-¿Quieres comer algo? Le digo que no, pero aún así saca algunas cosas de la cocina, me toma de la mano y subimos las escaleras a su habitación. Es grande como la mía – duerme aquí yo iré a la de mi hermano - ¿Enserio? – si, te dije que no te incomodaría – ya hemos dormido juntos ¿Lo olvidas? – déjame ir a ver a mis padres, les tengo que avisar que estás aquí - ¿Traes a muchas chicas aquí? – no, eres la primera que viene – es una verdadera sorpresa escucharlo decir eso, no imaginé que no trajera a nadie a su casa.

Llega en cosa de segundos - ¿Qué dijeron? – toma su teléfono que dejó en su escritorio – no están, los voy a llamar dame un minuto – sale de nuevo de la habitación, camino a la ventana, tiene una linda vista desde aquí, las calles de dónde vive son muy lindas, la iluminación y la humedad del suelo se reflejan dejando unos lindos tonos en naranja y amarillo – salieron, pensaron que no llegaría y se quedarán afuera – mi ansiedad se empieza a asomar, estamos solos y le di