Existía una frase que decía: me flechó cupido y eso fue lo que creyó Nebraska al oír a Hades. Giró el rostro hacia el otro lado con un leve sonroso. Aquello la había tomado de sorpresa y con las defensas bajas.
-Nebraska- la llamó al notar su cambio de comportamiento.
-Nada- ella agitó la mano para quitarle importancia pero el sonrojo no bajaba y él lo noto, no dijo nada. Seguro que ella pensaba que el solo la aceptaría a ella, y a sus hijos también, pero que aceptara adoptarlos era una cosa totalmente diferente.
-¿Puedo hacerte yo a ti algunas preguntas?- esta vez fue el lobo el que quería hacer el interrogarorio
-Acaso no era yo la que
-Más-Fue la única palabra que Nebraska pudo escuchar por parte de Hades antes que sus labios fueran sellados nuevamente por los del lobo en un beso tan salvaje como apasionado. A pesar de lo brusco que pudiera parecer no era para nada doloroso. La lengua del mayor se encargaba de tocar los puntos específicos y enredarse en la de ella solo buscando no su satisfacción propia, sino la de su compañera.Nebraska nunca había creído la frase de aflojarse las piernas, pero ella misma la sintió en carne propia. Sin darse cuenta sus rodillas se doblaron perdiendo el equilibrio, pero sin su boca perder atención, un grueso brazo abrazo su cintura y la mantuvo contra el cuerpo más sólido y fuerte.Nebraska apretó l
Hades tenía que reconocer una cosa.Solo se había sentido tan excitado tres veces en su vida. Una era con su celo habitual, la otra, cuando tuvo a Nebraska debajo de él, cuando ella traspasó los límites de su aislamiento y tercero, ahora.Sabía que el cuerpo en sus brazos temblaba de placer, pero él no estaba mejor. Los músculos de su espalda estaban tensos, al igual que el de sus brazos. Algunas gotas de sudor llegaban hacia el borde de su pantalón, conteniéndose, porque hoy no era un día para él, aunque no podía garantizar no perder el control si su querida omega seguía violándole el cuello con sus labios.Gimió gravemente y apretó todo el sen
Siran terminaba todos los papeles de un bulto para empezar con el de las cuentas. La presión de que su alfa no estuviera en la manada le ponía mucha responsabilidad sobre sus hombros que no debía ni podía delegar a nadie.Agradecía que su esposa se estuviera encargando de las demás cosas, como la organización de los nuevos integrantes, el seguimiento de los suministros y de inventar excusas para todos aquellos que preguntaban por qué no veían a su alfa hacía días, incluso cuando su celo ya debía haber terminado. Además la pregunta de donde estaba su prometida era la más común, sobre todo por parte de sus cachorros, que no paraban de interrogar a Sara sobre el paradero de su madre.El pretexto que se habían ido con Layan para r
Siran continuó lavando el cuerpo de su esposa y compañera, esta vez desplazando sus manos por la estrecha cintura y sobre su abdomen donde se detuvo unos segundos. Sara se dio cuenta que los ojos de él se habían quedado mirando fijamente a este punto.-¿Quieres tener cachorros?- le preguntó ella casualmente.Él negó con la cabeza.-Todavía no-Sara sonrió tranquilamente sin que sus palabras le dolieran. Para ser sincera, sabía de la carga de trabajo que tenía por ser beta, y más ahora que tenía que estar velando con muchas más cosa como el hecho de acaban de reunificar las dos manadas y los cambios que vendrían c
Satisfecho, no era la palabra adecuada para describir como se sentía Hades en estos momentos. Apreciaba con una ligera sonrisa el contorneo del cuerpo de Nebraska al caminar unos pasos delante de él. Reconoció que le encantaba verla de tan buen humor ahora. Suspiró complacido y se sacudió el cabello que llevaba alborotado y ligeramente húmedo por las acciones anteriores de ambos.Se pasó la lengua por sus labios y sintió todavía el sabor de la loba sobre ellos. La idea de recorrerla completa y saborearla, ahora que ya habían entrado en más confianza, se materializaba poco a poco.La vio detenerse hasta que se ubicó a su lado y puso una mano sobre la curva de su espalda baja, un lugar que le gustaba tocar más de lo que quería reconocer
Siran y Leoxi los recibieron en la entrada. A pesar de que el rostro del beta no mostraba alteración, sus manos como puño y el ceño ligeramente fruncido le dio a entender a Hades que le daría un puñetazo en el medio de la nariz si se ponía a la distancia adecuada. Así era la confianza que se tenían.-Sara- le indicó con la cabeza a la loba y dejó que ella hiciera su magia, calmando a su esposo.-Hermano- Leoxi lo abrazó con una palmada en la espalda -Futura reina- hizo una leve inclinación de la cabeza y volvió su atención a su gemelo para gritarle-¿Se puede saber qué te pasa? Casi nos jalamos los pelos intentando contener a este beta que no se le podía hablar porque estaba tan tenso por tanto papeleo. No te vuelvas a d
Hades se esperó cualquier cosa menos aquella confesión.Rodrigo por su parte sintió como todo el peso se desvanecía de golpe, pero solo pudo ver como el alfa frente a él no se movía aunque sus ojos se habían vuelto de un plateado más intenso y frío. Sus uñas se habían tornado más largas y se enterraban con fuerza astillando la madera de los reposamanos.Tragó en seco, había confesado aquello que le ha la quitado el sueño desde que su madre había sido rescatada. Pero tal vez no había sido una buena idea. Su padre tenía razón, era mejor quedarse callado. Siempre.-¿Porque no hiciste nada?- para su sorpresa el alfa se mantuvo en la misma posició
Hades tenía que reconocer que si había algo que odiaba de su manada era aquella casi tradición infundada por la fundadora de la manada de que todas aquellas lobas que fueran a ser reinas tenían que tener una alta tolerancia al alcohol para no poner en ridículo a su alfa en alguna reunión especial. Y sus miembros se lo habían tomado muy a pecho con cada una de las pocas reinas que habían estado a lo largo de su historia.Una de las mejores había sido su madre. Su padre decía siempre molesto que podía acabar la despensa y seguir lúcida, así que siempre la tenía bajo llave aunque después de tenerlos a ellos no había consumido una gota más, al menos no ante ellos.Pero ahora, sus queridos lobos estaban sometiend