Adriano Mi cabeza da vueltas, de rabia. No puedo creer que todo salga mal y la maldita mujer no quiera aceptar el trato con nosotros… ¿Quién pu7as se cree? no entiendo porque ella cambia de opinión y juega con mi cabeza. No tengo claro que debo hacer para que ella caiga en mi juego, es mi maldito juego y no el de ella. Me quedo mirando como ella baila, con tanta sensualidad que hace que deba apretar mi centro, evitando que algo en él crezca. Ese hombre, ese que fue con ella a la reunión está aquí, sin contar que la está besando y tocando de una manera bastante estresante para mí, claramente no quiero que ella esté feliz, no quiero que ella esté bien porque eso arruinaria de muchas formas lo que tengo planeado. Entre peor le vaya mucho mejor, porque sé que es una de las formas que puedo aprovechar para desquitarme y sacar todo el odio que traigo acumulado.Él la toca de forma sensual y ella parece disfrutarlo, todo esto está haciendo que mi cabeza explote. No puedo creer que mientras
CharlotteLlegué hasta la azotea de la casa de Nicol, allí es donde puedo estar cubierta la mayor parte del tiempo, al menos hasta darme cuenta exactamente que sucedió, en especial si eso era para mí o para cualquier otra persona que estuviera en el lugar. No tardó en llegar Luciano, con un hombre, lo tenía sujeto y apuntaba en su cabeza, evitando que de esa forma él se escapara de su agarre. —Te traje uno de los que estaba disparando, no fue difícil someterlo. Al parecer dejaron de seguir una orden y pretendieron camuflarse con los demás. Aquel hombre no dice nada, mantiene su mirada helada y sin rumbo. Nicol también llegó, ella mira la escena sin poder opinar nada, su trabajo poco tiene que ver con el mío. así que no tiene permitido hacer preguntas o dar ideas, sin embargo, nosotros sí podemos prestarles alguna ayuda, ofreciendo mercancía de cualquier tipo, claro está, ella debe darme un mayor porcentaje de ganancias. Me quedé mirando a Luciano, está realmente furioso, lanza al
CharlotteLlegué temprano al puerto, hoy llegaba uno de los cargamentos más importantes del último trimestre. Con este cargamento podremos suministrar pedidos a unos cuantos países más. Luciano está encargado de verificar que la cantidad sea correcta. Me hago a un lado. Este último cargamento, lleno de armas me costo demasiado dinero, por tal motivo debo garantizar que sea entregado en mayor medida a las manos correctas, no me gusta que las cosas se salgan de control. Se acerca Fabrizio, él hace silencio ante lo que ve, creo que fue suficiente advertirle que no puede hacer nada que ponga en peligro la vida de su tía, es el único familiar que le encontramos y eso lo voy a aprovechar de sobre manera, lo que me sorprendió fue como él tomó las cosas tan bien, como si estuviera esperando que yo le diera este "voto de confianza" para poder sentirse importante, supongo que fue por su pasado triste y precario, de alguna forma me identifico con él, sufrió tanto de niño que siento que es la pe
CharlotteEntramos al contenedor, este era uno de mis favoritos, aquí fue donde cometí uno de mis primeros “delitos” , lo invité a sentarse en una de las tantas sillas que habían, retiré las gafas de sol que tenía puestas, él estaba mirando con desconfianza, se veía completamente serio y unas cuantas gotas de sudor aparecieron en su frente. —¿Qué hacemos acá? —él cuestiona, su voz sale ronca. Pasa un escalofrío por mi cuerpo. Definitivamente, él deberá calmar esa sed que está creciendo dentro de mí, de alguna u otra manera. —Quiero mostrarte lo que sucede cuando alguien se entromete en mis asuntos. —Su rostro cambió. —Meterme en tus asuntos es ¿querer trabajar en conjunto contigo? porque si es así, te veo mal —dice como si me estuviera retandome—. Charlotte, creo que te equivocas conmigo. Parece que estás segura que puedes someterme a tus cosas, te respeto, te admiro. Sin embargo, solo quiero trabajar contigo, no quiero ser tu enemigo. —¿Te estás dando cuenta en la forma en la qué
