¿Dónde está Evans?, respóndeme Eduardo, a donde vas. —lo detiene Eliana cerrando la puerta. Se les niega la entrada, lo mejor ahora es que mantengas tu distancia. —respondió, apartándola de la puerta. Donde lo encontrare sino no me iré. —decía Eliana muy insistente. Cámara Central. —contestaba, saliendo del lugar. Bien, lamento reaccionar así, pero nadie me da razones, y ahora sales con ese maletín. —dijo Eliana. Se abren las compuertas, acercando sus ojos para escanearlos e identificarlos, al dar algunos pasos, se ven intervenidos. —Evans, cuando regresaste Por qué…E-Eliana. Inserta la bala, y coloca su dedo sobre el gatillo, diciendo no debiste investigar sobre ese caso, no me hiciste caso, sabías que mi deber es impedirlo. —Coloco sus dos manos sobre el arma, Eliana. Siempre hubo rumores de traidores dentro de la agencia, pero nunca se supo que tan cerca estaban. – indicó provocándola. A veces el dinero, poder y otras cosas pesan más en esta vida, por ello no deberías ser
Noah hizo un viaje durante la ausencia de Rodrigo, a la Casa Verona para reunirse por última vez con su amo, su señor Kevs. —me ha llamado para una reunión en persona, sé que para el soy innecesario, le he sido leal desde mucho tiempo atrás, sé que no puedo borrar lo que he vivido, pero no quiero perder su confianza. Noah de rodillas sobre el suelo de cemento, declinando la cabeza, estiro su mano en señal de aprobación, aun cuando el sombrero que llevaba Kevs cubría en gran parte su rostro. "Te has mantenido albergando en ti, egoísmo y ahora envidia, no puedes quedarte ni un minuto más. " Me va a cambiar por alguien más útil, verdad...Dígamelo. —expresó Noah con los ojos desorbitados al subir los párpados superiores, sin oír respuesta alguna, lo vio pasar ignorando su posición, hasta que con una voz tímida pronunció. —Lo consideró como un padre, no se vaya. —siguió sin detenerse, acrecentando su rencor. “En mi recuerdo más profundo, suelo escuchar una voz melodiosa diciéndome: si
Desde la perspectiva de Omar, las personas que ofrecieron su ayuda, no parecían mentir, tampoco tenía la intención de rechazarlos menos en la situación que se encontraba Evans, lo único era sacarlo y que no lo encontrase la policía. —¿Quiénes son ustedes? —Una conocida de tu querida amiga, me impedirás socorrer a tu compañero, al igual que ella. Una mujer que nunca antes vi en mi vida, con un aire a Clear, me dejo sorprendido, —No se a quien hace referencia, prefiero mantenerme lejos…Evans necesita de mi ayuda. —Puedo ayudarte y protegerte, contigo no existe vínculo alguno como el de mi padre con esa mujercita. Contesté al ver que no haría nada para dañarnos. —A quien te refieres, dilo claramente. —Alto ahí Lionel. Parece no importarte ser valioso para mi padre, quien no podrá ponerte un dedo encima. Menos su manada, podrá deshacerse, ahora dime tú, ¿estamos del mismo lado o no? O me juzgarás por ser su hija. —Evans se queja mucho, debo llevarlo a un hospital, no hay tiempo.
