimas palabras, primito? —preguntó, inclinándose ligeramente hacia él. Angelo levantó la cabeza con esfuerzo y vio tras Marco a Cassandra con el arma. La voz del señor Fiorentino fue un susurro frío: —Que el infierno te consuma, Marco. Marco soltó una carcajada, pero el sonido fue interrumpido por un disparo. ¡BAM! Cassandra había sacado el arma y con las manos temblorosas, había apretado el gatillo… El impacto hizo que Marco cayera hacia
♡♡♡ UN AÑO MÁS TARDE. ♡♡♡ ……………………………………………………………. La mujer rubia se encontraba de pie frente a los largos espejos, su cabellera larga adornada con pequeñas flores blancas como si fuesen estrellas, sus labios pintados de un brillante rosa pálido acompañaban un maquillaje sencillo y natural. Su vestido de novia escotado en corazón y con una sensual abertura en V larga en su espalda, iba ajustado resaltando sus deliciosas curvas y cayendo con elegancia. —Te ves preciosa, Cassi —dijo Francesca, en un tono animado. Cassandra sonrió tímidamente, sus manos jugueteaban nerviosas con la tela del vestido. —¿En serio? Siento que todavía no he recuperado completamente mi figura… Francesca soltó una pequeña risa, llena de ternura. —¡Qué tonterías dices! Te ves absolutamente radiante. Estoy segura de que Angelo quedará sin palabras. Si supieras cómo habla de ti cuando no estás cerca. Ese hombre te adora. Cassandra sintió que el calor subía por sus mejillas. Mientras Francesca salía
Y ahora sí… 🤩 Me complace anunciarles que la novela: "Contrato De Amante Con Mi Ex. ¡Recuperaré A Mis Gemelas!" ¡LLEGÓ A SU FINAL! 🥂🍾🥳🎊 Agradezco por el apoyo estos cuatro meses con esta historia. Por cada comentario positivo y cada crítica constructiva. Saben que siempre las leo y me tomo muy en serio sus opiniones para seguir mejorando. 🥰 También hago un agradecimiento especial a mi querida editora, que como siempre, me guía y ayuda con su profesionalismo para traerles historias de amor interesantes. 😊🌹 En esta ocasión, quise hacer una historia más intensa, más fuerte y un poco diferente a lo que habitualmente escribo. Espero les haya gustado, como a mí me gustó escribir y planearla jaja Por fin Cassandra y Angelo Fiorentino, serán felices junto a sus hijos. 💚 Finalmente, acostumbro a "premiar" a mis lectores que apoyaron bastante una historia, haciendo todos los especiales que me pidan, respecto a cualquier personaje, evento o duda que tengan. En los próximo
✧✧✧ Cuatro años atrás. ✧✧ —¡POR FAVOR!… ¡AYÚDENME! ¡AYUDEN A MIS BEBÉS! La enfermería en esa prisión de Miami era un lugar frío y desolado. Sin embargo, ese día en particular, estaba sumergido en un ambiente tenso. Cassandra Brenaman, con su gran barriga de embarazo, se retorcía en la camilla, el dolor la atravesaba como cuchillas afiladas por todo su delgado y frágil cuerpo. —¡AAAAAH, DIOS! ¡¡AAAY!! —gritaba con su rostro rojo, el sudor presente recorriendo su cuerpo tembloroso. La angustia se adueñaba de ella, mientras las contracciones la sacudían, cada una más intensa que la anterior. —¡¡¡SOCORRO!!! De repente, la puerta se abrió y un grupo de médicos, vestidos con batas blancas y con un aire de autoridad, entraron en la enfermería. No eran del personal de la prisión; venían de parte del temido y respetado, señor Fiorentino. Sin tiempo que perder, comenzaron a preparar el equipo mientras Cassandra, con el rostro empapado en sudor y lágrimas, se aferraba a las sá
