Capitulo 1

Mis senos brinca de forma rápida por el movimiento continuo de mi cuerpo. Trato de sostenerme mejor para sentirlo más, jadeos y gemidos salen de mi. Me tiene presionadas las caderas con una de sus manos y la otra la tiene enredada en mi cabello para que no me separé de él cuando me este besando. 

Este es una de las tantas maneras que tengo de quitarme la frustración, en si son muy pocas. 

Durante dos meses Mario, mi mano derecha, se ha vuelto como mi compañía, el sabe lo que yo quiero y sin complicaciones, es mejor. Una mujer como yo no requiere de compromisos, el amor no está en mi lista de opciones pues se que destruye y vaya que de muy mala manera. 

Tampoco puedo permitirme una relación con una persona que este fuera de mi mundo, sería complicado y bastante peligroso, es por eso que estoy bien así, mientras tanto tengo sexo con Mario hasta que me aburra de él. Es bueno en lo que hace porque llevamos dos meses teniendo sexo y todavía no lo he dejado, si que sabe complacerme. 

Cambiamos de posición y el se levanta para pegarme de la pared y por inercia mis piernas se enrollan en su cadera. Arremete contra mi zona más sensible con fuerza, y no puedo evitar gemir fuerte, menos mal que estoy en mi casa y nadie me puede decir nada. 

Frente a Mario parezco una pitufa, soy pequeña pero tengo la ventaja que soy la jefa… Mario es un moreno alto y algo musculoso, es sexy, sus grandes ojos grises y sus largas pestañas es una combinación perfecta, su labios están bien, pero lo mejor es lo que hace con su boca, joder es bueno y me deja fuera de si por un rato. A simple vista, se ve intimidante, es que es muy alto pero cuando lo conoces es muy amable. 

Lo conozco desde que tenía 15 años, recuerdo que el entró a trabajar para mi padre teniendo 19 años. Nos llevamos bien desde el principio y hace poco me lo folle porque me apeteció, digamos que los seduje para que cayera en mis redes.

Él decidió adentrarse a este mundo tan joven porque quiso, mientras que yo, tuve que hacerlo por obligación; aún así me adapte rápido. 

—Todavía no te vayas a venir Giss — Su voz totalmente ronca me enciende más. Entra y sale de mi rápido y es muy difícil aguantarme el orgasmo. Su lengua pasa por mi cuello y medio grito. El sudor nos cubre a los dos, aun así no me importa.

—No puedo aguantarlo más… —Gimo.

—Sólo hazlo — Y eso es como música para mis oídos. Mi orgasmo llega sin piedad, gimo fuerte y araño la espalda de Mario para poder encontrar estabilidad. Siento como el se viene conmigo, nuestras respiración es un completo caos, trató de controlarme. 

Cuando ya no estamos con las respiración hecha un caos el me baja y me sostengo de él para no caerme, siento que mis piernas son como gelatina. 

Mario recoge su ropa que está esparcida por el piso y se va al baño, busco algo para cubrirme, a los 5 minutos sale ya vestido y dispuesto a irse, ese es siempre nuestra rutina. 

Me guiña un ojo y sale de la habitación, dejándome sola. Suspiro y entro al baño para bañarme. 

[….]

—¡¿Qué demonios paso con Ethan?! ¡¿Por qué carajo no aparece?! — Camino de un lado a otro tratando de calmar mi enojó que está al tope hoy. El imbécil de mi abogado desapareció, y ahora es cuando más lo necesito. 

—No se sabe de el jefa, sólo que salió de su casa hace dos días y desde ese momento no aparece. Rastreamos su auto y apareció en estacionado en el aeropuerto — ¡Me lleva! No pudo irse sin decir nada.

—¿Crees que se fue del país? —Tomó asiento con mi mirada fija en Mario y trató de calmarme. 

—Estamos averiguando eso, dentro de dos horas me avisan. Aunque es lo más probable, lo raro es que no haya consultado nada — Si, es raro cuando el iba a viajar el me lo decía por si lo necesitaba. Ethan es de mi total confianza, conoce todos mis negocios, no se donde voy a conseguir otro como él si no aparece. 

Estoy jodida. 

Esto cada vez se está complicando más y se está yendo por el camino de derramar sangre.

—Mierda, ¿qué voy hacer ahora? — Suspiro, últimamente estoy muy agotada. La nueva demanda es grave y sin Ethan no se que va a pasar, no puedo confiar en nadie más referente a los  negocios ilegales que manejo. Él lo sabía y manejaba todo.

—Sólo hay que esperar las dos horas y después se busca una solución — Asiento, estoy bastante preocupada. 

Mi celular suena y reviso quien es para mi sorpresa es Ethan. 

—¿Dónde demonios estás? —Le grito a través de la línea y mi enojó aumenta otra vez. 

—Tuve que viajar y no regresaré en meses. 

—¡Imbécil! ¡¡No entiendes, te necesito aquí!! Te quiero aquí en la noche — Escucho voces a través de la línea pero no logró escuchar bien que dicen. 

—Perdóname, estoy metido en grandes problemas y por eso tuve que huir. Mi hermano va a ser mi reemplazo, llega esta noche y se reunirá con usted mañana. Le mandé la hoja de vida de él por correo, es el mejor. Adiós — Y me corto… maldito imbécil ¿Qué m****a le pasa? Lanzó mi celular contra la pared y se hace pedazos.

—Lo voy a matar, como pudo desaparecer ahora. 

—¿Qué le dijo? —Pregunta Mario y yo lo miro de mala manera. 

—Que no va a regresar en meses, esta metido en problemas y tuvo que desaparecer. 

