Ella solo podía confiar en sí misma.

Sabrina lo había pensado bien la noche anterior. Para protegerse a sí misma y al niño en su vientre, cualquiera que se acercara a ella, con la intención de hacerle daño, se encontraría con ese ladrillo.

Definitivamente había sido útil, ya que había asustado con éxito a Selene.

Sabrina tiró el ladrillo a un lado.

Ya no sería efectivo ahora que lo había revelado. De todos modos, todavía tenía otras cosas en su bolsa para protegerse.

Viendo como Selene se alejaba en la distancia, Sabrina se dirigió al sitio de construcción.

Después de todo un día de trabajo, Sabrina descubrió que no estaba tan cansada. Por el contrario, le resultaba mucho más relajante trabajar aquí que en la oficina, donde siempre tenía que estar alerta, preocupada por si la despedían.

Trabajar en el sitio de construcción era más sucio y laborioso, pero al menos no agotaba su corazón.

Además, había una gran variedad de comida en el comedor, por lo que podía llenarse de buena c