Alejandro cuando miro quien lo llamaba, respondió y le dijo: estoy en la terraza, si quieres puedes venir y hablemos aquí mejor.

Miguel al escuchar estas palabras de su amigo colgó y se dispuso a ir en su búsqueda, ya que él fue testigo de cómo sufrió Alejandro al no creer en su mujer la vez pasada y esta vez estaba seguro de que Kelaya no lo iba a perdonar y menos que la haya dejado sola cuando más lo necesitaba.

En el camino se encontró con Carolina que le preguntó por Alejandro y estaba a punto de decirle dónde estaba, pero luego recapacito, porque recordó lo que su esposa había dicho, así que le dijo, llámalo porque a mí no me quiso contestar la llamada a ver si tu cuenta con mejor suerte que yo y te la contesta.

Después de decir estas palabras se fue, dejando a Carolina sin saber qué hacer, ya que ella había pensado que Alejandro esperaría hasta que dieran de alta a Kelaya, pero si se había ido esto sería perfecto para ella.

Pensando de esta forma tomó las dos tazas de café y la