Son solo los nervios los que me tienen al borde de un colapso. Son solo los nervios los que me tienen con un enorme hueco en el estómago por donde las lombrices están empezando a emerger y de eso modo a revolcar todo en mi interior. Son solo los nervios los que me tienen apretando como nunca las nalgas para que ni un viento se me pueda llegar a escapar. Son solo los nervios de tener en pocas horas a mi amor frustrado frente a frente que no he podido ni siquiera ponerme el vestido que Amelia escogió para mí.—Si no lo veo, es como si no estuviera presente — me digo a mí misma al espejo, deslizando la yema de los dedos por el encaje del vestido—. Si demuestras los nervios, más rápido te pillan, Emma. Solo relájate.Suspiré profundamente, sonreí y me puse el vestido con precaución para no arruinar el peinado. Retoqué el brillo rosa de mis labios antes de ir en la búsqueda de Amelia a su habitación.—Hola — asomé la cabeza por la puerta, quedando maravillada por lo hermosa y radiante que
ColinMe quedé en completo silencio viendo a la mujer frente a mí, esperando que diga lo que sea que vino a decir; contrario a eso, también mantuvo un silencio denso que estaba empezando a desesperarme. ¿Qué hace aquí? ¿Qué es lo que está buscando? Eso de querer hablar conmigo es más como una excusa para arruinar la boda de Amelia y Harper, porque se nota en las miradas que les da, que le duele que hayan unido sus vidas.—¿Qué es lo que quieres decir, Lili? — corté el silencio que se formó entre todos, atrayendo la mirada de las tres personas a mi lado, seguramente la de mis padres y también la suya—. Habla.—¿Podríamos hablar a solas, por favor?Resoplé molesto, indicando la salida de la iglesia con la mano.Lili le dio una mirada a Harper antes de darse la vuelta y enfilar a la salida.—No es necesario que hables con esa mujer. Es obvio que vino a molestar — Harper se veía enojado, y no era para menos.—Escucharé lo que sea que tenga que decir y le pediré que se vaya. Confía en mí
Todo indica que una maldición me ha caído encima, esa posibilidad abierta de que pueda llegar a ser el padre de ese bebé me tiene con la mente en blanco. Es decir, deseé con todas mis fuerzas tener muchos hijos con Lili, pero eso era cuando estaba tan perdido e idiotizado en ella. Ahora todo cambió, no solo porque ella nunca me amó, sino porque hasta este punto, ella ya no es lo que quiero en mi vida. Sería un completo imbécil si con todo lo que ha hecho, sintiera amor y deseos de firmarlo todo con una máscara de falsedad.Tengo gran parte de la culpa, porque fui yo quien fue a buscarla y acepté acceder a su cuerpo en búsqueda de un amor que nunca ha existido. Aunque para mí esa última vez me supo más a necesidad y costumbre que a amor. Después de todo, no conozco otra piel que no sea la de ella.Existe la posibilidad de que sea el padre de su bebé, ese es un hecho que no puedo cambiar de la noche a la mañana, pero también me enoja que haya tenido el descaro de buscar calor en otro cu
La Srta. E fue la primera persona que me vino a la mente mientras veía a Amelia y Harper bailando en su burbuja. Quizás sea ella ese alguien que llegó en el momento que menos lo esperaba. Le envié un mensaje sin pensar muy por qué quería hablar con ella, pero me desanimé bastante al ver que no había respondido a los mensajes que la noche anterior le había dejado.Nuestras conversaciones se han extendido a lo largo de los días, y a mi parecer no he dicho nada que la ofenda para que no responda a mis mensajes. Anoche extrañé sus «Dulces sueños» y esta mañana volví a pensar en sus «Buenos días, bizcocho».No sé por qué ese pensamiento me llevó a mirar a Emma, quien mordía una de sus uñas sin dejar de mirar fijamente su teléfono. Su sonrisa nerviosa no me pasó desapercibida, tal vez está hablando con su novio o algún pretendiente y por esa razón está tan perdida de todo a su alrededor. Tenía toda la intención de escribir, porque parecía hacerlo y luego sacudía la cabeza, volviendo a lleva
