Fuera del manicomio.

En el Maserati negro, Nellie cruzó los brazos sobre el pecho y se acurrucó en una esquina del coche con rabia. "Nigel, ¿cómo pudiste? ¡Ni siquiera tuve tiempo para hablar con mami!".

No muy lejos de ella, Nigel tenía su computadora portátil abierta sobre su regazo, con sus dedos cortos tecleando como si él no pudiera escucharla en absoluto.

Nellie se sintió aún peor. Ella le arrebató la computadora portátil a Nigel de su regazo. "¡Deja de jugar! ¡No viste cómo se veía mami hace un momento!”.

La niña se mordió el labio, con lágrimas de agravio nadando en sus ojos. "¡Papi nos mintió! ¡Mami está sufriendo aquí, puedo verlo! ¡Nigel, tú también eres un chico malo! ¡Me impediste pasar más tiempo con mami!”.

Ella había estado feliz cuando fue a ese lugar, pensando que mami estaba realmente enferma. Pero después de su llegada, ella se dio cuenta de que eso no era un hospital en absoluto, ¡era más bien una prisión que mantenía a su mami encerrada!

Al ver la reacció