No debía ser. Sin embargo, ¿por qué Vireo sentía que parecía haber escuchado esa voz en alguna parte antes? Se suponía que era un cirujano que no debía distraerse con nada. Sin embargo, justo en ese momento cuando estaba entrando a la sala de operaciones, no pudo evitar voltear su cabeza y echar un vistazo.

Era una chica que acababa de crecer. Ella era muy fea. Tenía un rostro lleno de pecas, una nariz plana, ojos pequeños, y su nariz estaba toda roja de llorar. Parecía una muñequita que no encontraba su hogar y de repente había visto a su familia. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y estaba radiante de alegría, luego ella corrió hacia él con los brazos abiertos. ¿Por quién ella lo tomaba?

En ese momento, Vireo claramente sintió que esta chica, que acababa de entrar en la veintena, parecía haberlo tomado como su padre. ¿Padre? No, ella se estaba dirigiendo a él como su tío. Eso era cierto. Ella lo había tomado como su tío, la segunda persona a su padre.

Vireo siempre había querid