Luego con la ayuda de Maximiliano me senté nuevamente en la silla de ruedas y salimos del cuarto, y mientras íbamos poco a poco hacia la salida entran dos oficiales de la policía y comienzan a conversar con el doctor, de pronto el doctor nos señala y los oficiales caminan hacia donde estábamos nosotros y dicen:

—Buenos días disculpe ¿usted la señorita Leah Rinaldi?

Ya enseguida me comencé a sentirme muy nerviosa, sabía que venían a preguntarme sobre la muerte de Joao, así que enseguida exprese gestos de nervios el cual no pude decir ni una sola palabra y enseguida Maximiliano responde:

—Buen día oficiales mi nombre es Maximiliano mucho gusto y por favor disculpen a mi esposa, es que acaba de salir de la clínica y realmente está muy cansada pero dígame ¿que necesitan?

—Buen día señor Maximiliano, en primer lugar queremos saber ¿si ella es la señorita Leah Rinaldi?

—Si señor, soy Leah Rinaldi, dígame ¿que desea? —Dije mientras los nervios se apoderaba de mi, pero aún asi les respondí

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