La veo caminar dentro del lugar y hago lo mismo, jadeo cuando veo a una pantera como la que asesine caminar por una jaula que parece más la selva que algo diferente, la mujer se acerca a ella y con un silbido el animal se acerca a ella recibiendo la caricia que le da, no puedo creer que un animal como ese esté tan dócil, recordar que uno de esos casi me mata no me dejan verlos como algo más que asesinos.—Ven aquí niña, necesitas conocer a mi bebé —Vacilo, pero al final lo hago.—¿Es suya? —Asiente.—Se llama Monstruo, está conmigo desde bebé, por eso es así de dócil, pero solo conmigo, si entras hay podría quitarte la cabeza.—Sí, eso me queda muy claro, pero quiero saber qué hago aquí —ríe fuertemente.—Eres mi vivo reflejo, inocente, hermosa, inteligente y tan ingenua que enferma —gruño por sus palabras.—Parece que eso es más un defecto, me han visto la cara varias veces por eso.—Lo imagino, pero tranquila, eso va a cambiar —La miro confundida.—¿Qué quiere decir con eso?—Voy a
Él solo asiente pasando por mi lado, golpeando mi hombro con fuerza, ¿Qué mierdas le pasa a este loco?—Ser la protegida de mi madre no te va a salvar Picola Regazza, me debes muchas aún.—No te tengo miedo, puedo partirte la cara sin ayuda —Ríe besando mis labios con fuerza.—Veremos cuanto te dura esa valentía de mierda que tienes.Sale de la habitación dejándome con un mal sabor de boca.—Tendré más trabajo del que creía contigo, niña —Bufo, esto será una mierda.Cuando esa mujer dijo quesería su aprendiz jamás imagine que lo tomaría tan en serio, no solo me ha metido en jaulas con leones, panteras y tigres, también ha hecho que me apuñalen más de dos veces, me corto el cabello, me tatuó una parte de mi cuerpo y me enseño a ser la mejor manejando los cuchillos, esta loca.en realidad es una maldita mercenaria, no puedo creer que esa mujer llego hacer como yo, llevo entrenado junto a ella tres meses y he aprendido más que en todo el tiempo que lo hice con sus hijos, es una sanguinar
Las palabras de Reece hicieron que algo dentro de mí se activara de una manera sorprendente, estaba eufórica y una gran sonrisa se apoderó de mi rostro, sabía que si ganaba esto, tendría más ganado de lo que pensaba, no solo le cerraría la boca a más de uno, sino que jodería a Reece como quería.El bastardo me gustaba no iba a negarlo, no estaba enamorada de él, pero si me atraía de una manera poco inusual, me fascinaba sacarlo de quicio y una parte de mí le fascinaba su agresividad en el sexo, así que joder sus polvos me encantaba más de lo que creía.—Quita esa cara de estúpida y concéntrate, vamos a entrar —Asiento preparando mis cuchillos —.¿En serio?, ellos tienen ametralladoras y tú escoges tus estúpidos cuchillos.—Puedo matarlos más rápido que ellos con un arma, creo que te lo demostré hoy en la mañana —gruñe con fuerza.—Sí, recuérdame que debo poner ese culo rojo.—Antes de que hagas eso te corto las bolas —Ríe preparando su arma dorada.—Pues te jodes, si ganas esto tendrá
Me observo en el espejo sin poder creer que me haya animado a utilizar este tipo de ropa, Me cuesta mucho usar ropa sexy, pero hoy quería arriesgarme, estaba de aniversario con mi esposo, así que era la ocasión perfecta para hacerlo. Decidida subo a la habitación para poder esconderme mientras él llega, como una chica pequeña me escondo detrás de las cortinas de la habitación y en ese preciso momento siento el sonido de la puerta.Observo con mis ojos llorosos como mi esposo y mi mejor amiga entran casi desnudos besándose apasionadamente. Mis manos me tiemblan y todo mi cuerpo igual, rápido salgo de mi escondite para poder enfrentarlos—Saúl, ¿Cómo pudiste hacerme esto?— Él se aleja de la que era mi mejor amiga, y me observa de arriba abajo como si fuera un bicho raro.—¿Qué rayos haces vestida así?. Sonrío negando porque no puedo creer que él me diga algo como eso cuando acabé de encontrarlo siéndome infiel con la que era mi mejor amiga.—Te ves ridícula en esa ropa, ¿no te das cue