✧✧✧ En la actualidad. ✧✧✧ —Cassandra Brenaman —se escuchó la voz de la guarda en la prisión. —Felicidades, niña, por fin has demostrado tu inocencia, aunque sólo un año antes. —se despidió la única amiga que había hecho en prisión. —Gracias —dijo agradecida, tomando la mano de esa mujer—. Gracias por cuidar siempre de mí, no sé cómo habría sobrevivido a este infierno sin ti. —Recuerda hacer pagar a ese maldito miserable, por cómo te jodió cuatro putos años. —¡Lo haré! ¡Recuperaré a mis gemelas! Te lo juro —exclamó Cassandra, con un brillo de determinación en sus ojos dorados. Las rejas se abrieron y de inmediato la escoltaron fuera de ese sector. Había llegado el día en que sería absuelta por los crímenes que la sentenciaron y que ella… ¡¡JAMÁS COMETIÓ!! …….. —Se ha comprobado que usted es inocente, señorita Brenaman. Felicidades, hoy ha recuperado su libertad —sonrió la encargada de la prisión, entregándole una caja con las pertenencias que le fueron de
Casandra abrió sus ojos lentamente, sintiéndose aturdida. Cuando intentó mover su cuerpo, se percató que estaba atada en esa incómoda silla, de inmediato observó sus alrededores mientras parpadeaba varias veces… ¡Quedó petrificada en ese instante! La oficina del CEO Angelo Fiorentino, lucía como si fuese un monumento a su ego: paredes cubiertas de cuadros brillantes que lo mostraban en ceremonias de premiación, su sonrisa arrogante se plasmaba de manera eterna en cada fotografía. Trofeos que relucían en estantes, títulos y diplomas que colgaban con orgullo. "No… No puedo quedarme aquí…" Pensó ella entrando en pánico. Miró por las ventanas, donde la noche ya se mostraba… ¡No había tiempo que perder!, con todas sus fuerzas, comenzó a forcejear contra las sogas que le ataban las muñecas y los tobillos. Un acto inútil, y ante sus bruscos movimientos… ¡PUM! ¡Cayó al suelo con todo y silla!, justo en ese instante, escuchó unos sonidos provenir de la distancia. ¡ALGUIEN
—¿Nada que decir? —la helada mirada que clavó ese CEO, la hizo sentir un escalofríos en todo su cuerpo. Cassandra, viéndolo hacia arriba, comenzó a temblar de rabia e indignación… ¡No podía sentir más humillación! —No he hecho nada de lo que me acusas… —continuó Casandra, intentando mantenerse firme, aunque su tembloroso cuerpo y su voz quebradiza la delataran—. ¡Has caído bajo si me juzgas así, Angelo! Pero Sí, cometí un error. ¡Lo único que hice mal fue enamorarme de ti! ¡AAAH! Las palabras de Cassandra se vieron abruptamente interrumpidas por su fuerte grito. PLAF~ ¡Ese hombre le dio una bofetada! —¿Crees que soy estúpido?, es claro que estás ligada a mi maldito primo. En ese momento, el CEO Fiorentino se inclinó hacia su exesposa, su mano agarrando con fuerza el mentón de Cassandra, obligándola a hacer contacto visual con él, sus alientos entrelazándose. Entonces, dijo en un susurro lleno de frialdad: —Justo ahora puedo hacer lo que se me antoje contigo, y no pue
Habían pasado tres días… ¡Tres malditos días de confinamiento! Soportando hambre y en absoluto aislamiento, nada más que una asfixiante soledad y el rotundo silencio que la hacía sentir prisionera. ¿Quién se creía ese hombre para tratarla peor que un animal? Cassandra Brenaman se encontraba en una habitación de la mansión, cuya única ventana daba al jardín del este. Desde allí, durante la mañana observaba una escena que le desgarraba el corazón: dos figuras, que a lo lejos parecían ser sus gemelas, reían y jugaban entre sí. "¡Lo hace a propósito! ¡Es claro que busca torturarme!" Pensaba la mujer rubia, sin embargo, su cuerpo pálido y tembloroso comenzaba a verse demacrado, sus grandes ojeras ante el insomnio que le impedía descansar, y el sonido de su estómago hambriento… Solo la hacían darse cuenta de la miseria en la que había caído. Ese tercer día, en la noche, la puerta se abrió de golpe. ¡CLANK! Dos guardias la agarraron por los brazos, arrastrándola fuera de la h