Emi.Algo, paso en el lago, quizás Ruyman se dio cuenta de mis sentimientos, y quiso poner separación entre nosotros, nos sé, pero algo cambio.Lo sentí desde que salimos del lago. Nos había costado recuperar la ropa, de hecho, ni mi ropa interior, ni mi camisa fueron recuperadas, intenté bromear con este hecho, pero el silencio de Ruyman y la expresión de su cara, me hizo desistir del intento. Cuando llegamos al coche el colocó sobre mis hombros lo único que estaba secó, su chaqueta de se había quitado antes de subirse al coche, en esa escenita de macho ofendido que montó en el aparcamiento.- “Gracias”- le dije y lo miré tímida, me sentía insegura, no entendía que después de una alucinante relación sexual, se mostrara incluso más serio e inaccesible, que cuando llegamos.- “Primero guapa, no fue una relación sexual cualquiera, al menos para ti, eso fue hacer el amor, y si tan raro lo vez habla con él, pero como una persona, con tranquilidad, que después de la que montantes antes es
Rihanna.- “¿No sé qué demonios haces aquí?, no eres más que una estúpida, ¿no tienes suficiente con el adolescente salido que tienes por jefe?, ¿y ahora, para que has venido hasta aquí a disculparte con la nueva señora Bencomo?, ¿no lo habías hecho ya hace dos meses?”- pregunta, tras pregunta se me multiplicaban en la cabeza.Sinceramente no sabía qué hacía en el campus donde estudiaba Emilia Bencomo, sólo sabía que tenía que venir, desde que me trasladaron, me dio tiempo para pensar, al principio, cuando la conocí, por culpa por mi enamoramiento absurdo y estúpido, de mi exjefe, quien nunca me vio como mujer, cometí muchos errores, tales como maltratar a sus amates de turno, creaba malentendidos, todo lo que hiciera falta para que ellas, pasaran a la historia.Hasta que llego Emilia Monti, supe que esa mujer era especial para él desde el momento, que se presentó en la oficina dando órdenes para que agilizara su matrimonio, aunque quería aparentar normalidad, y desinterés, años de tr
Emi. - “Señora Bencomo, su amiga ha sido drogada con un somnífero muy fuerte, por la cantidad que ha tonado por lo menos dormirá tres horas más antes de despertarse, y me temo que se levantará con un fuerte dolor de cabeza.”- mire a Medusa dormir.Parecía un ángel, en cierta forma lo fue, sino hubiera sido por ella, ahora mismo podría haber sido yo la que estaba acostada durmiendo, vete tu saber dónde y en manos de quién. Me sentí responsable por ella.Decidí que no me movería de su lado hasta que despertara. Mientras la contemplaba, su móvil comenzó a sonar sobre la mesilla, donde lo habían dejado las enfermeras.Miré la pantalla y ponía “Mi tesoro secreto”, pensé que podía ser su pareja o un familiar y decidí cogerlo, no quería que se preocuparan, además ellos tenían derecho a saber dónde estaba Rihanna.Pero al descolgar la sorprendida fui yo:- “Mamá, ¿Cuándo vienes a casa? La señorita me ha dado un premio por el trabajo que hice sobre la guerra de la independencia y…”- tuve que
Ruyman.- “Queda confirmado señor Bencomo ha sido provocado. Pero es extraño, aunque ha habido un herido leve, se observa que el incendio se hizo para no provocar muchos daños materiales, para que paciera un accidente menor un descuido tonto.”- me dijo mi jefe de seguridad.Mis padres habían ido al hospital a visitar a la camarera herida, que recibió algunas quemaduras leves, tratando de apagar el fuego con un extintor. Como se les había explicado en la clase de evacuación y protección antincendios, en caso de conatos pequeños.- “Extraño, ¿para qué se provoca un incendio que pronto es sofocado?, eso no es normal, algo buscarían, llamar la atención o algo.”- continuo el jefe de seguridad,- “¿Hay en el hotel una exposición de objetos valiosos, joyas, cuadro, arte en general o de algo de importancia, susceptible de robarse?”- pregunté.- “No hoy solo hay dos convenciones una es de médicos, y la otra de una asociación de periodista de libertad digital.”- me respondió.Justo en ese momen
