Él se sintió tan relajado en ese momento debido a lo nervioso que estaba antes. Después de acostarse en el sofá por un rato, Vireo inesperadamente tuvo un sueño. En ese sueño, se encontró con ese rostro que era exactamente como el suyo otra vez. Esa cara estaba radiante de oreja a oreja, y estaba muy satisfecho.

“¿Tu… tu nombre es Holden? ¿Eres el hermano menor de Sebastian, el director del Grupo Ford?”, preguntó Vireo.

El hombre no respondió. Solo sonrió. Vireo se repitió de nuevo. El hombre, sin embargo, flotó hacia atrás y se alejó más y más. Fue después de que la visión de Vireo se nublara y ya no pudiera ver con claridad que escuchó una voz lejana.

“Ese eres tú. Estás hablando de tí mismo. Tú eres yo, yo soy tú…”.

“No te vayas. No te vayas. Dime qué demonios está pasando. ¿Por qué está pasando? Tú…”. Esa figura ya no era más visible.

“Cuida de ellos…”. Al final, esa voz dijo eso de nuevo cuando estaba al borde de desvanecerse.

“No te vayas…”. Vireo se despertó abruptament