CharlotteVi en sus ojos rabia, dolor y algo de confusión. Temía que este día llegara y que ella lo fuera a descubrir de esa forma. Solté a la traidora y le ordené que se sentará, mientras tanto, ella mantenía una sonrisa irónica. Creí que esa carta estaba oculta en un lugar que ni Julie podía encontrar, pero al parecer alguien la sacó de su puesto. —¿Sabías de esto? —ella muestra las cartas, solo puedo bajar la cabeza, me siento nerviosa, porque sé que eso de algún modo va a cambiar las cosas en mi negocio. —¿Saber qué? no puedes entrar a habitaciones ajenas para cuestionar cosas de ese tipo —le dije. —Y tú si puedes atacar a esta mujer. Pues no Charlotte, no voy a permitir que controles mi vida, sé que puedes saber que significa esto, así que exijo una respuesta —ella habla con notorio enfado, subiendo su tono de voz una y otra vez. Supongo que debemos decir la verdad en algún momento, respire profundamente y luego le di la mejor de mis sonrisas.—Está bien, hablaremos, pero nec
CharlotteEl viento golpeaba mi cabello, mientras mi mente solo intentaba buscar la forma de darse cuenta quien había dicho todo a ella, quien le había dado esa carta, porque estoy segura que esa persona tendrá suerte por muy poco tiempo. Mis manos rodean su cuerpo, no puedo evitar sentirme cómoda, sentirme amena a su lado. Él manejaba sin detenerse, no tenía idea hacia donde me iba a llevar este camino, sin embargo, tenía tanta seguridad y confianza hacia él, algo que era difícil que una persona despertara en mí, pero él transmitía en mi eso y mucho más, en estos momentos estoy comprobando algo, sin duda mis sentimientos hacia él van en aumento, temo lo que llegue a suceder, temo poderme enamorar y que eso sea mi perdición. Nos detuvimos bastante retirado de la ciudad, bajé y retiré mi casco, él me imitó y luego miré donde me trajo. —¿Qué es todo esto? —le dije, él pasó su mano por mi mejilla, su cálida mano me dejaba sin aliento. —Una sorpresa que te tenía ¿Te gusta? —se ubica
Me vestí con algo casual y ligero para poder hacer la entrega, me puse en contacto con Luciano, hoy teníamos que entregar dos contenedores y con eso yo moza conseguir una gran cantidad de dinero para recompensar todo lo que se perdió. Nos quedamos encontrar cerca al puerto, Angie íbamos a hacer el acoplamiento con la familia a la que le íbamos a entregar todo. No supe nada más de Adriano, su confesión claramente me dejó un poco fuera de lugar, prácticamente salir huyendo es la única solución que encontré y aunque no me representa en lo absoluto, debo decir que me sirvió para no cometer cualquier estupidez. Fabrizio me lleva hasta un lugar cercano, no quiero que se dé cuenta de la cantidad de mercancía que vamos a mover hoy. —Señora ¿Está segura que no quiere que la acompañe? —Lo estoy, la verdad quiero hacer esto sola, servirá para despejarme por favor te encargo que vigiles a mi hermana. No quiero que ella cometa cualquier idiotez con todo lo que ha pasado en la casa. También nec
Adriano Me senté a beber un poco, no pensé que el rechazo de esa mujer fuera a afectarme tanto. La verdad es que necesitaba tener el control de esto, sin embargo, ella una vez más mostró que no soltara el control. Sonrió en el interior, no puedo creer que me enamoré, que me perdí en ella. Intenté evitarlo de muchas maneras, procuré hacer todo lo contrario, hacer que ella se enamorara de mi, pero no, tuve que meter el corazón en esto, tuve que meter los malditos sentimientos en todo esto, ahora siento que la embarré en todo sentido. No me siento capacitado para llevar a cabo mi plan, sin embargo, tampoco me siento capacitado para soltarlo y que sea otro que lo lleve. —¿De nuevo bebiendo? —escucho la voz de Donato, esa voz de burla que tanto me impacienta—. Al parecer es lo único que te la pasas haciendo, porque no te veo haciendo nada productivo. —Eso no es asunto tuyo, te pido amablemente que salgas de aquí, que me dejes solo. Porque no tengo la más mínima intención de soportar