Adriano Llegó a la casa lastimado, mis piernas me tiemblan y mi abdomen duele. Abro la puerta de la casa, me derrumbé cuando entré. Una de las mujeres del servicio me ayudó a levantar, mientras llamaba a uno de mis hermanos. En mi mente solo podía pasar la imagen de la hija de pu7a esa, cada día que pasa la odio más. Donato baja las escaleras y me ayuda a levantarme. Para luego llevarme hasta el sofá y pedirle a esta mujer que llame a un médico. —¿Esto te lo hizo ella? —cuestiona furioso.—Fue uno de sus gatos, pero ella dio la orden. —Frunzo las cejas.—Debería matarla de una vez por todas, esa mujer no merece ni un solo segundo de compasión —habla, para alistar su arma—. Te dije desde un principio que tu plan no serviría para absolutamente nada, sin embargo, preferiste conformarte con tus decisiones. ¿No te estás dando cuenta que lo estás haciendo mal? —me grita. Como puedo me levanto, en estos momentos el nivel de adrenalina se ha bajado por mi cuerpo, mi cerebro simplemente s
AdrianoLos detalles fueron claros y precisos, deberíamos enviar cinco toneladas, algo muy sencillo para mí. Porque es muy poco de lo que estábamos acostumbradas a manejar. La ventaja es que tengo los contactos para poder hacer todos estos movimientos, me preparé correctamente para poder estar listo en todo lo que se refería a esto.No fue muy difícil comunicarle a mis hermanos, porque no sé como ellos nos avisaron a todos. Enzo sería el encargado de manejar todo virtualmente, esa facilidad la tiene desde pequeño.Despache a Franchesca, con la promesa que celebrariamos este triunfo, estoy más que seguro que luego de esto, tendré a Charlotte en mis manos, ella va a confiar tanto en mí, incluso más de lo que confía en ella misma.Debo admitir que Franchesca está ahí, lado del cañón. No le importó venirse conmigo desde América, con tal de cumplir su sueño de modelaje y de vez en cuando ser mi fiel amante. Luego de un par de horas mis hermanos llegaron y vamos camino al lugar que ella no
CharlotteObserve todo desde una distancia prudente, este no era nuestro pedido más grande, era incluso uno de los más pequeños. Sin embargo, no estaba dispuesta a perder una gran cantidad de dinero por culpa de unos aparecidos. Análice la tenacidad de Adriano, maneja fluidez y liderazgo, creo que me sería muy útil tenerlo trabajando conmigo. Me gusta la gente así, llena de carácter. Que no se deja apaciguar por nada.Al ver que todo había salido de maravilla, espere que ellos se fueran de la casa para poder encontrarme con Luciano, él no estaba muy cómodo con todo esto, me acercó a él y me recibió con un beso apasionado. —¿Estás segura de todo esto, preciosa? Ten presente que no quiero que te lleguen a dañar. Charlotte sabes a la perfección que no voy a tolerar que alguien se acerque a ti solo por interés —él dice, recostandome sobre la pared. Su intimidad roza con la mía, mientras él susurra en mi cuello. Cierro mis ojos sintiendo como sus manos suben por mis piernas, luego se s
CharlotteNo tengo muy claro si él tenía algo planeado, solo que siento que a mi vida le hace falta este tipo de emoción… Fuimos directo a un bar, Fabrizio se ubicó a una distancia prudente de nosotros. Llegamos a una mesa, hice una llamada para que Luciano se encargará de todo, no quería errores, ni que una decisión impulsiva de mi parte hiciera que mi vida se descontrolara y todo fuese un caos. Adriano pidió una botella de vino tinto, también pedimos algo de cenar. Me sentía un tanto incómoda, rodeada de tantas personas, comunes y que claramente no conozco. —No debes preocuparte, este es uno de mis lugares favoritos desde que llegué. Nadie te conoce, actúa como una persona cualquiera —habla tan suave que me hace pasar escalofríos. Comenzamos a comer sin cruzar muchas palabras, sin embargo, el cruce de miradas no faltó. Cabe aclarar que estoy sumamente deseosa por él, y estoy muy segura que si se llega a presentar la oportunidad no la desaprovecharé ni un solo momento.—Adriano —