Comprada por el alpha
Comprada por el alpha
Por: Yoxi arias
Capitulo 1

Dasha

Siempre oí a mi madre decirme que cuando creciera sería alguien, ahora soy toda una mujer de 18 anos y soy la plaga que nadie quiere acercarse.

Mis padre murieron hace 2 años, mi lobo no despertó a los 16 años como debió ser, mi madre esa noche me abrazó y me susurraba que mi lobo estaba dentro de mi pero por alguna razón no despertaba aún, luego el siguiente día atacaron la manada y los perdí a ellos, el alpha me asigno a una casa de acogida donde todos los chicos huérfanos vivirían hasta la mayoría de edad, hoy creía que sería libre.

La verdad es otra, seré vendida para ocuparme de todo lo que mi dueño me exiga, la manada no puede seguirme manteniendo y como no soy productiva en batalla o en cualquier área tendrán que venderme.

— Dasha Williams, sígueme— Sigo a la Señora encargada de esta casa, desde que me contaron que sería vendida junto otros chicos que son débiles el estómago se me a revuelto, mis padres dieron su vida protegiendo está manada y como le pagan vendiendo de esclava a su hija.

— Para donde vamos Señora— No responde y camino cerca de ella.

Llegamos al coliseo donde siempre se presentan las peleas entre los lobos más fuerte de la manada. Mi padre fue campeón por años.

Una lágrima rueda por mis ojos, fui tan feliz y todo se fue a la basura.

Entramos a la arena hay como una especie de tarima armada, trago saliva, me miran con burla, otros con pena.

Hay miradas lascivia eso es lo que más temo, que me compre alguien que solo quiera lastimarme, aquí no tengo familia, no conozco a la familia de mis padres y nunca me contaron nada sobre ellos, como quisiera tener una mano amiga en estos momentos.

Recuerdo esos ojos verdes selva, esa sonrisa y esa mano que siempre estrechaba cada vez que me caía, el no me dejaba atrás como los demás, hace mas de diez años que no lo veo, la muerte de su madre le dolió tanto o más que a su padre, se fue a entrenar muy lejos.

— Señores y Señoras estamos aquí para empezar la subasta, estos chicos son los más débiles de la manada, no tienen nada que ofrecer, los hemos acogido por mucho tiempo y es hora de pagar, serán vendidos al mejor postor—

Miró a mi alrededor, somos un total de 7 personas que seremos venidos, 4 chicas y 3 chicos, varios los vi en la casa de acogida pero otros no los conozco.

— Comenzaremos, tienen sus números en las tablillas que les dimos, la alzan y dicen su apuesta—

Empiezan con una chica, luego un chico y las sumas son altas, por lo que dicen seremos esclavas de estas personas por 5 años luego seremos libres para hacer con nuestra vida lo que se nos de la gana, pero si en el proceso conseguimos nuestro mate el contrato se anula, que suerte yo no tengo lobo así que es imposible conseguir tu alma gemela.

Cuando dicen mi nombre doy un paso adelante, siento una fuerte mirada, veo a mi chico con una gran musculatura, sus ojos son de un verde intenso, viste dé traje y su mirada hace que se me erice la piel.

— Quién da mil dólares por esta omega, no tiene lobo pero sería buena en los oficios del hogar— Mi mejor amiga Mariana reunió mucho dinero para poder comprarme pero la apuesta está alta y no creo que lo que reunió nos ayude mucho.

La veo levantar la tablilla con su numero y sonrió, es mi única amiga desde niña y fue la única que no me abandono cuando todas las desgracias se me vinieron encima.

Veo muchas tablilla en lo alto, empiezan a decir números cada vez más altos y mi amiga, deja de levantar la tablilla, no tiene más dinero.

Veo a un hombre con mirada siniestra, un escalofrío sube por mi columna y no me gusta mi instinto me dice que no será bueno si el me compra.

Cuando ya la apuesta va por 30 mil y creo que seré vendida a ese hombre, el hombre con hermosos ojos se levanta— Ofrezco 100 mil dólares por la chica, no tengo tiempo que perder—

Todos quedan quietos por el tono de voz, nadie ofrece más dinero— Vendida al señor—

— Dylan Mercuri— Quedo con la boca abierta, el es mi alpha, el heredero de nuestro ex alpha, el es esa niño que siempre me ayudaba pero al mirarlo solo veo, dolor, rabia y oídio, ese chico divertido y amoroso ya no está.

— Vendida a Dylan Mercuri, Felicitaciones Alpha.

El no dice nada, uno de sus guardias me baja por mi brazo sin importarle si está siendo rudo o no.

Me suben a un auto, y viajo sola sin saber para dónde iremos o que are de ahora en adelante, estos 5 años serán largos.

Llegamos a una mansión gigante, pensé que él se mudaría a la casa del ex alpha pero por lo que veo me equivoqué.

Un guardia me indica que baje y eso hago.

Me agarra nuevamente del brazo y me arrastra hasta la casa, cuando entró veo a varias chicas y una Señora mayor que reconozco como el ama de llaves de la mansión Alpha.

— Teresa que gusto verte de nuevo— Ella me queda mirando hasta que me reconoce.

— Mi niña a pasado mucho tiempo como has estado, estás muy delgada que a sido de tu vida—

— Cuando mis padres murieron no tenía a nadie así que me llevaron a una casa de acogida y al cumplir la mayoría de edad al no tener nada, me acaban de vender y Dylan me compro, creo que trabajaré en esta casa— Su semblante cambia y se pone roja de la rabia, no me responde nada solo se va por un pasillo.

Me quedo mirando todo fascinada, la casa es muy moderna, luego de un rato entran Dylan y Teresa, el primero con semblante serio.

— Como ya saben soy dylan mercuri y soy el sucesor del Alpha actual, trabajarán para mí, quiero disciplina y respeto, lo que yo diga es ley, Teresa se encargará de asignarles sus labores— Se va dejando una tensión palpable.

Teresa empieza a indicar las labores todas las chicas están emocionadas por estar cerca del Alpha y a mi me da igual, se que el nunca se fijaría en mi, necesita a su mate que le dé un heredero, será que ya la consiguio.

— Dasha tu serás mi asistente, lo que te pida debes hacerlo—

— Como ordene Señora Teresa—

— Nada de Señora, Teresa ahora ve a subirle el almuerzo al joven, ya estoy vieja para subir tantas escaleras y no quiere comer en el comedor—

Vamos a la cocina por la bandeja, subo hasta el tercer piso y tocó la habitación, pero nadie me da el paso, esto está pesado y no quiero que se me caiga, así que abro la puerta como puedo, y la loción de este hombre está impregnada por toda la habitación, dejo la bandeja en la mesa del centro de la habitación y cuando voy a salir una puerta se abre y dios santo, Sale Dylan como dios lo trajo al mundo.

— Diablos— Me tapo los ojos, doy la vuelta y salgo a toda prisa.

Ese hombre no puede ser real.

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