El primero en avanzar es John, que toma a su mujer como si fuera una pluma y se la echa al hombro, no sin antes darle un puñetazo al pobre stripper que la estaba animando.Luego es Matías se le da un empujón a un par de los bailarines que estaban rodeando a su prometida, la carga de la misma manera y sale de allí, dándole un par de nalgadas.—¡No toques a mi hija! —gruñe Gerard.—¡¡Ocúpate de tu mujer, será mejor!! —brama tan grave y fuerte, que el resto de los hombres se quedan tiesos unos segundos.—Esos dos van a tener que irse lejos o van a llamar a la policía por maltrato —dice James y Gerard lo mira con ganas de matarlo cuando sale corriendo detrás de la pareja.Charlize forcejea para que Matías la baje, pero no consigue que el hombre desista. James los alcanza y le entrega una llave—¿Y esto? —pregunta Matías tomándola.—Te enviaré una dirección, no se te ocurra llevarla a su departamento o al tuyo. Yo sé lo que es estar enojado y querer desquitarte.Se va de regreso al jardín
Abrir los ojos para Charlize fue un poco más fácil, considerando que Matías solo se dedicó a consentirla el día anterior y no la dejó moverse nada más que para ir al baño.Así es, esa mujer estaba por completo mimada, ella no se quejaba y a Matías, al parecer, le encantaba. Solo esperaba que no fuera esa etapa del enamoramiento, en donde todo era dulce, color rosa y de las mil maravillas.Matías sigue dormido, por lo que se levanta con mucho cuidado, esa semana le tocan los turnos por la noche y se durmió en la madrugada para poder dormir durante el día. Esa semana no se verán prácticamente, pero con su trabajo no queda más remedio que acostumbrarse.Se mete a la ducha tibia, se viste en el baño y se seca el cabello con la toalla para no hacer ruido. Al salir de nuevo, Matías está desparramado en la cama, como buscando algo… es obvio que a ella, pero no puede quedarse allí, tiene responsabilidades a partir de ahora.—Te amo, mi policía pendej0 —le deja un beso suave en la frente y se
Luego de que Charlize les contara su nuevo plan de trabajo, los ajustes que quería hacer y la manera en que quería llevar la firma a partir de ese momento, tanto Gerard como Dan se quedaron mirando a la joven con una expresión de seriedad, haciendo que ella se pusiera algo nerviosa… pero no lo demostró.—Me temo que acaban de dejarte obsoleto, mi querido amigo —le dice Dan a Gerard muerto de la risa.—Al menos a mí no me dieron duro en la cara —le dice él de la misma manera y Luz rueda los ojos, esos dos no dejaban de ser iguales cuando se juntaban.—No es por lo que crees, es parte del entrenamiento diario… me distraje solo un segundo y me llegó seco. Todavía estoy algo mareado.—Debiste tapártelo con un poco de maquillaje o algo.—¿Para qué? A mí no me da pena que mi mujer me golpee mientras entrenamos, eso quiere decir que seguimos igual que siempre.Charlize se ríe de sus ocurrencias, pero luego todo se vuelve más serio.Se encargan de dejar todo en orden, las renuncias firmadas p
Esa semana a Charlize se le hizo eterna, en especial porque por las noches a duras penas conseguía dormir un par de horas y luego en la ofician tenía muchísimo trabajo que hacer. Tuvo que quedarse más tiempo del que esperaba y eso le restó tiempo para estar con su hombre, que esa semana se quedó en su departamento, porque era más silencioso para variar. Pero ya es viernes, el último día de trabajo de aquella semana tan complicada y lo mejor de todo es que para Matías también era su última noche. Aunque no todo estaba perdido, había quedado de salir con Ava, Matías no estaba muy de acuerdo, pero no podía negarse tampoco… ella era una mujer joven, que tenía derecho a socializar como él lo había hecho, solo que sin hombres de por medio. Alcanzan a verse casi una hora, en donde solo consiguen cenar y abrazarse con fuerza antes de que Matías tenga que irse, no sin sacarle a la muchacha el lugar en donde estará y la manera en la que se irá y regresará. —Te diré cualquiera cambio, como
