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Luan

Ya en el bar, pedí uno de los tragos más fuertes, quería quitarme ese mal sabor de boca que me produce el hablar con mi padre y sus exigencias, me estresa cada vez que eso sucede. Mi amigo me dice que de pronto es buena idea buscar a alguien que desee darme un hijo, y así mantendré contento a mi padre, aunque me parece una idea descabellada, no esta muy lejos de ser realidad.

Cuando terminamos nuestra ronda de tragos, tuve una llamada de mi mamá, y yo a ella nunca le dejo esperando, puedo estar con todo el coraje del mundo, pero con ella todo es diferente, me dijo que le lleve unos postres de una pequeña pastelería, ella me aseguraba que eran realmente deliciosos, y que solo de ese lugar los deseaba.

Aníbal no estaba muy seguro de querer ir a la pastelería, pues sabía que se iba a embelesar con tanto dulce que mirara, pero más sin embrago me acompañó, yo tenía que cumplir con el pedido de mamá.

Al llegar al lugar, pude ver que había algunas personas haciendo fila, cuando estu