Recce Observó el rostro de la niña que duerme en la cama de la habitación que ocupa mi madre en la casa de Damion y no puedo dejar de verla porque el parecido es impresionante, creo que estoy viendo a mi propia madre cuando apenas tenía ocho años. Roce en serio que si está enfermo, más de lo que pensaba. —Es escalofriante el parecido, ¿cierto? —Asiento. —No quiero imaginar el martirio que tuvo que vivir esta pobre niña a manos de ese maldito enfermo de m****a, tenemos que ayudarla a superar todo esto mamá, no será fácil para ella, sé lo que es vivir un infierno como ese. —Yo me haré cargo de ella. Ahora necesito que te concentres en acabar con ese maldito, jamás tuvo que tocarla, no voy a perdonarle eso. Un hombre como Roce es un peligro para la sociedad, debe exterminarse aunque sea mi propio hijo. —Arregla todo para que se vayan a España, cuando esté todo mejor las iré a buscar —Asiente besando mi frente. —Cuídate mucho hijo, y si necesitas de mi ayuda deja el orgullo a u
Pasa por mi lado golpeando mi hombro. A veces quisiera que dejara de estar salvando a todo el mundo, ella no entiende que muchas veces no es posible y simplemente tenemos que dejar que las cosas pasen y ya, no podemos ser el héroe de todos. La dejé que pensara las cosas y que su rabia menguara, ahora necesitaba que el médico la revisará y nos dijera si era verdad, si Isla estaba embarazada la alejaría de todos, se iría con mi hija así no lo quisiera hacer, y cuando todo esto acabara, me reuniría con ellas porque no pensaba perderlas de nuevo. Entró a su habitación con el médico y la encuentro en la cama jugando con nuestra pequeña, sus ojos se ponen en los míos y bufo cuando me observan con rabia. —Deja la estupidez y pon de tu parte, el doctor te va a revisar —Asiente rodando los ojos.—Buenos días, señora O’Sullivan, ¿podría por favor recostarse?, le haremos un ultrasonido. El doctor entra a la habitación con sus aparatos y se sienta al lado de mi esposa para poner un gel en un
Isla Estaba furiosa, tenía mucha rabia, no podía entender como Reece podía dejarme por fuera de esto, no era justo que me escondiera cosas tan importantes como lo qué pasó con Melisa, era mi madre, aunque nuestra relación no fuera la mejor, lo era y no podía olvidarlo. Ahora las cosas cambiarían, estaba esperando otro bebé, tenía un hijo mío y de Reece en mi vientre y tenía que cuidarlo como fuera. Escucho la puerta siendo abierta y ruedo los ojos imaginando que es Recce y si es así voy a mandarlo a la mierda porque aún sigo enojada con él, pero todas las palabras que quería decirle quedan en mi garganta cuando veo a Artemisa en la puerta con una gran sonrisa.—Tú en realidad sí que quieres que tu hijo te mate.—Si eres dramática, tuve que volver, las cosas con Ana no estaban bien y su padre nos encontró —gruño cuando escucho eso, maldito Roce que no se da por vencido. —¿Les hizo algo? —Niega.—No tiene las pelotas para enfrentarse a mí, parecía un niño pequeño cuando se dio cuent
Reece El cuerpo de Isla tiembla y parece estar en shock, creo que lo jodí al haberle dicho que el hermano está muerto de la manera en que lo hice, pero no podía seguir escondiéndole nada, si lo volvía hacer sabía que ella sería capaz de quitarme la polla.—¿Dónde está?—En casa de tus padres, lo encontraron en un callejón de Moscú torturado y con sobredosis, pero no fue esa la causa de su muerte. En el bolsillo de su pantalón había una nota, si mi madre y yo no nos entregamos seguirá matando. —No pienso dejar que hagas eso, Sergi era mi hermano y lo quería, pero no puedo perderte a ti o Artemisa, son mi familia, ella es como la madre que jamás tuve. «Una persona cuerda no querría ni en pintura a la mujer que la colocó en una jaula con una pantera, pero en definitiva mi mujer no es normal».—Estoy controlando todo eso, nena, nada pasará, pero tus padres no pueden seguir en Rusia, necesitan estar aquí, tu padre perdió el poder de su país, no puede estar en un lugar donde lo están ca
