—Noah —la copa de vino de Arianna se resbaló de sus manos y se encontró meciéndose en los brazos de Noah. —No lo pienses demasiado. No encontrarás una mejor opción que yo. ¡Lo mejor está aquí en tu abrazo! —Su mirada de borracha se encontró con la de él mientras juguetonamente se golpeaba la nariz con el dedo.

Noah la balanceó suavemente con una mano para evitar que tropezara y bajó la cabeza para observarla de cerca. Sin duda, ella era una visión de belleza y probablemente él no tendría otra oportunidad de estar a solas con ella. Sus labios escarlatas parecían listos para rozarlo, pero él esquivó hábilmente su avance.

Arianna se sorprendió. Nunca imaginó que Noah escaparía de su intento de besarlo. ¿Había realmente un hombre en la tierra que pudiera resistir el encanto de una hermosa mujer borracha ante ellos?

—Estás borracho. Deberías regresar —aconsejó Noah.

—¿Por qué? —Preguntó Arianna, sus ojos parpadeando nublados.

En el pasado, podría haberla encontrado entrañable y la