Los pocos subordinados dijeron al instante: "Jefe, la hemos visto muy bien".

El hombre se burló: “Realmente nunca esperé que una mujer que ya está tan podrida aún pudiera sernos útil. Vámonos, vámonos ya. Saben muy bien que Sebastian no puede verlos. ¡Si nos descubren, estaremos muertos!".

“Entendido, jefe. Ya estamos listos para jugar con ese polluelo”.

"¡Adelante!".

Las pocas personas escondidas en la esquina se mezclaron con la multitud en movimiento.

Por otro lado, Sabrina ya había entrado en el ascensor. No se dio cuenta de que alguien la miraba desde atrás.

Cuando salió del ascensor, Sabrina vio a tres personas allí.

"¿Qué hacen aquí?", preguntó Sabrina con una cara seria.

El Viejo Amo Shaw se burló: "Esta es la compañía de mi nieto. ¿Por qué no podemos estar aquí?".

Sabrina guardó silencio.

En realidad, ella no tenía nada que decir.

Justo cuando estaba a punto de pasar junto al Viejo Amo Shaw y los padres de Marcus para dirigirse al departamento de diseño, la puerta d