La persona que entró fue Sebastian.

Sebastian, que siempre se mostraba tranquilo, ahora tenía una expresión sombría. Era como si hubiera llevado consigo un iceberg.

El ambiente, originalmente feliz, se volvió tenso al instante. Incluso hubo algunas personas que se pusieron de pie cuando vieron a Sebastian.

Hubo un silencio absoluto en la sala.

Sabrina dijo: “Sebastián, ¿qué haces aquí?”.

Ella parecía muy feliz.

Desde que era una niña amaba la música.

Sin embargo, nadie le había dado la oportunidad de cantar antes, sobre todo desde que llegó a la casa de Lincoln. Él detuvo todo su amor por el canto y su afición por tocar el piano.

La familia Lynn tenía un piano, pero era solo por decoración.

De vez en cuando, Selene tocaba una pieza, pero para Sabrina, el sonido de su música era como romper platos en el suelo.

Como consecuencia, los grandes talentos de Sabrina fueron sepultados a la fuerza.

Hoy, cuando sus colegas le pidieron que cantaran juntos en el bar karaoke, Sabrina est