Aunque no se notaba ningún identificador de llamadas, sabía a quién pertenecía el número, ya que la habían contactado con frecuencia hace solo unos meses. Era de Kingsland. Ella respondió la llamada y pero permaneció en silencio mientras esperaba que el otro lado hablara.

—¿Eres Lily Christian? —La persona del otro lado preguntó con impaciencia.

—Sí —respondió Lily.

—Lily Christian, la Sociedad de Perfumistas ha decidido revocar tu licencia como perfumista, ¡y tendrás que interrogarte y controlarte! —Dijo crudamente. También había un aire de arrogancia y prepotencia en su tono.

Lily sonrió y miró a Alexander, luego preguntó:

—¿Quién me tiene que interrogar?

El chico del teléfono no esperaba que Lily estuviera tan tranquila, así que hizo una pausa antes de decir:

—¡La Sociedad, por supuesto! Has causado controversia y avergonzado a la industria del perfume, por lo que estamos considerando suspender tu calificación. Después de un interrogatorio y una verificación de antec