Esos días libres los disfrutaron por completo, cada vez que se veían era despertar algo que había permanecido dormido por demasiado tiempo. Al final, Charlize terminó escapando de Matías a la habitación que estaba acondicionando como gimnasio.Ya tenía allí su saco de box favorito, así que comenzó a golpearlo para quitarse esa energía que cargaba, una parte por saltarle encima al policía y la otra porque la investigación del FBI no iba como ella esperaba.Lanza un gancho duro al saco y luego lo detiene en el regreso, apoya su frente en el, su respiración está agitada y aquellas manos grandes van a sus hombros, donde comienza a dar suaves masajes para relajarla.—Que conste que es solo para relajarte, no te quiero convencer de nada —le dice con cierto aire divertido al oído.—Gracias… es que esta semana no fue buena para mí —Matías la gira y ve que Charlize está a punto de llorar.—No, princesa, no llores… —la toma entre sus brazos y la lleva hasta el sofá de la sala, donde la sienta e
Otra semana se fue volando para la pareja, una en la que Charlize había tomado contacto con el agente del FBI a cargo de la investigación y se había ofrecido de carnada, pero además había propuesto a Matías como su apoyo. Luego de una breve investigación del agente Morgan, no solo aceptó que Matías se uniera a ellos en esa tarea, sino que lo estaba tentando para entrar a la organización, pero eso era algo que Charlize no sabía, aunque Matías se lo estaba pensando mucho. Cuando el policía llega al departamento de Charlize, la encuentra organizando una maleta pequeña, al día siguiente se irían a ese viaje de mujeres y él solo quería saber qué tanto harían en él. —¿Me van a extrañar? —pregunta Matías y Charlize levanta una ceja interrogante por el plural—. Me refiero a ellas. Las manos de Matías se posan en las gemelas de la chica y en cuestión de segundos ella tiene los ojos cerrados. —Ok, sargento… tienes que parar… —pero él sabe que ella no quiere que pare. —¿Segura? Podemos ir
Ambos se despiertan por la mañana, Matías le da un tierno beso que pronto lleva sus manos al cuerpo de Charlize y dándole una buena despedida a su manera, para que no se le olvide que es suya.—Creo que me iré más seguido de viaje —le dice ella mientras el agua de la ducha cae por su cuerpo.—No te lo recomiendo, porque así como tú te vas con las malas influencias que son esas mujeres, yo me quedo con sus maridos.Los dos se ríen, Matías se coloca un poco de champú en la mano y comienza a lavarle el cabello a su princesa, ama hacer eso, en especial porque ella se deja sin problemas.Salen pronto, se visten para ir a sus trabajos y Matías se va a preparar el desayuno, mientras Charlize se seca el cabello. Cuando sale un delicioso olor a panqueques la hace cerrar los ojos y gemir un poco, toma asiento enseguida y Matías le deja un plato con el delicioso desayuno.—Tú me vas a poner gorda —le dice con la boca llena de comida.—¿Tú crees? Con todo el ejercicio que hacemos —le dice con voz
Charlize se queda dormida en cierto punto, a lo lejos escucha la conversación de las mujeres y las risas, hasta que la despiertan, se ajusta el cinturón y escucha al piloto decir que están a veinte minutos de aterrizar en Las Vegas.Ella mira a su madre con los ojos abiertos y todas gritan al mismo tiempo.—¡Bienvenida a tu verdadera despedida de soltera!No se lo puede creer, su madre seguramente les dijo que no les diría la fecha de matrimonio, solo para que no hicieran esto.Una vez en tierra, se pone de pie y se encuentra con el mediodía de la ciudad que las espera para aquellos desastres. Cada una con un estilo por completo diferente, pero peligroso, van subiendo a la Van que las espera para llevarlas al hotel.Por supuesto, es blindada, dos vehículos más las escolta y eso es porque pueden ser locas, pero eso no quiere decir que pasen por alto lo importante que son cada una a su estilo.En ese vehículo van las empresarias más importantes de Nueva York y las esposas de hombres pod