La noche oscura llegó abriendo sus puertas a una hermosa luna brillante. Elizabeth se encontraba de pies cerca de la ventana admirando aquel bello paisaje que el cielo estrellado le proporcionaba. Tenía un poco de frío ya que la ventana estaba abierta y el viento entraba azotando su piel. Y más por esa nueva pijama que Callum compró para ella, se la puso sin pensar que era más reveladora de lo que creía, pensó en quitársela porque no estaba acostumbrada a usar ese tipo de cosas, pero pensó que a Callum le gustaría ya que él mismo la escogió. Estaba a su espera, y al poco tiempo la espera culminó cuando el chirrido de la puerta la hace sonreír debido a que Callum entró a la habitación. Ella se giró hacia él con una tímida sonrisa en sus labios, él la observaba anonadado de pies a cabeza por lo bella que estaba. Una pequeña chica con una diminuta pijama de seda blanca y suave estaba parada en esa ventana sonriéndole dulcemente, el viento movía su hermoso y sedoso cabello negro dándol
La luna se oculta dándole paso al sol resplandeciente cuyos rayos entran por la ventana de la habitación de Callum, el cual está abrazando a Elizabeth por la espalda mientras ella sigue dormida. Besa su hombro suavemente para despertarla, ella se remueve en la cama frunciendo el ceño por la luz del sol. —Despierta —le dice en un susurro al oído —despierta o te despierto yo. Ella se mantiene con los ojos cerrados y sonríe cuando Callum escabulle su mano por la parte baja de su abdomen mientras le deja besos en el cuello. —Deja de hacer eso, me haces cosquillas —musita abriendo los ojos lentamente —tuviste suficiente anoche, me duele la pelvis. —No pude contenerme —le dice mordiendo el lóbulo de su oreja —además, tú también querías que siguiera de largo. —Eres un tonto —oculta su cara con la cobija —no hables de eso. —¿Te avergüenza después de haber dejado marcas de rasguños en mi espalda?. —Si no te detienes, no lo volveremos a hacer —sentencia. —No me digas eso —la abraza fue
El día transcurrió rápido, Elizabeth estuvo preparándose con las clase de etiqueta que Raúl le enseñó. El día de mañana sería el día del desfile de modas y todo tendría que ser perfecto. Sin embargo, llega una visita inesperada a la mansión. —¿Que lo trae por aquí, joven Asher? —lo recibe Raúl en el recibidor. —Vine de visita, ¿Callum se encuentra?. —No. Aún sigue en la empresa. —¿Y Olivia?. —También, joven. —Me gustaría esperarlos si no es mucha molestia. Raúl estaba dudoso si aceptarlo o no, Callum no es gustoso con la otra familia de su padre, y Asher, es su hermanastro. Sin embargo, en ese caso, Raúl no podía echarlo. —Como guste. ¿Desea tomar algo?. —No. Así estoy bien, gracias. —Entonces, con su permiso. Raúl se marcha y deja a Asher en la sala a la espera de Callum. Ambos no es que no se lleven bien, por parte de Asher estaría encantado de tener una relación mucho mejor con Callum, pero Callum no lo ve de la misma forma ya que su madre sufrió mucho por culpa de su p
***A la mañana siguiente Callum se despierta primero, se da cuenta que Elizabeth sigue durmiendo profundamente, así que cubre su cuerpo semi desnudo con la manta dejándole un beso en la frente antes de levantarse. Se da una ducha y sale de la habitación indicándole a Rosario que lleve el desayuno de Elizabeth a la cama en cuanto despierte.Mientras prepara su papeleo en el despacho para luego marcharse a la empresa, Raúl toca la puerta y Callum lo hace pasar. —Señor, he recibido la información que me pidió que investigara sobre Louise Jones—informe, entregándole unos documentos. —¿Esta información es confiable? ¿Todo lo que dice es cierto? —pregunta, ojeando cada papel. —Absolutamente confiable, eso es todo lo que encontraron. Los papeles que Raúl le entregó a Callum contiene información demasiado valiosa como para desmoronar a la familia Jones, ya que, según el informe de esos documentos, hay una gran deuda de miles de dólares a nombre de los Jones por malversación de fondos
—Nos vemos de nuevo —la recibe Elizabeth, con esa misma sonrisa radiante y calmada —¿Quiere que te brinde algo de tomar?. —No. Estoy bien así, gracias, seré breve —se sienta en frente de ella —veo que estás ansiosa. —Un poco, sí —suspira pesadamente —¿Ya te has decidido, niñera?.