Una vez que Matías se fue de la habitación tomé la maleta que me habían traído y la llevé directamente al clóset, comenzó a organizar la poca ropa que tenía al menos la que yo había traído conmigo porque el resto ya estaba en su lugar.

Me quité la ropa y me dirigí al cuarto de baño, tenía que admitir que aquel era grande elegante y muy hermoso, había una ducha grande y una bañera, pude ver encima de ella que había sales.

Se me antojaba un baño como ese.

Puse la bañera a llenar mientras que comenzaba a quitarme lentamente la ropa, el abdomen ya no me dolían lo absoluto y ya hace un día me habían quitado los puntos aparentemente estaba muy bien pero Matías quería que siguiera guardando reposo, para evitar cualquier situación.

Una vez que vi que la bañera estaba llena cerré la llave nuevamente, tomé sales y La eché en aquella bañera toqué el agua estaba tibia justo como me apetecía.

Primero metí la pierna derecha y luego la otra poco a poco me fui metiendo aquella bañera, me recosté a el