Me miro en el espejo por última vez para luego guardar los cuchillos y mi arma en mi cintura, hoy tendremos la primera carga de armar de los rusos, estoy muy nerviosa porque será mi primer trabajo y no quiero cagarlas.Reece me tiene cansada con tanto desprecio, así que voy a callarle la boca, él me metió en este mundo y haré que se trague sus palabras por creer que no puedo y es más que yo. Bajo las escaleras encontrándome con Roce al final.—¿Estás lista? —Asiento.—Más que nunca —Sonríe asintiendo.—Si se pone fea la cosa corres al auto y yo me encargo —Niego.—No, eso no pasará, estoy lista y preparada para esto, así que no saldré corriendo como una maldita cobarde.—Esto es asombroso, mi madre te hizo a su imagen y semejanza —gruño—Solo hizo que dejara de ser la estúpida que todos querían pisotear, ¿podemos irnos? —Asiente sonriendo. Llegamos a una carretera a las afueras de la ciudad, un tipo de desierto o algo así, suspiro bajándome de la camioneta con una de mis navajas en l
Pensé que Reece estaba hablando mierda, pero me equivoque, el maldito me cogió con todas las fuerzas y me dolía el maldito cuerpo, terminamos como a eso de las dos de la mañana, no sabía de donde sacaba tanta energía, pero no me quejaba, lo disfrute y mucho. Desperté sola en la cama, con una nota al lado de mi almohada que me hizo sonreír y rodar los ojos.“Te espero abajo, tengo algo para ti, no demores o subiré por ti.”Ruedo los ojos cuando leo las palabras de Reece, el tan amable y romántico como siempre, no puedo creer que ese bastardo me guste, está enfermo y siento que yo también lo estoy empezando a estar sintiendo este tipo de cosas por él. Suspiro levantándome de la cama para darme una ducha y luego cambiarme, cuando ya estoy lista bajo las escaleras encontrándome con Artemisa que me sonríe.—Buenos días, mi hermosa niña —Bufo.—Sabes que odio que me digas así.—Que lastima, porque no pienso cambiar eso.—¿Qué pasa? —Levanta una ceja en mi dirección.—¿Por qué debería de p
Llegamos a un club parecido al que fuimos la vez pasada que supe que Reece era un maldito loco que mataba a diestra y siniestra, esto no me da buena espina y si es algo parecido a lo de la otra vez voy a cachetearlas porque no pienso pasar por lo mismo de la primera vez.—Si este lugar es igual que el anterior, les voy a decir que no pienso entrar —Aurora rueda los ojos.—No llorona, no es como ese, en este solo se viene a buscar con quien coger y emborracharse.—Yo no pienso coger con nadie y mucho menos emborracharme.—Tú no, pero nosotras si lo haremos, así que cierra la boca y mejor entremos.Suspiro entrando detrás de ellas y encontrándome con un lugar lleno de personas que se mueven al ritmo de la música sin parar, bueno, por lo menos este si no es como el anterior, no quiero ver sangre por una noche en mi vida.—Ven, vamos a la zona vip, pediremos unos cócteles y nos divertiremos.Asiento caminando con ellas hasta ese lugar, cuando llego arrugo mi entrecejo, cuando veo a Artem
Me preparo para responderle, pero la puerta es aporreada de una manera para nada delicada y eso hace que Reece gruña con fuerza.—Voy a romperle la cara a quien está interrumpiendo ahora mismo.—Qué pena que dañe su maldito polvo, pero tenemos que salir de aquí, los calaveras están atacando el club —Reece aprieta los dientes con fuerza saliendo de mí.—Malditos bastardos de mierda, debí matarlos cuando tuve la oportunidad —Lo miro confundida.—¿Quiénes son las calaveras?—Bufa subiendo sus pantalones.—Ahora no tengo tiempo para explicarte, cámbiate, vamos a salir —Asiento arreglándome rápido —. ¿Trajiste tus cuchillos? —Sonrío.—Es como mi anillo de matrimonio, siempre va conmigo.—No pensé que ese pedazo de metal te importara.—Y no me importa, pero es lindo y se me ve bien —Rueda los ojos cargando su arma.—¿Lista? —Asiento con uno de mis cuchillos en la mano.—Estoy lista. Con un asentimiento abre la puerta y nos encontramos con Aurora del otro lado que se ve enojada y nerviosa a
