Perder la voluntad nunca se sintió tan intenso. Bastian poseía la mayor parte de su descontrol unido a su voluntad y en ese instante, todo estaba direciconado a una sola persona. Un tipo como el tenía la habilidad de ser calculador, pero también de ser un sujeto que nada tenia que ver con la lógica, sino que siempre se dirigió por sus deseos. Lo que representaría un problema, pues en ese preciso segundo sus deseos los tenía cautivos Kiara. La mujer que tenía a pocos centímetros de su boca, solo un par, disminuyendo gradualmente, dándole a probar el sabor de su aliento tibio, de su rabia con el mundo, de sus ansias por ella.__ Aléjate. - pidió con la boca seca. - Este matrimonio...tú dijiste que era por...__ Escuchas lo que se te antoja, Liebe. - la yema de su dedo palpó su mejilla. - Pero no ves lo que pasa...o solo, no te atreves a aceptarlo. - sus ojos no tenían su color natural, sino un brillo que la hizo entrar en pánico, deseando salir de la jaula en la cual la puso, pero Bast
"No dejar entrar a nadie a tu subconsciente" Una regla que para Bastian fue muy difícil de cumplir al ver de reojo a la mujer que iba a su lado. Ella veía el camino, siendo lo más peligroso cuando se desconcentraba, sin saber que ella era justamente eso para quien la veía en todo momento. La zona más poblada de ese sitio fue algo nuevo para ella, pues desde que llegó vio solamente lo que le permitieron. Lo cual prácticamente se redujo a sólo la fortaleza, que aún siendo una extensión grande, no quitaba que había privado a todos de conocer lo que los rodeaba. Negocios que le pertenecían casi en su totalidad a un solo apellido. Para Kiara fue una gran sorpresa saberlo, ya que por más que supiera lo poderoso que era dicho apellido, no conocía realmente hasta donde se extendía. __ ¿Cuanto más es tuyo? Bastian miró su apellido en el logotipo que tenía una de las tiendas del costado del camino y realizó un gesto poco interesado en revelar la respuesta.__ ¿Un lugar en especial al que q
Kiara no podía creer aún lo que veía en sus manos, pero estaba muy emocionada por verlo de nuevo. Ya estaba lista para partir al lugar en donde sería el encuentro con el parlamento. Pues aun cuando era algo serio y tenía la seguridad que la querría destruir emocionalmente, también estaba feliz. Le habían dado un arma y le fascinó la idea. __ Esperan por usted, señora. - le dijo Marc cuando tocó la puerta. Kiara le dio un beso a su hija dormida y le agradeció a Evelyn estar ahí para cuidar de ella, mientras debía resolver lo que de seguro se referían con esperar. Ella era un problema para muchos, era un tropiezo para la vida de su líder y eso lo cobrarían cuando menos lo esperara, por lo que bajar a guardia era algo que no podía hacer. Su vestido se le pegó a las piernas a medida que caminó, Marc no la dejó sola por orden del Don y cuando vio a Jonas verla de frente fue aún más fuerte su protección para ella. Este dio un paso para acercarse, pero Santos salió de una de las puertas
La colisión de dos mundos causó que la realidad se viera afectada para ambos, pues aún cuando estaban al tanto de que podían derribar el mundo del otro, no se detuvieron a considerar nada. Las consecuencias de sus actos antiguos los alcanzó, los unió y les dio la llama ardiente que los llevó a ese momento. Kiara sintió el desespero de Bastian por ponerla sobre una de las mesas, tensando sus dedos sobre sus muslos, a punto de cortar el flujo de su sangre y no dejarle moverse ni un milímetro. Su boca apenas le dio tiempo para respirar, ya que este la tomó y al parecer, planes de dejarla descansar no tenía. __ Espera...- dijo con la respiración entrecortada. - Pueden ver...__ Después me encargo de ellos. - la bata la abrió de un tirón, dejando a la vista la pijama que solo causó aún más fantasías en su cabeza. Si la perversión nació en su cabeza al volver a verla, fue tenerla así, lo que la hizo crecer sin control. Se ubicó entre sus piernas y la presionó sin nada de lástima contra