Me remuevo incómoda sobre una superficie que no puedo descifrar, por un momento pienso que estoy en mi cama, pero luego recuerdo que ayer descubrir que mi esposo me engañaba con mi mejor amiga. Abro los ojos asustada incorporándome de golpe para encontrarme con una habitación grande de color blanca con decoraciones negras.Empiezo a hiperventilar porque no sé donde estoy y los recuerdos de los hombres que me querían dañar llegan a mí, así que me levanto de la cama rápidamente y cuando voy a dar un paso hacia la puerta escucho el sonido de la regadera. Me detengo de golpe y observo la puerta medio abierta a mi costado, la curiosidad por saber quién está en ese baño me gana, por lo que camino hasta allá y observo un hermoso y corpulento cuerpo bajo el agua, cierro con fuerza mis ojos al recordar que la noche anterior alguien me ayudo a que esos hombres no me lastimaran, así que imagino ese debe ser él, cuando voy a intentar salir del baño sin llamar la atención del hombre, golpeo la pu
Necesitaba regresar a casa para poder sacar algunas de mis cosas, estaba decidida a divorciarme de Saúl, no quería estar atada a un hombre miserable como él que fue capaz de verme la cara por no sé cuanto tiempo. Tomo un taxi con el poco dinero que encontré en mi chaqueta y luego de llegar a casa, entro esperando no encontrarme con ese hombre, cuando observo que no hay nadie, subo las escaleras y entro a la habitación que fue nuestra por los últimos años.busco rápidamente una maleta para poder colocar lo poco que tengo en ella, en el armario tomó mi ropa y también la caja en la que ahorre el poco dinero que Saúl me daba, con eso podre vivir un par de días mientras consigo algo en que trabajar, puede que mi carrera de contadora sirva ahora. Salgo de la habitación y me encuentro con el hombre que decía amarme y que me traiciono el día de nuestro aniversario—Pensé que no regresarías más, pero al parecer no puedes alejarte de mí—aprieto con fuerza las manos a mis lados.—Solo vine
—¿Te crees más que nosotras?, ¿eso es lo que quieres decir?¡Mierda!, no debí decir eso, estas mujeres pueden matarme.—No quise decir eso, ustedes están malinterpretando todo.La mujer que parece ser la líder de ellas se acerca a mí y aprieta mi rostro con fuerza.—Eres una pobre estúpida con dinero que se cree más que las demás, así que vamos a enseñarte que no es así y que todos estamos hechos de la misma mierda.Grito con fuerza cuando me golpea el rostro haciendo que caiga al piso con fuerza.—¡¿Qué están haciendo?!.Me observan con una gran sonrisa en el rostro que me recorre el cuerpo de pies a cabeza.—Dándote una lección.Niego cuando de nuevo se acerca a golpearme.—¡No me toquen, no se les ocurra tocarme!.Peleo con todas mis fuerzas, pero es inútil, son tres contra mí, siento como golpean mi rostro y abdomen con fuerza, veo estrellas y todo me da vueltas, necesito que se detengan o van a matarme. Sigo pateando y peleando hasta que escucho como llega un guardia—¡¿Qué rayos
Asiento sin decir nada y entramos a la gran mansión. El lugar está lleno de personas de negro con armas en sus cinturas, vaya, el señor sí que tiene seguridad por todos lados, creo que ahora sí creo que lo que dicen de él es verdad. Caminamos hasta una puerta que él abre y me invita a pasar, cuando entramos veo a un hombre de su misma edad sentado fumando un puro y a su lado un hombre de unos cuarenta años. Recce camina hasta ellos para sentarse en la silla frente al escritorio y prende un puro.—Ven niña, no tengo todo el día —Asiento caminando hasta la silla vacía al lado de el hombre mayor.—Te dije que la ayudaras, no que la volvieras tu perra —Aprieto los dientes cuando lo escucho decir eso.—Cierra la boca Dimitri —El viejo solo sonríe —. No soy un hombre que se ande con rodeos, así que voy a ser claro, tú tienes una deuda conmigo y no tienes un centavo, así que vamos a hacer un trato, necesito una mujer para tener un hijo —Abro los ojos espantada —. Tengo casi treinta y ocho a