Me pregunto, ¿he resurgido?, ¿tal vez me encuentro en otro sueño? Observé hasta donde mi vista me permitió ver, sin encontrar como bajar, entonces recordé pasando mi mano sobre mi vientre, pero ya la sangre se había secado. Me cubrí con el pañuelo que antes de despertar envolvía una foto, ahora manchado de su sangre, recogí…los pedazos esparcidos sobre el piso. “Evans, lo hiciste es obvio, quieres que este sea mi futuro, no estoy decidido a rendirme, aunque sea preso de mis propias palabras, seré el único que sanará sus propias heridas y nadie jamás las recordará.” Oculto su cicatriz, una vez que retiro el pañuelo de su rostro, viendo a Noah cerca de las gradas para bajar, no entendía que sucedía. “El poseedor del segundo corazón, eso no te hace mejor que yo” El perro fiel de Rodrigo que una vez intentó aniquilarme, estaba tan tranquilo pronunciando tales palabras. —Evans…mi hermano. “Eres tan simple, no lo entiendo.” El famoso Noah decía cosas sin sentido frente a mí, —Reempl
Una semana antes. Skiller viajaba acompañado de Azul que se encontraba mal, él limpio las heridas de la mujer, aun corriendo el riesgo de descontrolarse al tener contacto con su herida. Vertió agua oxigenada sobre la herida, rompió la manga de su chompa, y extrajo con unas pinzas, la bala del cuerpo delgado de Azul. Para que se recuperase, la dejo dormir en el asiento posterior de la camioneta. —Omar…no es el mismo. Pretendió seguir durmiendo, cerrando los ojos, coloco las manos en sus oídos y fingió no escuchar nada, más una pregunta rondo en su mente, “¿crees qué puedes huir de mí?”, para disipar sus ideas, miro tanto como pudo por la ventana. —por qué motivo aceptaste tener una conexión con el lobo blanco, la marca no es reciente. Azul volteo a mirarlo de manera sorpresiva, apartando la mano de su rostro. —Parecen todos conocer bien al lobo blanco…menos yo. Skiller respondió al notar su reacción. —Crees que sería capaz de mentirte, no actuó cínicamente, deberías recordarlo ya
Habían pasado cuatro días desde que Omar por decisión propia, se encerró. Por alguna razón, creía que Omar despertaría tarde o temprano sus ansias de cazar, y elegir a su propia víctima. Cristal piensas ir a verlo, a pesar de que es posible que te desconozca. —preguntó Lionel. —Conmigo será inofensivo, créelo. Lo mejor es que duerma, si somos imprudentes podrá costarnos la vida. —añadió Lionel tocando el hombro de Cristal para detenerla. Ella giro la perilla sin importar lo que dijo. —Su revoltoso hermano ya no representa nada para Omar, yo seré su apoyo. Lionel: ¿y que harás con el Doctor Darían? Cristal: Haré que se conozcan. En ese momento Omar que se encontraba en su habitación bajo llave, sintió pesado el cuerpo, la ansiedad por escapar, abrazaba sus pensamientos a cualquier hora del día, solo pensar en ese aroma hacía que sus colmillos crecieran, cada que pasaba la lengua imaginándose, saboreando su piel, succionando su sangre. Cada mordida, lo envolvía en un éxtasis que l
Al quinto día de la semana los pensamientos de Omar, reclamaban más sangre, más emoción, pero en su subconsciente sabía que, si no lograba mantener el control de sí mismo, se perdería, y la única ayuda para recibir tenía que ser del cazador, Steven la racionalidad en medio de todo. Levanto cada caja, para abrirse un camino, y pisando las botellas rotas, sin importar el porqué, trastabillo a propósito encontrándose con la punta de la slider que sujetaba el cazador. —¿Te atreves a aparecer frente a mí? Los años pasaron, pero el seguía siendo el mismo, y sus ojos violetas lo delataban. —No tienes sangre en la cara Omar. —Sabía que podría encontrarte aquí, en este lugar Steven, por eso vine a verte. Alzo la voz con énfasis, arañando mi surtida consciencia: “Olvidaste decirme que eras ese tipo de persona que se deja arrastrar por sus pasiones y deseos innecesarios.” Bajo su slider, y medio la mano para pasar, la cual apretó con dureza. —Soy un ser superior. Al escucharme reaccion
Siendo arrastrada por Omar al parque, este soltó mi brazo bruscamente, sentí miedo, no dejaba de temblar, por más que sostenía mi brazo con mi otra mano. Cruzó la autopista deteniéndose a mitad de la pista. Un hombre joven en bicicleta paso muy cerca de Omar, y este estiro el brazo cuando estaba muy cerca, saliendo disparado por el aire, no conforme, lo arrastró del hombro todo el camino al parque, raspándole los codos, brazos, piernas, luchando por detenerse. —Míralo bien, es más divertido cuando está vivo. Mis ojos no podían creerlo, imaginar lo que podría pasar, solo negué con la cabeza, me quede en shock cuando me jalo su cabello hacia atrás, para que viese el miedo en su rostro, y seguir mordiéndole el cuello, mientras aun sujetaba de su nuca, hasta que dejo de moverse. Esto sucede cuando tengo sed, seguirás mirándome sin decir nada. No poder ayudarlo, ahora ni nunca, sus ojos húmedos por la fricción generaron ansiedad en Azul. No lo ves, acumulo demasiada energía, este cuerp