La llamada había terminado, me había quedado pensativa unos minutos, pero finalmente decidí acercarme cariñosa y con voz pasiva pretendía abordar el tema. , Theo seguía cortando verduras, lo miré por unos minutos mientras pensaba como reaccionaría el ante el tema, sin recordar el posible motivo por el que se había dado. Lo cierto era que no quería comenzar una discusión sin sentido. Dado que los dos éramos bastante caprichosos y actuamos de forma inmadura, se nos daba bastante mal eso de hablar y arreglar las cosas, pero necesitaba salir de duda, saber que todo estaba bien, que no hubiera un motivo adicional del que me había mencionado.Él se había girado por unos segundos, me miró y sonrió, para después volverse antes los alimentos que estaba preparando.no sé qué bastante cariñosa lo abracé por la espalda Se giró con un cuchillo en una mano y con un pedazo de brócoli en la otra se encogió de hombros y me miró con los ojos entrecerrados.—Cuando te pones cariñosa de repente me haces
—Amor estoy seguro de que ahora si logro convencerte —dijo Theo saliendo desnudo de la habitación. —¡Maldición, Tiana no me avisaste¡ — exclamó al ver a mis abuelos y a Gianni, cubrió sus partes y corrió a la habitación. Me giré para mirarlos a todos y soltamos la carcajada, no podía creer que se hubiese salido de ese modo y que se hubiese levantado más cachondo, y erecto de lo que se había acostado. Ya podía imaginar el modo en que se estaba sintiendo, el haber sido visto por mis abuelos y una vez más por Gianni.No habíamos hecho nada más que reírnos, por el inconveniente, hasta que propuse que iría a la habitación a verlo.—¡Santo Dios hija! —dijo finalmente mi abuela con una risita—. Debiste haberlo despertado, se hubiera evitado este mal rato. —Pobre muchacho, parecía que no había tenido sexo en meses —burló mi abuelo—, eso explica los gemelos —añadió sonriente. Nos miramos entre todos y reímos, el imaginar cómo se podía estar sintiendo Theo se me hacía divertido, no entendía
—¡Lo ves viejo! Que bonita forma de proponer matrimonio tiene este joven —interrumpió mi abuela—. Esto vale mas que cualquier anillo de compromiso, que emoción hija, sabía que un día encontrarías el amor, un buen hombre, estoy muy feliz por ti. Orgullosa de tus logros y de la mujer en que veo te estás convirtiendo —se acercó para acariciar mi vientre.—Gracias abuela, me alegra mucho y me reconfortan tus palabras, de verdad gracias por estar aquí conmigo, por el apoyo que me han dado siempre. Gracias a ustedes soy está mujer, y por supuesto también gracias a Theo, aunque hay una historia detrás de todo, que no es muy agradable, creo que ya aprendimos de nuestros errores y sí, sé que será maravilloso como lo dicen —le di un beso en la mejilla y mi abuelo se unió al abrazo, Theo nos miraba sonriente, los dejé a ellos, para acercarme a él. —Te amo Theo, amor gracias, es perfecto, no hay un lugar que hubiera preferido más que este, pero pude haberte ayudado con la propiedad, tengo ahorro
—Cuánta melosería por Dios, ven vieja, vamos a mirar el lugar por acá —dijo mi abuelo.Al igual que mi abuela Theo y yo sonreímos, ellos se alejaron.Theo se acercó, me había susurrado una vez más, lo que quería hacer para castigarme y me dio risa, no era la primera vez que lo sugería.Al parecer sus deseos por practicar sexo anal, aumentaban cada vez más y honestamente, me daba un poco de miedo, nunca lo había hecho y Theo no era un hombre fácil de manejar.Debía pensar bien, algunas veces solíamos hablar de ello con Gianni, y lo que ella comentaba no era que me dejara una buena impresión de esa práctica sexual; sin embargo pretendía en algún momento experimentarlo con él. Solo que no tenía claro el momento y mucho menos una fecha.Él volvió a preguntar, volví a sonreír sin darle una respuesta.—¿Acaso te da miedo? Te prometo que voy a ser muy delicado, cuidadoso, eres mi reina Tiana y así te voy a tratar.—Presiento que sí amor, que me vas a tratar como tu reina, pero no se trata de
