Nathaniel había pensado en Lily cuando se esparció la noticia de su accidente. Incluso su madre había venido a visitarlo. Él sabía que era imposible que Lily no se hubiera enterado. Aun así, ella no apareció, y Melanie fue quien fue a verlo luego de que la noticia apareciera por primera vez en la televisión.

Eloise solo sonrió con frialdad ante su desvergonzado hijo. “¿Visitarte? Si yo fuera Lily, te habría hecho pedazos después de lo que le hiciste. ¡Qué descarado!”.

“¡Madre! ¿Acaso no soy tu hijo?”, gritó Nathaniel. ¿Cómo podía ponerse del lado de una extraña?

“¡Te lo estoy diciendo porque eres mi hijo! De lo contrario, ¡¿por qué debería importarme?!”, respondió ella. Eloise notó el aparente cambio en la expresión facial de su hijo, y su tono se suavizó: “No es que intente reprenderte. Solo estoy tratando de darte una crítica constructiva. He conocido a mucha gente, y sé que Melanie no es la persona adecuada para ti”.

“¿Entonces qué tiene que ver esto con Lily? ¿Acaso es porque e