—Te diré todo lo que quieras —declara por fin, a lo que Elizabeth sonríe satisfecha—pero tienes que devolverme la residencia para mis hijos, tú misma lo dijiste, estoy tomando un gran riesgo. —Lo dije, y lo sostengo, no te preocupes —confirma —solo dame tiempo para hablarlo con mi prometido, él se hará cargo. —¿Él sabe la verdad sobre los Jones?. —No estaría haciendo algo como esto si no tuviera un apoyo que me respaldara. —Entonces...¿Cuándo estará la propiedad en mi poder?. —Me comunicaré contigo en cuanto la tenga en mis manos, y a cambio, sabes que debes decirme todo lo que sabes sobre los Jones. —Es un trato entonces. La mujer se va quedando de acuerdo con Elizabeth, ella por su parte queda sati
Una oleada de emociones atropelló a Elizabeth, quién reprimía sus lágrimas delante de Asher, el cual la miraba en silencio mientras que el auto estaba en marcha. —Debe haber alguna explicación —comenta Asher, saliendo del afligido silencio —Donan no es ese tipo de persona. —Lo dices para que me sienta mejor —musita en un sollozo —no es necesario que lo hagas. —Lo digo enserio —saca un pañuelo y se lo ofrece para que limpie sus lágrimas —debe haber una explicación para todo esto, es obvio que esa mujer tiene algo que ver. —¿La conoces? —recibe el pañuelo.—Me la he topado un par de veces, se siente la dueña de Donan. Por eso te digo que hables con él, quizás todo esto sea un malentendido. —¿El hecho que yo me bese contigo en estos momentos es un malentendido? Viste esas fotos, se estaban besando —replica, renovando el llanto —y no solo son las fotos, Asher, me dejó sola, ni siquiera sabes el peligro en el que estaba cuando llegaste a interrumpir la conversación de mi hermano y yo
—¿Elizabeth ya llegó? —pregunta Callum apenas pisa la mansión. —Hace un rato, señor. No se veía nada bien —responde Raúl —¿Pasó algo en el evento?. —Después te cuento, necesito hablar con ella —finaliza subiendo a zancadas las escaleras. Al entrar a la habitación encuentra a Elizabeth en la cama tapada con la manta, no sabía si estaba dormida o despierta, pero lo que si sabía era que necesitaban hablar. —Elizabeth —le habla, cerrando la puerta detrás de él —necesitamos, hablar, Elizabeth. Ella no responde al llamado, así que él se acerca a la cama, le toca el hombro para que reaccione, pero ella se mantiene quieta. —Elizabeth —la llama de nuevo —por favor, necesitamos hablar de lo que pasó. —Déjame en paz, Callum —responde por fin, sin darle la cara. La respuesta tan seca y tan fría que ella le dio lo dejó totalmente atónito, desde que la tiene en la mansión nunca le habló de esa manera tan indiferente. —No seas así, Elizabeth —continúa, sintiéndose herido —hay una explicació
**En la mansión Jones **—¡Maldita zorra! —bocifera Lorna entrando a su habitación tirando su bolso con enojo en la cama —¿¡Quién se creer que es perra!? ¡Es una cualquiera!. —¿Podrías calmarte? Vas a llamar la atención de papá y mamá —entra louise más atrás cerrando la puerta —no vale la pena, ya todo está arruinado. —¡Si todo está arruinado es por esa zorra de la tal Gema o yema como se llame esa maldita! —exclama furiosa, propinándole un golpe a la cómoda —¿¡Como se atreve a besarlo!? ¡Incluso hizo públicas esas fotos!. —¿Y eso no es bueno? Tal vez ya no haya boda entre Callum y Elizabeth —comenta su hermano Louise tomando asiento en la cama. —¿Bueno? ¡Qué tiene de bueno eso! —se gira hacia él —¡Ella arruinó nuestro plan! ¡Si no fuera por esa mujer hubiera logrado mi cometido!. —Tal vez sea verdad lo que dicen los rumores sobre ellos dos...—¡La odio! —se gira nuevamente a la cómoda mirando si reflejo en el espejo —esa maldita zorra me las va a pagar, te lo juro. ¿Se cree la