EmmaDescribir lo que siento en este momento tan sublime de mi vida me resulta casi imposible. Me siento flotando en lo más alto del cielo, embobada por ese aroma a hombre y ese calor que brota todo su cuerpo y trata de derretir el mío. Sus ojos son tan grises, tan puros y tan divertidos, que hasta muero por ser la única dueña de esa mirada tan traviesa e intimidante.«Debo estar muerta o soñando, es eso lo que debe estar pasando ahora mismo. Este Colin no es real». Cerré los ojos y apoyé mi cabeza sobre su pecho, maravillada con su perfume y los intranquilos latidos de su corazón. Disfruté de este sueño tan palpable y único, pegándome aún más a su cuerpo y acariciando sus brazos poco a poco.Sentí de repente tantas ganas de llorar, esto es un sueño del cual no quiero despertar nunca. Nadie puede sentir esto que estoy viviendo entre los brazos del hombre que he amado desde hace mucho tiempo y que hace unos meses ni siquiera sabía de mi existencia, pero ahora me hallo entre sus brazos,
—No quiero acercarme a ti con mentiras y malas intenciones, por eso te voy a dictar mi carta de presentación para que luego no salgas corriendo como otros — desvié la mirada—: Soy intensa, un poco sarcástica y grosera cuando hace falta relucir la clase. A veces no controlo lo que digo, pero estoy trabajando en que mi lengua no se vaya sin sentido alguno cuando no hace falta. Hago amigos con facilidad, soy bastante sociable y agradable cuando me lo propongo, pero soy el tipo de persona que insiste en construir amistades hasta con personas que no quieren saber nada de mí. Así como tengo temple para decirte las cosas en la cara sin pañitos de agua tibia, también soy una estúpida. No sé por qué razón las personas se alejan de mí, si lo único que trato de hacer es ser siempre yo. Muchos me han dicho que es porque soy intensa y que voy muy rápido en la vida, pero no sé cómo es andar a paso de tortuga. Trato de cambiar y de controlar mis defectos, pero no funciona, siempre seré la chica agra
Al llegar a casa de Amelia y Harper, aseé a Serena, la cambié de ropa y le di su biberón antes de acostarla a dormir. No tenía contemplado nada de esto, Amelia nunca lo mencionó, por lo que me resulta fascinante que esté a pocos pasos de él. Pero también estoy tan nerviosa de pasar toda una semana viviendo y compartiendo espacios con él. Verlo a cada segundo no será más que uno de mis tantos sueños. Ahora sí comprendo esa oración que dice: «Está tan lejos y tan cerca a la vez». Es una tortura no poder sacar mis sentimientos a flote frente al hombre con el que me he hecho un mundo en mi cabeza sin llegar a asustarlo. Así que mejor me mantengo reservada en ese aspecto, no quiero que piense que estoy tan mal de la cabeza al hacerme un mundo con él.Nerviosa y con mil ideas en la cabeza, salí de la habitación de Serena hacía donde Colin. Lo encontré estirado a sus anchas en el sofa, ya no tenía puesto su gabán y su camisa blanca la tenía arremangada hasta los codos, dejando ver una magní
ColinEmma es una chica muy divertida y ligera, casual y sin restricciones en la lengua. Quizás un poco descarada cuando me coquetea sin filtro ni vergüenza, pero una persona de gran corazón. Lo poco que llevo conociéndola en estos últimos cuatro días, hemos iniciado una amistad que espero prevalezca por mucho tiempo. Me gusta que sea tan natural y especifica en todo lo que hace. Además de que su comida me tiene delirando y suspirando. El cuidado de Serena lo hemos sabido llevar sin mayor problema. Ella se encarga de asearla y vestirla, y yo me encargo de darle de comer y dormirla. Si pudiera quedarme pequeño toda la vida, devolvería el tiempo y lo haría, con ello no tendría todas estas preocupaciones que no me permiten tener paz conmigo mismo. No he pensado en la situación que me encuentro con Lili, la verdad Emma y Serena me ha hecho olvidar de esa mujer que no merece ni que la tenga en el pensamiento. Gracias a la compañía de ellas, es que no he caído en esos pozos donde antes me