—Alejandra— escucho a Carlos llamarme.
—Aquí— digo sacando la mano al pasillo para que sepa donde estoy.
—¿Que haces?— Pregunta entrando en el cuarto.
—Ayudando a Danesa y a Thomas a que se termine de acomodar— le digo con una sonrisa.
—¿Podemos hablar en privado?— pregunta un tanto agrio para mi gusto.
—Terminen de ponerse cómodos, están en su casa— digo saliendo detrás de Carlos.
Entramos a nuestra habitación y al cerrar la puerta exploto todo lo que al parecer se estaba conteniendo.<
NarraAlejandra—Cuando mi madre quedo embarazada de mi— hace una pausa— Mi padre la abandono, él no quería tener hijos y como ella no quería abortar, se fue.Me sorprendieron mucho sus palabras, nunca pensé que le habría pasado algo como eso.Me quede en silencio y él continuo — Cuando yo nací trato de convencer a mi madre en darme en adopción para así volver a
—Estamos volando. Enserio vamos a Italia— dice Danesa viendo por la ventana del avión, emocionada.Yo solo le sonríe y me acomode más al lado de mi esposo; vamos en el avión de Carlos hacia Italia.Quiero que Danesa y Thomas conozcan un poco Italia es un hermoso país y además me agradan mucho y no quería dejarlos solos aunque en si venimos porque Carlos quiere presentarme a alguien muy importante para él y ya que veníamos a Italia se me ocurrió que Danesa y Thomas podrían venir y quedarnos unas dos semanas para que conozcan; y porque tenia mucho sin venir a Italia y necesitaba alargar los días. «Esbrom
—Carlos me duele— grité.—Alejandra estas sangrando — escucho decir a Danesa casi en un grito, bajo mi vista hasta mis piernas y confirmo lo que acaba de decir, la sangre baja a chorro por mis piernas; volví a subir la mirada hacia Carlos que parece estar en un pequeño transe.—Carlos has algo; me duele. —Grite con las pocas fuerzas que me quedaban haciéndolo reaccionar.El dolor es insoportable, no dejo de sentir la sangre bajando por mis piernas, ya no puedo sostenerme más y caigo al suelo.Señorque 
NarraAlejandraYa hace tres días me dieron alta en la clínica, mis padres, mi hermano y su esposa, Carolina estuvieron aquí, estaban todos muy preocupados, aunque les dije que no era necesario que vinieran que el bebé estaba bien.La estamos pasando genial aquí en Italia; Maximiliano y Erika son muy simpáticos, me agradan mucho.Carlos esta muy feliz aquí, por lo que veo se siente en casa; me encanta verlo feliz y sonriendo todo el tiempo. Si el me lo pide, consideraría vivir aquí.Carlos acaba de salir vinimos por vacaciones pero él dijo que
Te enamoras de las pequeñas cosas de alguien, como el sonido de su risa o la manera en que brillan sus ojos cuando habla de algo que ama.Amo escuchar a Carlos hablar a licores, cuando sonríe es como si el tiempo se detuviese, cuando me abraza por la espalda, cuando habla con Maximilian, cuando me besa, amo cada cosa de él, cada jodida estupidez que hace, cada vez que me hace enojar pero más aun cuando hace o dice algo lindo.Si les soy honesta el Carlos que esta hoy durmiendo junto a mi no es el mismo arrogante con el que choque en la puerta librería. Puedo decir que lo he llegado a conocer y a entender. Puedo decir que “
NarraDanesaAlejandra y Carolina me arreglaron fantástica, me encanta como le veo. Alejandra me presto su auto para venir a la fiesta, lo he conducido antes pero me encanto llegar en el para así no tener que llamar para que vengan por mi por si es muy tarde.Al llegar a la casa de mi amigo Darent que fue quien me invito, decenas de autos estaban estacionados a lo largo de la calle y en los patios delanteros de las casas, me estacione en un espacio que quedaba en el patio delantero de la casa de Darent, la musica esta tan alta que se escucha desde afuera.Al bajar del auto todos vieron que llegue con cervezas lo que provoco que iniciaran a gritar mi nombre, hicie
NarraAlejandra...Despierto por un intenso frío que siento, abro los ojos lentamente. Ya esta nevando, amo el invierno.Me paro en la ventana para ver la nieve caer, acariciando mi vientre.—Maxi, esta nevando bebé.Suspiro — Vivo soñando en tus ojos... Ya quiero verte crecer, quiero abrazarte en mi pecho, entregarte mi amor con todo mi ser.«Muero por tocar tu pequeñas manitos, hacerte mimos, tenerte entre mis brazos; te amo pequeño. Quien lo diría 
Dos semanas. Dos semanas son las que llevó saliendo con Darent, dos semanas en la que he disfrutado sus labios, su compañía, sus palabras.—Dany ¿Por qué sonríes tanto? ¿La señorita Alejandra ya regresa? — pregunta Thomas sentándose en mis piernas.Nicuentamehabíadadoqueestabasonriendo.—No pequeño, Alejandra llega mañana junto con el señor Carlos.—Genial.— empezó a dar saltitos por toda la estancia. No sé si es por Al