CharlotteCruzo mis piernas una vez más, era claro que no iban a sacar alguna información de mi parte, reservada una vez más al hombre que está enfrente de mí, intenta de todas las maneras posibles que le diga todo lo que sé, pero sobre todo todo lo que hago.—Habla de una vez por todas, tenemos todas las ubicaciones en donde tienes guardadas tus cosas. Te conviene, está seguro que es la única forma de tener menos años en prisión así que, habla porque te garantizo que si en verdad no lo vas a hacer, qué voy a hacer podrir en la cárcel —Él me habla con intimidación, mientras suelto una risa. Él golpea la mesa, se nota que está bastante estresado e intenta manejarlo.—No sé de que me habla y de nuevo le repito que no le diré nada —le dije, mostrando total seguridad.El hombre enfrente de mí, es uno de los encargados nuevos que llegaron a América, esos que están metidos en el cuento de poder salvar a las personas del consumo o la compra. Simplemente creen que con detener a personas como
Adriano Solo esperé que llegaran, era obvio que iban a aparecer. Afortunadamente Lía me dijo lo que le pasó a Charlotte y yo pude actuar a tiempo, ¿Cuál puede ser una prueba mejor que todo esto? es obvio que ella tiene que confiar en mí, no todos los días encuentras a un hombre que esté dispuesto a hacer de todo por ti y tus cosas. —¿Seguro que eso es suficiente? —pregunta Lia, mientras mira con los binoculares hacia la bodega. —Lo es, supongo que pensaran en venir a esta y algunas más. Pero ya con esta que es la más grande tendrán un motivo para dudar —le dije y ella sonrió con seguridad. Miro a Enzo que está terminando de colocar las cámaras, me impresiona que él no se haya negado en nada, pensé que Donato incluso alcanzó a envenenar su cabeza. —Listo, todo quedó arreglado, dos bodegas más fueron arregladas para que no encuentren nada. Nos costó tiempo, pero fue efectivo —habla él y aquella chica le dio un abrazo. Lo observé, es claro que está demasiado enamorado y le es difí
Adriano Al entrar espere que llamaran y trajeran a Charlotte, no tenía de otra más que esperar hacer que las cosas retomen su ritmo natural. Observo el lugar, definitivamente un lugar desastroso para cualquier persona, observó como ella aparece, su bello rostro está golpeado sin contar qué tiene rastros de sangre sobre su ropa. Definitivamente no sé como sentirme con eso. Me pongo de pie instintivamente, ella hace una mueca cuando me ve y simplemente continúa hasta sentarse enfrente de mí. —¿Qué haces aquí? No es muy normal esperar este tipo de visitas mientras estoy en esta situación —ella me dice, mientras pone sus manos en el cuello aparentemente está demasiado agotada. —Vine por ti y esa es la única respuesta que tengo a tu pregunta —le comenté y ella comenzó a reír sutilmente. —Por favor Adriano, creo que es suficiente con tus palabras locas y sin sentido, te recuerdo que todo esto me sucedió a mí y no me gusta involucrar a terceros. —No soy un tercero Charlotte y lo sabe
CharlotteVolví de nuevo a la celda, más molesta que antes. En especial porque ese hombre se está metiendo de más en mis asuntos. Me senté a esperar que podría pasar, si lo que él dice es verdad, lo más seguro es que salga de esta pocilga mañana mismo, de lo contrario, creo que él pagará las consecuencias por hacer ese tipo de cosas y si es verdad Lía también lo hará. Se supone que tengo personas de confianza haciendo eso, se supone que hay un protocolo, pero no. Aquí estoy dependiendo de ese hombre como si fuera lo más. —Pensábamos que no ibas a llegar —dice una mujer, giré de inmediato y la mire. —¿Qué hace acá? se supone que en esta celda estoy sola. Quiero una explicación, una razonable o si no, no pienso descansar hasta que les hagan pagar —les dije. A este punto, mi cabeza va a explotar, no tengo muy claro que se va a hacer de ahora en adelante en este lugar, al menos por parte de ellas, porque lo que es por mí, realmente pienso cambiar las leyes de aquí, las cosas se deben h