—Sospechamos que existe un posible vínculo con irregularidades comerciales. ¡Síganos! —El oficial que había hablado antes tenía una expresión severa.

—¿Irregularidad comercial? —Las cejas de Lily se fruncieron, desconcertada por este giro de los acontecimientos—. ¿Por qué? ¿La Sociedad de Perfumistas me ha acusado de un delito comercial?

Si ese es el caso, podría ser interesante.

El oficial negó con la cabeza.

—No la Sociedad de Perfumistas. La Corporación Tanner ha alegado que usted colaboró ​​con su gerente, el Sr. Damian Tanner, para incorporar sustancias prohibidas en sus perfumes para beneficio personal. Exigimos su cooperación en la investigación.

Lily encontró a los oficiales sorprendentemente cerca. Normalmente, la policía no revelaba sus motivos a los sospechosos hasta que llegaban a la comisaría.

Lily se quedó desconcertada.

—¿Quién? ¿Tanner, dices?

Luchó por recordar el nombre con precisión.

—¿Señor? Me pregunto quién es.

—Por favor, ven con nosotros y