Me observo en el espejo sin poder creer que me haya animado a utilizar este tipo de ropa, Me cuesta mucho usar ropa sexy, pero hoy quería arriesgarme, estaba de aniversario con mi esposo, así que era la ocasión perfecta para hacerlo. Decidida subo a la habitación para poder esconderme mientras él llega, como una chica pequeña me escondo detrás de las cortinas de la habitación y en ese preciso momento siento el sonido de la puerta.Observo con mis ojos llorosos como mi esposo y mi mejor amiga entran casi desnudos besándose apasionadamente. Mis manos me tiemblan y todo mi cuerpo igual, rápido salgo de mi escondite para poder enfrentarlos—Saúl, ¿Cómo pudiste hacerme esto?— Él se aleja de la que era mi mejor amiga, y me observa de arriba abajo como si fuera un bicho raro.—¿Qué rayos haces vestida así?. Sonrío negando porque no puedo creer que él me diga algo como eso cuando acabé de encontrarlo siéndome infiel con la que era mi mejor amiga.—Te ves ridícula en esa ropa, ¿no te das cue
Me remuevo incómoda sobre una superficie que no puedo descifrar, por un momento pienso que estoy en mi cama, pero luego recuerdo que ayer descubrir que mi esposo me engañaba con mi mejor amiga. Abro los ojos asustada incorporándome de golpe para encontrarme con una habitación grande de color blanca con decoraciones negras.Empiezo a hiperventilar porque no sé donde estoy y los recuerdos de los hombres que me querían dañar llegan a mí, así que me levanto de la cama rápidamente y cuando voy a dar un paso hacia la puerta escucho el sonido de la regadera. Me detengo de golpe y observo la puerta medio abierta a mi costado, la curiosidad por saber quién está en ese baño me gana, por lo que camino hasta allá y observo un hermoso y corpulento cuerpo bajo el agua, cierro con fuerza mis ojos al recordar que la noche anterior alguien me ayudo a que esos hombres no me lastimaran, así que imagino ese debe ser él, cuando voy a intentar salir del baño sin llamar la atención del hombre, golpeo la pu
Necesitaba regresar a casa para poder sacar algunas de mis cosas, estaba decidida a divorciarme de Saúl, no quería estar atada a un hombre miserable como él que fue capaz de verme la cara por no sé cuanto tiempo. Tomo un taxi con el poco dinero que encontré en mi chaqueta y luego de llegar a casa, entro esperando no encontrarme con ese hombre, cuando observo que no hay nadie, subo las escaleras y entro a la habitación que fue nuestra por los últimos años.busco rápidamente una maleta para poder colocar lo poco que tengo en ella, en el armario tomó mi ropa y también la caja en la que ahorre el poco dinero que Saúl me daba, con eso podre vivir un par de días mientras consigo algo en que trabajar, puede que mi carrera de contadora sirva ahora. Salgo de la habitación y me encuentro con el hombre que decía amarme y que me traiciono el día de nuestro aniversario—Pensé que no regresarías más, pero al parecer no puedes alejarte de mí—aprieto con fuerza las manos a mis lados.—Solo vine
—¿Te crees más que nosotras?, ¿eso es lo que quieres decir?¡Mierda!, no debí decir eso, estas mujeres pueden matarme.—No quise decir eso, ustedes están malinterpretando todo.La mujer que parece ser la líder de ellas se acerca a mí y aprieta mi rostro con fuerza.—Eres una pobre estúpida con dinero que se cree más que las demás, así que vamos a enseñarte que no es así y que todos estamos hechos de la misma mierda.Grito con fuerza cuando me golpea el rostro haciendo que caiga al piso con fuerza.—¡¿Qué están haciendo?!.Me observan con una gran sonrisa en el rostro que me recorre el cuerpo de pies a cabeza.—Dándote una lección.Niego cuando de nuevo se acerca a golpearme.—¡No me toquen, no se les ocurra tocarme!.Peleo con todas mis fuerzas, pero es inútil, son tres contra mí, siento como golpean mi rostro y abdomen con fuerza, veo estrellas y todo me da vueltas, necesito que se detengan o van a matarme. Sigo pateando y peleando hasta que escucho como llega un guardia—¡¿Qué rayos