Como siempre, las fiestas de la manada de Plata eran por todo lo alto y más cuando se trataba del cumpleaños del alfa y de su gemelo, el comandante de la manada, y Hades podía sentir que cada año era mejor. Sobre todo porque su familia cada día era más grande. Tenía una hermosa esposa y cinco cachorros a los que cuidar, aunque algunos de estos crecían muy rápido.
El bullicio en el comedor era inmenso. Toda la manada estaba reunida comiendo, bebiendo y riéndose. Era una escena típica de una esperada celebración.
Y Hades estaba feliz y lo mostraba con una enorme sonrisa.
Había recibido muchos regalos. Quizás demasiado como todos los años, solo que esta vez se emocionó aún más con los de sus hijos. Rodrigo le regaló una cadena que contenía una piedra de color tan claro y traslucida que era idéntica a sus ojos, Nicol&aacu
Hades tenía que reconocer una cosa. A pesar de que amaba a toda su manada, su protegida Sara, a su hermano y a sus hijos, el regalo que realmente había estado esperando era el de su esposa Nebraska. Y por lo visto ya entendía porque no podía dárselo delante de todos.Estaba seguro que si lo hacía tendría que arrancar unas cuantas cabezas. No por ver el cuerpo desnudo de su loba, eso era normal en ellos. Sino por lo que se imaginaba que estaba sobre este.Y ya estaba salivando y dolorosamente duro cuando alzó la mano para que ella se acercara a él.Nebraska caminó hacia su esposo con paso decidió, aunque su pecho latía duramente. Su corazón casi se le quería salir porque podía enfrentarse a una manada inmensa y al peligro y no temer y estar ahora en esa situación y estar tan nerviosa.Ella misma no se comprendía, pero quería esto. N
Hades estaba agotado. Nadie le dijo que ser alfa de una manda traería además de fama entre su gente, tantos dolores de cabeza que apenas tuviera tiempo de estar con su familia. Maldecía. Quería vacaciones y eso era lo que había vuelto loco a Siran cuando le había dicho que al otro día ni contara con él.Un día siendo un lobo normal no tendría consecuencias ¿verdad?Entró por fin a su habitación bien entrada en la noche y la imagen que vio lo hizo sonreír y enternecerse.-Llegaste- Nebraska acomodó a la bebé de apenas un mes en sus brazos y que chupaba el pecho de su madre con ganas. Como si tuviera la mayor hambre del mundo.-Mucho trabajo amor, pero ya estoy de vuelta- se acercó e inclinándose dio un beso a su esposa jalando su labio inferior. Llevaba todo el día sin verla ni tocarla. Estaba ansioso por el contacto con ella.Después de inclinó y besó la cabecita oscura de su cachorrita y sonrió.-Cada día se parece más a ti--Creo que de todos mis cachorr
El día había amanecido soleado, un clima ideal para disfrutar de un chapuzón. Encabezando el grupo iba Leoxi moviendo su cola de un lado a otro en su majestuosa forma de lobo negro al igual que su hermano. Solo que este último iba atrás con Noa y Alan que le mordían las orejas intentando que este los alcanzara.-Niños- dijo con un suspiró Leoxi mirando por encima de su peludo hombro.Segundos después sintió que alguien le mordía ligeramente la cola, no de forma de hacerle daño sino como cuando un lobo quiere llamar la atención. Lo que vio le gustó. Detrás de él estaba Rodrigo con la mota negra en su boca y caminaba con la cabeza gacha.Leoxi podría sonreír sino fuera porque estaba en su forma de lobo que le sacaba bastante tamaño a Rodrigo. El lobo más joven últimamente se había unido a él en las diferentes inspecciones por la manada y su compañía era agradable. Incluso parecían hacer más química que con sus hermanos. Quizás porque ambos tenían una forma fría de pensar.
