GraceOwen hablaba y sus palabras caían como piedras sobre mí.Mi padre, esa figura ambigua en mi vida, ahora era parte de un relato trágico que me dejaba sin aliento. No podía creer que la persona que creí que era mi último vínculo familiar se hubiera ido de esa manera.Las lágrimas fluían sin control por mis mejillas mientras escuchaba cada detalle de lo ocurrido. El dolor de la pérdida se apoderaba de mí, mezclado con una ira creciente que se intensificaba en cada músculo de mi cuerpo.—Yo... Lo siento, peque —susurró, sus brazos rodeándome con cuidado.Le devolví el abrazo, sintiendo el calor reconfortante de su cercanía.—Sé que lo hiciste. Aunque tus recuerdos estuvieran bloqueados, siempre supiste que algo estaba mal y luchaste por descubrir la verdad —respondí, levantando la mirada para encontrarme con sus ojos llenos de dolor.Owen acarició mi mejilla con ternura, sus dedos suaves contra mi piel.—No fue suficiente... —murmuró con pesar.Sentí la tristeza y la frustración en
OwenEstaba saboreando a Grace, sintiendo el calor de su piel bajo mis labios, cuando noté un cambio en su comportamiento. Sus dientes se hundieron en mi cuello, no como un ataque amenazante, sino con una posesividad intensa.Tyr se regocijaba en mi mente, sus emociones se intensificaban con un deseo crudo y animal de poseer a Grace y Thyra. La sensación era abrumadora, una mezcla de placer y anhelo que me dejó sin aliento.Mis manos se aferraron suavemente a ella mientras respondía a su gesto, dejando que el vínculo entre nosotros se profundizara en esa conexión primal que compartíamos.Después de que retiró los dientes, sentí su lengua deslizarse por la marca, saboreando la sangre que parecía hervir en mi interior. Nos separamos apenas unos centímetros, nuestros ojos encontrándose en un abrazo íntimo.—Ahora no hay vuelta atrás, peque —murmuré, apenas entre dientes, sintiendo la urgencia de completar nuestro vínculo en ese preciso momento.—¿Alguna vez la hubo? —respondió ella con u
GraceEl aire fresco del bosque acariciaba mi piel desnuda mientras nos separábamos. A mi lado, Owen parecía radiante, con una serenidad en su rostro que reflejaba la profunda conexión que compartíamos. La naturaleza que nos rodeaba parecía vibrar con energía, como si estuviera imbuida de la magia de nuestro vínculo.Confiamos en nuestros lobos para que nos guiaran, permitiéndoles tomar el control mientras nosotros nos perdíamos en el paisaje que se desplegaba ante nosotros.Cuando alcanzamos el límite de los territorios, una sensación extraña y nueva se apoderó de mi mente. Una voz familiar resonó en mis pensamientos, pero no era la de Owen."Hola, peque", susurró la voz en mi mente."¿Dan?" pregunté, sorprendida por la conexión."Sí, Owen ya me ha informado sobre su... sus marcas", respondió Dan con voz nerviosa."¿Tan difícil es decir 'ritual de apareamiento'?", intervino Thyra en tono burlón."Bueno... cuando se trata de tu hermana... sí lo es", admitió Dan, un poco avergonzado.D
OwenSentí el dolor y la tristeza abrumadora que embargaba a Grace, y esa sensación hizo añicos mi promesa de mantenerme al margen un poco más. Traspasé el umbral de la casa, un lugar que conocía tan bien, lleno de recuerdos de ver crecer a mi compañera, de sentir el momento exacto en que nuestro vínculo se consolidó.Dentro, observé a Grace separándose de su madre. Mis sentidos estaban alerta, buscando cualquier indicio de peligro para mi compañera. Cada fibra de mi ser picaba con la necesidad de sacar a Grace de allí, llevarla a nuestro nuevo hogar, lejos de cualquier amenaza.La mamá de Grace, con los ojos anegados en lágrimas y horror, se quedó sin palabras al ver la marca en mi cuello.—No... —susurró ella, como si no pudiera creer lo que veían sus ojos.Me dirigí hacia Grace, deseando aliviar su dolor con mi presencia. La envolví con un brazo, ofreciéndole un apoyo silencioso pero firme.—Está bien, mamá —respondió Grace con calma, su tono transmitiendo una mezcla de firmeza y c