Quería fastidiar un poco a Reece, así que busque el vestido más descubierto que encontré, tenía una abertura en la pierna izquierda y la espalda descubierta, sonrío mirándome en el espejo por última vez para salir de la habitación encontrándome con mi maldito guardaespaldas que sonríe negando cuando me ve.—Vas a ocasionar una tragedia hoy mujer —Ruedo los ojos por sus palabras.—No le dije que me llevará, solo quería tomar una maldita ducha y dormir toda la noche.—Qué pena belleza, pero tienes muchas cosas que hacer, así que deja esa cara y sonríe, te ves mejor de esa manera —Lo miro con una ceja alzada.—¿Estoy loca o estás coqueteando conmigo? —ríe fuertemente.—Me caes muy bien nena, y si estuviera solo hasta lo haría, pero no quiero terminar sin polla, mi esposa está un poco loca.—Eso como que es muy normal en esta gente, las mujeres están más locas que los hombres —Asiente sonriendo.—Eso no lo discuto.Bajamos las escaleras encontrándonos con Reece y Aurora, la última me mira
Caminamos hasta la pista y siento la mirada de todos sobre nosotros, no presto atención y coloco mis manos en el hombro de Aron, no estoy en la organización, aquí pueden mirar y tocar y sé que Reece no podrá hacer nada, no le conviene un escándalo. Sonrío buscándolo con la mirada mientras bailo muy pegada al chico, al final lo encuentro en otro lugar diferente al que lo vi hace poco, está al lado de una hermosa rubia, que parece decirle algo, pero él no presta atención porque sus ojos están en mí y en la mano que tiene el hombre en el inicio de mi trasero. Aprieto mis labios para no reírme por la expresión de sufrimiento y furia pura que tiene Reece, ojalá sufra mucho maldito, se lo merece.—El hombre de esa esquina no deja de mirarme como si fuera a destriparme —ríe Aron, pobre.—Es un loco, no prestes atención, parece que tiene un problema grande.—Sí, pero también tiene mucho poder y dinero, se dice que es un mafioso muy peligroso —Me alejo fingiendo sorpresa.—¿En serio? —Asient
Parece que el hombre está en problemas por una mujer, en realidad el hombre no es feo, es muy atractivo, para la edad que tiene está bien cuidado y hasta mejor cuerpo que un hombre más joven que él, lo único horrible que tiene es que parece un muerto, no habla y aparece como un puto fantasma.—No me importa Dimitri, te dije que tenías que quedarte con ella, no puedes dejarla sola, la necesitamos de nuestro lado —Él gruñe con fuerza.—Pero es una maldita loca Reece, apareció en mi cuarto completamente desnuda, esa niña puede ser mi hija —Reece ríe fuertemente.—¿Y tú te resististe?—¡Claro que sí, es una mocosa!—Pues me importa poco si lo es o no, necesito que estés a su lado, cuando esté preparada y de nuestro lado tráela aquí, necesita conocer a su familia —gruño porque me siento una estúpida aquí parada.—Me largo, no sé qué mierdas, hago aquí parada cuando no me dicen una mierda.—Si me das una buena mamada, te digo —dice Reece.—Eres un maldito asqueroso —Sonríe levantando los ho
Después de esa rara conversación con Reece en donde prácticamente me dijo que tenía si o sí que tener un hijo me di un delicioso baño de tina con Reece detrás de mí tocándome solo para conseguir algo o calentarme nada más, debía dejar de tomarme las pastillas de planificar y eso me tenía un poco preocupada, esperaba que él no descubriera que las había estado tomando, porque si era así sabía que tendría un gran problema con él. Salgo del baño para encontrarme con mi maldita suegra que no me deja en paz ni cagando.—¿Acaso no tienes vida Artemisa? —Rueda los ojos fastidiada.—Lo tendría si no tuviera que cuidarte el culo a cada momento —río negando.—Eso no es verdad, he podido defenderme yo sola sin ningún problema, así que no sé de qué rayos hablas —Suspira sacando mis pastillas de planificar de atrás de su espalda.—¿Y esto?, si mi hijo se da cuenta de que estabas tomando esta mierda, va a enloquecer.—No sé qué mierda tienen con eso, ¿Para qué rayos quieren un bebé con urgencia?—N