Ruyman.- “No me gusta, ¿Por qué te empeñas siempre en ponerte en peligro?”- le dije a la maldita Andrómeda que en todo momento se negó a quedarse en casa, si yo iba al encuentro, con el supuesto espía. - “Da igual lo que me digas, lo importante, es que yo no me voy a quedar en casa mientras tú te arriesgas a quedar con una persona que perfectamente te pude estar engañando, o ser una trampa. Tu no conoces ese mundo, yo viví en él varias semanas, la mayoría drogada, no entiendes a lo que te enfrentas.”- aun así, por mucho que tratar de explicármelo aún no lo entendía.- “Y si es una trampa ¿qué diferencia hay entre que estes, o que no estes? Sabes perfectamente que la condición para que puedas venir y no te quedes en casa, es que no te bajas del coche, puedes ver lo que sucede en la tablet. Así que contéstame a la pregunta ¿qué diferencia hay?”- ella me miró, con cara de que tenía que pensar mucho lo que me iba a decir, o habría grandes posibilidades de que se quedara y no fuera.- “T
Ruyman.- “¿No sé qué ganas tú de todo esto? ¿Cómo sé que no me estas engañando para cometa un error y no sólo Marchetti se quede con gran parte de mis bienes, sino que se quede con lo que más desea, mi mujer?.”- dije a la voz que oí tras donde yo estaba sentado, junto a la pared de división de las dos mesas.- “No lo sabrá. Sólo tengo que decirle una cosa, más que usted, aun odio más a Humberto Marchetti, y su desaparición de este mundo seria para mí una alegría, más que una pena.”- me dijo.- “Si tan interesados estas, ¿por qué no entregas tu esta información a esas personas tan peligrosas?.”- le dije hartándome de este juego del gato y el ratón.- “Porque sólo la rotura de un contrato te libraría de lo que firmaste, si eso es lo que quieres, ¿o no?, y de pasó a mí me ayudas en mi venganza. Qui pro quo, como se dice, señor Marchetti.”- estas últimas palabras las dijo en español.- “No estás dando con un don nadie, si no fuera por ese contrato que firmé estúpidamente, ya habría arras
Emi.Mientras Lex me contaba que había sucedido en la casa, yo me iba haciendo una imagen mental. Al parecer, durante la tarde, habían saltado las alarmas en el sistema de seguridad de nuestra casa. Se había detectado a través de las cámaras un intruso que pronto fue identificado como Humberto Marchetti.Rápidamente se había generado un plan, para conseguir protegerme de que ese hombre accediera a mí, ya que no venía solo, al menos siete hombres le acompañaban. Los escoltas se habían distribuido por la casa, escondiéndose de manera estratégica, y dejando que únicamente Marchetti, accediera hasta donde se encontraba mi marido, en un principio al jefe de seguridad le pareció una locura, pero mi marido insistió en que podría con él.Los otros hombres fueron neutralizados rápidamente, el siguiente paso sería, aislar las habitaciones para que yo quedara encerrada en la mía, y así, estuviera resguardada de cualquier tipo de ataque que se pudiera producir, ya que no sabíamos si eran los únic
Ruyman.La vi caer y todo se me puso rojo, la vi caer y la furia me invadió, habían tocado a mi mujer, a ella, a lo que ahora mismo lo era todo para mí, la vi caer y todo me dio igual, él debía morir, nadie podía tocarla, nadie.Mientras lo golpeaba, más ira sentía, más la veía caer, una y otra vez, en mi cabeza, me cegué por completo, una persona como yo que es todo razón, es todo control, por primera vez en mi vida, odié, y nunca había odiado, pero por ella lo hice.Cuando consiguieron alejarme de él y calmarme entre cuatro hombre, me giré a buscarla estaba sobre el sillón alguien le había recogido y colocado allí, mientras Lex la revisaba.Aun no recuerdo como llegué hasta ella, e incluso, recuerdo haber apartado a Lex en mi camino. La cogí en mis brazos y la abracé, tenía un piquete en la frente, que ya no sangraba, pero para mí, era como si tuviera el corazón fuera del pecho. Fue en ese momento, cuando entendí el amor sin condición y sin freno que sienten mi padre por mi madre,