GraceDesperté con el sonido de algo cayendo y rompiéndose. El grito enojado de Owen resonó por la casa, sacándome de mi somnolencia. Me senté en la cama, aún desorientada, mientras observaba a mi alrededor tratando de recordar dónde estaba."Estamos en nuestro nuevo hogar", susurró Thyra desde mi mente, aún adormecida por el sueño.Sí, cierto. Mi mente comenzó a aclararse lentamente.Me levanté, sintiendo la suave caricia de las sábanas sobre mi piel desnuda."Una exquisita maratón, si me preguntas" Thyra rió suavemente en mi mente, haciendo referencia a los acontecimientos de la noche anterior."Déjame recordarlo por mí misma", respondí con una sonrisa, disfrutando del aire fresco que entraba por la ventana.Descubrí algo de ropa esparcida por el suelo: una camiseta de Owen que parecía más un vestido corto en mí. La tomé y me la puse, disfrutando del olor familiar que emanaba de ella.Bajé las escaleras y encontré a mi compañero usando solamente un delantal mientras intentaba prepar
OwenDejar a Grace sola había sido más difícil de lo que anticipaba. Mientras me sentaba en la reunión con mi padre y otros lobos del consejo, luchaba por concentrarme en la conversación que se desarrollaba frente a mí.Mis sentidos captaron el olor a tierra húmeda que se filtraba por las ventanas abiertas, junto con el murmullo distante de otros lobos que se congregaban en el exterior.—Entonces, ¿te parece realizar la ceremonia en unos dos días? —preguntó mi padre, observándome con curiosidad.Me esforcé por mantener la compostura y asentí con la cabeza, tratando de recordar de qué se trataba exactamente la ceremonia."La ceremonia de Alfa", intervino la voz de Tyr en mi menteAh, claro, la ceremonia que formalizaría mi posición como Alfa. Sin embargo, mi mente no podía dejar de divagar hacia Grace y todo lo que implicaba nuestra situación actual.Estaba decidido a ayudarla a recuperar su posición en la manada de su padre, incluso si eso significaba dejar de lado mis propias preocup
Grace—Lo siento, Owen, todo esto es culpa mía... —le dije, buscando el contacto tranquilizador de sus brazos.Él suspiró y me abrazó con ternura, besando mi cabeza con suavidad.—No, la culpable fue ella... Tuvo muchas oportunidades de cambiar y no lo hizo —respondió, intentando reconfortarme.Entramos juntos en la casa y me dirigí a nuestra habitación, sintiéndome agotada por todo lo ocurrido. Busqué distraídamente ropa para vestirme, tratando de apartar de mi mente las imágenes de Thyra desafiando a Owen y la confrontación con Dan.—¿Estás bien? —preguntó Owen detrás de mí, su presencia imponente en el marco de la puerta.Al notar su figura musculosa, no pude evitar un atisbo de diversión.—No, si te pones así... —respondí con una sonrisa, buscando aligerar el ambiente tenso.Owen soltó una risa ronca y se acercó, envolviéndome con sus brazos.—¿Qué puedo hacer para ayudarte a relajarte? —preguntó, sus ojos oscuros mostrando su deseo. —Lo siento, no es momento... —se disculpó rápid
GraceLos días siguientes fueron intensos, dedicados al entrenamiento, a la investigación y a la preparación para enfrentar a Alex.Cada momento estaba lleno de tensión y expectativas, pero nuestras esperanzas se veían frustradas una y otra vez al no encontrar ninguna pista útil.La noche cayó sobre nosotros, envolviendo la casa en una oscuridad tranquila y expectante. Era el día en que Owen finalmente ascendería a Alfa.Owen estaba recostado en el sofá, aparentemente tranquilo pero con una mirada intensa que reflejaba sus pensamientos profundos y su determinación. Sus músculos tensos denotaban su preparación física y mental para asumir el liderazgo de nuestra manada.—¿Estás listo para esto? —le pregunté, buscando en sus ojos una chispa de emoción o nerviosismo.—Sí, lo estoy... me he estado preparando para este día desde que nací —dijo Owen con calma, sus ojos azules brillando con determinación, aunque percibí un leve temblor en su voz.—Estoy segura de que serás un gran Alfa, mi am