—Que te amo, que te amo como no tienes idea y que esto es lo más hermoso que la vida me pudo dar. Tú, nuestros hijos, me haces muy feliz Tiana.Me jaló contra su pecho y me abrazó, allí me quedé tumbada unos minutos sobre su pecho escuchando su corazón latiendo, empezamos a hablar. Se sentía confortable, estaba teniendo cuidado de según él no lastimar a los bebés, por lo que después me tumbó a un lado sobaba mi vientre mientras disfrutábamos de conversaciones que iban de un tema a otro, hablando de trabajo, de la vida y de que de lo que esperábamos, sin planear nuestro futuro.Aquella mañana había sido maravillosa, pero la tarde fue espectacular, cuando no solo se unieron mi amiga y mis abuelos a la celebración, también algunos conocidos amigos suyos.Comenzaron a pasar los días, con la rutina de trabajo, con Theo sin dejar de ser detallista y consentirme, los síntomas estaban siendo llevaderos, mis abuelos me visitaban al igual que mi amiga, a quien tenía al borde de la locura, con
—Vas a perder a un buen hombre cuando nazcan las gemelas, Tiana —dijo poniéndose de pies—.¿dónde te apetece almorzar? Iremos al lugar que desees, últimamente es muy divertido verte comer, ya que no lo haces por ti sola. Te llevaré a donde tú elijas.Levantó el rostro para mirarme, le fruncí el ceño y este volvió su mirada a mi vientre, seguía acariciando, hablando, jugando con los movimientos que aún seguían haciendo las gemelas.—Llévame al lugar que desees, siempre que haya mucha comida, este será perfecto, como tú lo has dicho, ya no solo como por mí y presiento que tus hijas se van a antojar de comer mucho, que me van a hacer sentir como una morsa. Pero supongo que eso para ti no es un problema, que solo te causa gracia. Así que dudo eso de perder un buen hombre —dije bromeando, acariciando su cabello, estaba suave, sedoso, él volvió a levantar el rostro y me sonrió.Él no dijo nada, siguió acariciando mi vientre, yo me puse a observar el lugar, Gianni tenía un buen gusto por la d
—Si, si estoy bien, solo fastidiada, porque me está rascando el tobillo y ya verás, no puedo rascarme, ya sabes lo que me frustra no poder hacer cosas tan básicas como eso, pero estoy bien amor, además estaba pensando un poco en el momento en que tengamos a nuestras hijas en brazos, trataba de imaginar tu reacción, pero me supongo que tendré que esperar para verlo.—¿Me detengo para hacerlo por ti, o puedes aguantar? En cuanto al imaginarte mi reacción, quizás me vuelva loco, quizás llore, quizás grite o tal vez solo me quede contemplándolas. No lo sé, ni yo mismo sabré cómo reaccionaré en ese momento, por ahora debes de saber que no hay nada que desee más que poder conocer a nuestras hijas, que tenerlas en brazos y saber que están con nosotros, sanas y salvas, poder disfrutar de sus compañías y conocerlas finalmente. por cierto, no te frustres, pronto podrás hacer las cosas sin esfuerzo, por ahora se paciente, sabes que la recompensa será maravillosa..—Detente por favor, podría sufr
—No eres ciega, no sé ni por qué haces una pregunta tan tonta, por supuesto qué voy a ser padre. Esta vez, sí tendré ese privilegio, veo que ya encontraste otra víctima. Paula trató de disimular su amorío con el hombre que podría ser su abuelo, me limpié las manos y pedí a Theo ayudarme a poner de pies. —¿No nos presentas a tu acompañante Paula? — pregunté burlona—, ¿estás cuidando personas de la tercera edad o es un pariente?Sentí lástima por el pobre hombre a su lado, pero no iba a perder la oportunidad de hacerle ver lo que había perdido, por su ambición, por sus errores, fue evidente que mi pregunta la cabreó y aquello lo estaba disfrutando.—Yo soy su prometido —dijo el anciano con voz temblorosa.Seguramente era uno de esos hombres que no se conformaba con vivir su vida, ya con aquella edad era evidente que ella estaba con él por interés, y me preguntaba si aquel hombre podría haber caído en su trampa y creerme que era por amor, como seguramente ella le había hecho creer.—Mi