¡Di gracias! (II)

Alguien volvió a llamar a la puerta. Ben y Salma me miraron seriamente.

- Por cierto, me estoy poniendo nervioso... Muy nervioso. – dijo Ben, ciertamente esperando a Héctor detrás de la puerta.

Mi corazón se aceleró y fui, sin apenas sentir mis piernas, hacia allí. Mis dedos tocaron el pomo y tuve miedo de girarlo.

Luego me encontré cara a cara con Anon 1.

- ¿Anónimo 1? Entrecerré los ojos.

- Buenos días, señora Bongiove.

- ¿Que haces aquí?

Me entregó la caja, que reconocí de inmediato.

- El Sr. Casanova lo hizo entregar, con sus saludos.

- Dile que... Que... - Dios mío, no sabía ni qué decir. ¿No está tan subestimado como pensaba? ¿Que en el fondo tiene corazón? ¿Que tal vez pueda follármela donde quiera? ¿Qué... pasé la noche sin dormir pensando en su beso?

- ¿Quiero decir? Anón me miró.

- Gracias. Di gracias.

Anón sonrió:

- Señora Bongiove, no soy Anon 1. Porque no existe Anon 2. Entonces... Puede llamarme Anon. El otro guardia de seguridad, que acompaña al señor Allan Casanova, es
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo