La imagen fundió a negro. Pero en vez de abrir al principio de su visita a la mansión, aparecieron Isaac, Ricky y Ted. Estaban en el salón oriental por la noche. Isaac ocupaba el sofá bajo la ventana, los otros dos flanqueándolo en los sillones de un cuerpo. Isaac habló mirando a la cámara mientras los otros dos asentían, para mostrar que estaban de acuerdo con sus palabras.
—Ya todos deben saber que éste es el último episodio de Brandon con Cazadores. Y también es mi último episodio. Sabemos que quiere que lo vean como jamás lo vieron antes, aun si eso muestra sus aspectos negativos. Pero ninguna historia está completa a menos que escuchen lo que el resto de los involucrados tiene para decir. Por eso hacemos esto. —Se frotó la cabeza rasurada mirando a sus compañeros, que sonrieron como para animarlo a continuar—. Seguramente nos matará ape
La transmisión cortó de inmediato para mostrar el cine, donde todo el mundo se incorporó de un salto y se volvió hacia el palco para una ovación plagada de vivas y silbidos.Brandon no reaccionó, ni siquiera cuando sus amigos le palmearon los hombros, al parecer felicitándolo. A su lado, Serena pareció volver a la vida y cubrió la mano de Brandon con la suya. Él se envaró, como sobresaltado, tomó su mano y se puso de pie, dejando el palco con ella.Dejé escapar un suspiro entrecortado, apretándome los ojos. Kujo me lamió la cara, arrancándome una risita reluctante.—Lo amo tanto, mi niño —murmuré—. No sé qué haré si no me deja quedarme con él.—Brandon también ama.Mientras yo seguía tratando de controlar mi llanto, la transmisión me hizo el fa
Hablar del segundo episodio me cuesta mucho. Todavía me hace llorar cada vez que lo vuelvo a ver. Mostró cuanto ya les conté, desde el segundo día de limpiezas en adelante, pero desde su perspectiva. Y vaya que era una perspectiva diferente.A esto me refiero cuando hablo de su valor.Sí, por el efecto dramático para televisión, dirán. Por la historia de redención, dirán. Para hacer inolvidable su despedida del show, dirán. Seguro. Quizás. Pero para lograrlo, tuvo que exponer su lado oscuro hasta el más pequeño detalle. Y eso requiere valor. Mucho valor.Mostraron un breve repaso de las dos limpiezas de ese día, especialmente cómo terminábamos todos, alternando con la entrevista de Isaac, que explicaba que habían ido de mal en peor.Cortaron a pantalla negra, para que ninguna imagen distrajera a los espectadores de las siguientes p
Sentí que Kujo frotaba su cara contra la mía y me di cuenta que estaba conteniendo el aliento, temblando de pies a cabeza. Su roce cálido me hizo reaccionar.Brandon provocó a Kujo hasta que llegué al sótano, intentando quemarlo con su agua bendita. Y luego se me vino encima, desencadenando la reacción de Kujo. Después que Kujo lo atacó, hiriéndome involuntariamente, Brandon se puso de pie de un salto lanzando puñetazos al aire como un lunático. No me pisoteó por pura casualidad, porque yo estaba desmayada a sus pies. Amy corrió escaleras abajo al mismo tiempo que Isaac lograba apartarlo de mí, y lo obligó a sostener la cámara para cargarme en brazos escaleras arriba, mientras Amy mantenía a Brandon a distancia prudencial.—Kujo furioso.—Pero tenías razón —repliqué—. ¡En verdad quería hacerme daño! Y tú lo evitaste. Ya nadie se atreverá a ponerlo en duda.Mostraron a Brandon antes que los siguiera hacia la cocina. Se cubría el lado rasguñado con
Brandon cruzó el jardín al atardecer, las manos tras la espalda, mirando a su alrededor con expresión ausente mientras hablaba.—Tuve que ver ese video para recordar lo que ocurrió, y sus palabras me impactaron. Me llamaba marioneta. Sabía lo que estaba ocurriendo. En ese momento, sólo comprendí que no me permitirían acercarme a ella, sobre todo ahora que Isaac me daba la espalda. No podía creerlo. ¡Me había traicionado! ¿Cuán poderoso era este demonio, para volver en mi contra a quien fuera mi mejor amigo durante los últimos veinticinco años? Estaba atrapado, solo. Tendría que luchar por mi vida. —Miró a la cámara—. Se estarán preguntando si me quedé. La respuesta es sí, me quedé. ¿Por qué? —Soltó una risa amarga—. La verdad es que no lo sé. —Se encogió de hombros—. Estaba tan fuera de mis cabales esa noche, que puedo enumerar al menos media docena de razones por las que me quedé. Y ninguna tiene sentido.Regresaron al time lapse. Lo mostraba vigilando la cámara del s
Me arrastré fuera del saco de dormir apenas Brandon dejó el palco.—¡Gina! —llamé, saliendo a gatas de la tienda.—¿Qué ocurre, Fran?—Lo siento, Gina, pero no puedo quedarme hasta mañana por la noche —dije, enjugando mis lágrimas para hacer lugar a las que venían detrás.—Está bien, Fran. No te preocupes por nosotros.—Kujo protege —agregó él viniendo a pegarse a mi costado.—¿Están seguros?—Sí. Ve a hacer lo que debes hacer.—De acuerdo —murmuré, y regresé a la tienda para buscar mi teléfono.El próximo vuelo de Filadelfia a Los Ángeles no despegaba hasta después de las seis de la mañana. Era sólo medianoche. Mierda. No importaba. Mejor ta
Al correr hacia la escalera tuve un atisbo de la gran habitación del primer piso, que se veía como si acabara de ser golpeada por un huracán, pero no le presté atención. Corrí escaleras arriba e irrumpí en el dormitorio. Me quedé petrificada apenas crucé el umbral. Mi corazón, que latía como si estuviera a punto de estallar, quedó detenido y todo dio vueltas a mi alrededor.Brandon estaba en la cama, inconsciente, con un corte en la frente que sangraba sobre su cara y su camiseta. Cake estaba a su lado, levantando sus piernas para terminar de acostarlo.—Se tropezó en la cocina y se golpeó la cabeza con la isla —jadeó Cake, sin aliento luego de cargar el peso muerto de Brandon por las escaleras.No podía respirar. No podía pensar. No podía hablar. No podía moverme.—¡Fran! ¡Tráeme una toa
Desperté a eso de las tres. Brandon dormía tan profundamente, que pude escurrirme entre sus brazos sin que se diera cuenta. Al regresar del baño oí ruidos en la planta baja. Entonces recordé la zona de desastre que era la sala cuando llegara. Me vestí y bajé atándome el pelo.Guadalupe había llegado mientras dormíamos, y su gran sonrisa al verme me desconcertó. Ella y Cake habían intentado restaurar un poco la sala, pero la gran habitación aún se veía como si nos hubieran visitado los muchachos de La Naranja Mecánica. La cocina todavía era un caos, llena de vidrios y tazones rotos, y vino y toda clase de cosas volcadas en el suelo. Y cuando digo toda clase de cosas, me refiero a que hasta había charcos de mayonesa. Así que me puse un delantal, guantes de goma y me dispuse a limpiar la zona de desastre número dos.Guadalupe y Cake c
A la mañana siguiente nos levantamos temprano. Brandon tenía que ayunar antes de la cirugía, pero no importaba, porque estábamos tan ansiosos que no teníamos apetito. Cake llegó cuando bajábamos. Se veía descansado y diez años más joven que la noche anterior.De camino al hospital, aproveché que estaba sola en el asiento trasero del auto para escribir varios mensajes. A Amy, para que supiera que había llegado bien a Los Ángeles y todo había salido bien con Brandon. A Isaac, para que supiera que ya estaba en la ciudad, yendo al hospital con Brandon, y que le avisaría cómo había salido la cirugía apenas lo supiera. Y por último a Harry, para pedirle que le recordara a Hugo que enviara toda su luz y a todos sus ángeles para que vinieran a echarnos una mano.—¿A quién le escribes tanto? —preguntó el con