—Hay algo raro, si fuera así el te hubiera dicho que estaba metido en problemas ¿No crees? — Imbécil, no puede ser… ¿es posible que me haya traicionado? 

—Necesito que me lo busquen no importa donde demonios este, pero lo quiero aquí. De está no se va a salvar. No voy a tener compasión de él. 

—Lo que usted ordene. 

—Su hermano y que va a ser su reemplazo. Si el me traicionó no puedo dejar que el hermano entre, sería peor. 

—Pero puede investigarlo, puede saber de Ethan a través de él —Es lógico. 

—Si, me mando su hoja de vida. Hay que investigarlo. El llega esta noche y a según Ethan se reunirá conmigo mañana. 

Voy a sentarme otra vez para revisar, y si está ahí. 

Abro el archivo y comienzo a leer. 

—Joder. 

—¿Qué sucede? 

—Este hombre es brillante. Escucha. Estudio en Harvard, se graduó como el mejor, sabe cinco idiomas. Trabaja en el mejor Bufet de abogados en Italia y lo mejor nunca a perdido un caso — Es un hombre bastante brillante, sigo leyendo y me encuentro con algo mejor una foto de él. Demonios es totalmente guapo. Lo quiero trabajando para mi, necesito saber que tipo de hombre es. 

—Bastante brillante. ¿Cuál es la siguiente orden? 

—Investígalo, necesito saber más de él. Que no se te pase nada por alto. 

—¿Cuál es su nombre? 

—Matthieu Evans. 

—Como ordene jefa —sale de la oficina dejándome sola.

Observó otra vez la foto y es realmente guapo, su color de ojo es café, cabello negro, la nariz perfilada, su mandíbula es cuadrada, sus labios son bastante atrayentes para hacer cosas malas y sin contar su increíble barba. 

Hace calor. 

Mantenlo profesional Gisselle. 

Mantenlo profesional. 

Paso toda la tarde trabajando, buscando una solución a mi problema, si todo explota puede que caiga en la cárcel. Y eso no es lo mejor para mi. 

Salgo de mi oficina para irme a mi casa, de verdad necesito descansar. 

[….]

Anoche logre dormir por lo menos 8 horas, ahora me siento mucho mejor y con la ducha relajante que tome me siento de maravilla. 

Me visto con un vestido negro de encaje que llega un poco más arriba de mi rodillas y unos botines negros. El negro me encanta, así que casi siempre visto de negro. 

Arreglo mi cabello en ondas y aplicó maquillaje. Después que estoy lista bajo a desayunar algo para irme a trabajar. Necesito pasar desapercibida por un buen tiempo, así que la empresa será mi trabajo viable por ahora. 

—Buenos días ¿Alguna novedad? — El asiente. 

—Señorita, los policías interceptaron el cargamento, tengo entendido que iba a mitad de camino y ya ellos estaban ahí esperando. Nuestros hombres no pudieron escapar y se enfrentaron y acabaron todos muertos. 

¡Maldita sea! 

—Esto no puede estar pasando, ¿Los policías sabrán que el cargamento le pertenece a mi cartel? —Todo se me está saliendo de las manos.

—No, recuerde que nos encargamos de no dejar rastros con eso. Para que no suceda lo de la última vez. 

—Los rusos deben de estar furiosos. 

—Si, tiene que comunicarse con ellos y explicarles lo que pasó. 

—Jodida mala suerte, a buena hora vas a venir a mi — Mario sonríe y sale del comedor. 

Cuando llego a mi empresa todos me miran y se disponen hacer su trabajo, digamos que algunos piensan que soy maléfica. Y están en lo cierto. 

Siempre ando rodeada de mis guardaespaldas, ellos son intimidante por suerte ya estoy acostumbrada, aunque estoy bien entrenada no puedo darme el lujo de andar sola, tengo muchos enemigos y en un mundo como en el que estoy metida mucho menos. 

Me dispongo a trabajar por un rato, hasta que Mario entra. 

—¿Jefa? — Lo observó para que diga hablando — El abogado está aquí ¿lo hago pasar? 

—Antes que lo hagas pasar, ¿Lo investigaste? 

—Si, está limpio. Lo único que conseguí diferente fue que Ethan y Matthieu no son hijos de la misma madre pero si del mismo padre. 

—Esta bien. Hazlo pasar —Vuelvo mi vista a los papeles que estoy revisando y una voz llama mi atención. 

—Buenos días señorita —Levanto mi vista hacia el y lo que veo me gusta. Su voz es ronca y muy varonil, el sonríe para mi y definitivamente es demasiado guapo. 

Mantenlo profesional Gisselle. Mantenlo profesional. 

—Buenos días tomé asiento —Va vestido con un traje pegado a su trabajado cuerpo color negro, en persona es mejor la vista. Es bastante alto y está para comérselo. 

El observa mi escrutinio a su cuerpo y me sonrojo, disimulo viendo a Mario y el está con una ceja enarcaja, se dio cuenta también. 

Mantenlo profesional Gisselle. 

—Mario puedes irte — El asiente no muy seguro y sale de la oficina. 

—¿Entonces necesita de mis servicios? — Lo miro otra vez y está con una sonrisa coqueta, ¿qué m****a le pasa a este hombre?

Muerdo mi labio inferior y eso atrae su atención, se remueve en su asiento. Sonrió victoriosa. 

—Si y total discreción — El asiente y se acerca a mi, nos separa la mesa, este hombre revoluciona cosas en mi con sólo hablar, parezco una adolescente. Que vergonzoso. 

—¿Qué necesita de mi preciosa? — Su voz, es totalmente increíble. 

Joder