Bastian tenía que salir del dormitorio al ser avisado de lo que habían encontrado. Sin embargo no pudo responder al estar con el cuerpo de Kiara bajo el suyo, siendo sostenido por uno de sus brazos, en tanto su miembro bombeó entre las paredes de la mujer que enterró la cara en la almohada para no soltar chillidos que se oyeran afuera de la habitación. Entre más se estremeció Kiara los embates nada suavizados que el Don estrelló contra su glúteos, este no dudó en acelerar el ritmo cada segundo. Arremetió cuatro embestidas y la hizo alzar mucho más el trasero en lo que clavó sus dientes en el hombro que luego acarició con los labios. Desde que despertó casi una hora antes, no pudo evitar el comienzo de una nueva tanda de posiciones en las cuales, solo pudo verla y recorrer su cuerpo con mayor libertad. Con sus labios recorrió la curva de su columna vertebral, hasta encajar una mordida en su trasero, antes de apretar sus senos y entrar de una estocada que puso a Kiara a apretar su garg
Kiara trató de no sentir lo que en su estómago se originó, pues aun cuando quiso verse muy desinteresada en todo, el saber que estaba con Amaranta le dio un golpe de realidad. Aunque no debería sentirse como tal. Sabía que ese matrimonio no era algo convencional o que debía cuidar como algo real... Eso la puso peor. Ni siquiera debía importarle, pero su estúpida cabeza era...¡era una tonta!¿Qué la llevó a creer tonterías? El Don era así. Siempre se dijo eso, no sabía ni por qué estaba sorprendida u ofendida. No tenía que sentirlo como una ofensa, después de todo, ese matrimonio era meramente por Nessi, no por ella o porque a Bastian se le diera por un segundo el romance que...¡Por Dios! ¿En qué estaba pensando? __ ¿No vendrá? - le preguntó Nessi cuando la llevó por un poco de gelatina, pues era más sus ganas de no seguir pensando que hambre. __ Tiene trabajo, cielo. Vendrá cuando pueda, podrás felicitarlo hasta entonces. - la cara de desilusión en su rostro le dio pesar, pero no p
Nerón, Drogo y Venus custodiaron durante toda la noche la cabaña en donde su amo junto a las dos personas que no le dieron mucho espacio. Los tres Doberman que este cuidó desde que pisaron territorio alemán, ahora velaron por su seguridad, hasta que Bastian despertó por la mañana con la cara de Nessi en su hombro con el cabello enmarañado y la mano bajo su cuello. Ni siquiera entendía como era que había llegado a esa situación, ni quiso averiguar, solo se movió un poco para sacarla. Kiara por su lado lo usó como su fuente de calor, dejándole entrever que no quería separarse de él, algo que sin duda le gustó. Pese a la incomodidad, no resultó ser una pesadilla dormir acompañado como creyó. Siempre pensó que eso era algo estúpido, pues su espacio no quería que tuviera intrusos, solo que ahora habían dos que no se veían con mucho ánimos por dejar de invadirlo. Ellas se despertaron minutos después, yendo los tres a la fortaleza, seguido de los animales que caminaron junto a ellos, mir
Kiara miró a su hija de inmediato. A punto de correr a ella y saltarle a la garganta a Jonas. __ No le hice nada. No seas dramática.__ Te juro que si le pusiste un dedo encima, voy a acabar contigo. - advirtió yendo con la niña que estaba profundamente dormida. __ Ni la toqué. Tu esclava lo puede confirmar. Solo la quería ver de cerca. - mencionó y Elsa asintió para afirmar. - Solo quería ver que tienes una hija hermosa, demasiado diría yo. Es de esas luces que si no se apagan, pueden cegar lo que sea. Si le dedicas un buen entretenimiento, de seguro será alguien a quien se pueda usar mucho en el futuro. __ Quiero que te vayas antes que le diga a alguien que haga algo al respecto. - amenazó. __ ¿De donde sacas que tienes más poder que yo en este sitio? - se rió. - Creo que te hace falta entender las leyes de esta tríada. Soy quien lleva la sangre de Artemio Blackwood y así le guste o no a Bastian, también tengo poder en lo que él creó. Nadie puede dañarme y si alguien lo hace, a