Ya estaban de regreso cuando el sol comenzaba a caer. Los seis lobos se notaban cansados pero de buena forma. Habían tomado un descanso rápido, Hades los había llevado a cazar en zonas seguras logrando que Alan cazara su primera presa y después sabían vuelto a darse un chapuzón en el estanque.En resumen estaban molidos y Hades sabía que sus cachorros irían directo a la cama después de comer. Pero todos se notaban conformes con el día familiar. Incluso Rodrigo después que Noa lo hubiera empujado junto con ellos y lo hubieran enredado entre sus garras parecía más relajado. Aunque ahora iba al lado de Leoxi.Bueno que podía hacer. El lobo parecía estar cómodo con la cercanía de su hermano. Un paso a la vez y podía afirmar que podría relacionarse con todos naturalmente otra vez.-Pa, cárgame- le pidió Alan que se tambaleaba de un lado a otro y sus ojos se cerraban. Tuvo que recostarse en uno de los árboles para no tropezar.Habían decidido ir caminando desde el estanque has
-¿Pa, ya se fueron?- fue la pregunta de un temblante Noa que se abrazaba contra su hermano Nicolás.Hades no habló, estaba mortalmente tenso. Tenía a sus cachorros detrás de él y no se arriesgaría a perder a ninguno y mucho menos que alguno resultara herid…Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando un destello blanco pasó frente a él y lo próximo que supo era que estaba enredado entre uñas y dientes con precisamente uno de los leopardos.Un gemido colectivo de exclamación se escuchó ante la pelea, una que no fue nada agradable. El leopardo podía ser más pequeño que el alfa pero lo compensaba con agilidad y violencia y estaba usando toda su fuerza para morder y desgarrar la piel de Hades.Leoxi no estaba preocupado por su hermano. Este a pesar del espectáculo solo estaba recibiendo pequeños rasguños mientras el lobo realmente mordía con fuerza al felino. Pero había más cosas en la que estar atento y eso era que sabía que había otro leopardo más y con las patas
El celo de un lobo macho no era tan fácil como la gente imaginaba y eso era algo que Hades sabía bien. Lo que más odiaba era lo mucho que dolía y lo devastado que quedaba después. Y aunque ahora era un lobo enlazado nunca le pediría a su pareja pasar su celo junto con ella. La razón muy fácil. Estaba seguro que la tomaría tan fuerte y tan profundo, la mordería tanto y devoraría a tan punto que sería ella la que no se pudiera levantar en varios días después.Y no se arriesgaría.Incluso había preparado todo para que Nebraska no se diera cuenta de que estaba a punto de pasar el celo y había ideado todo un plan fingiendo que estaría visitando a Layan o a quien fuera por tal de no hacerla pasar por un mal momento.Pero, primero. Nebraska era muy perceptiva y segundo ya se había dado cuenta de la situación debido a que él
El recuerdo que tenía Nebraska del celo de su pareja fue cuando él la atacó debido a que su hija la había llevado, antes de ser raptada por Layan. Y solo podía decir que había pasado miedo real. No el crudo como el que sufrió con Rudoc cuando la tenía cautiva, sino uno más salvaje que la desconcertaba.Y ahora estaba allí, delante de la puerta del mismo cuarto de donde lo había visto salir, preparada para ser ella la que entrara. Leoxi y Siran estaban detrás de ellas. Como machos sabían el estado en que ellos se ponían y el daño que podía ocasionarles a las hembras y más Hades que era un alfa. Razón por la que se habían negado desde el primer momento a que su reina se arriesgara de esa forma, aunque en el fondo la comprendían.-Reina, aún puede retractarse- Siran dijo. Su loba se encargaba de cuidar a los hijos de ella dado que estarían la menos cuatro días sin verlos. Si era que ella podía resistir todo ese tiempo.El celo del alfa había empezado hacía unas horas por
El cuerpo de Hades estaba caliente, tan caliente que quemaba. Su marca en el cuello igual quemaba, así como si interior que empapaba la cadera de su esposo. Nebraska sentía una sensación igual a cuando estaba a punto de entrar en celo. Acaso eso lo estaba provocando su esposo.Bajó la mirada y lo miró directo a sus ojos. Estos a pesar de no notarse enfocados la devoraban y la hacían temblar. Tenía ganas de ser tocada por él, se ser besada. Tuvo un impulso de quitar los grilletes de él y dejarlo a su libre albedrío pero recordó que tanto Siran como Leoxi fueron muy estrictos en los requisitos para dejarla estar ahí, ese era uno de ellos. No soltar a su alfa.Chasqueó la lengua. Y desde cuando ella oía órdenes, aunque tenía que reconocer una cosa, no solo era la erección de Hades la que se notaba más grande, el cuerpo del lobo se sentía más grande, sólido y salvaje. Ella estaba acostumbrada a su cuerpo y de cuanto tenía que abrir las piernas para tenerlo entre ellas pero esta ve