Saco mis maletas de la habitación de Vladimir y las bajo con algo de dificultad. Ayer compre un boleto de avión de regreso a Nueva York.Vladimir se había ido hace una semana dejándome sola con su padre y Zaria¡Por una maldita semana!Al menos di gracias a Dios cuando al día siguiente de la partida de Vladimir, Igor también partió a Londres con la buena de Kate. Pero no sin antes darme por última vez una mirada burlona.Hacia dos días no tenía noticias de Vladimir. Él sabía perfectamente que tenía que regresar al trabajo ¿le importa? Claro que no.Menos mal que solo se iba por un par de días —Maldito mentiroso—murmuro a nadie en particular mientras bajo mis maletas. Llego al final y avanzo hasta el salón donde Zaria junto a Ivan me esperan.Es increíble como en una semana mi relación con Ivan había pasado de hostil a cortes. Aún tiene sus reservas conmigo, pero al menos ya no me insulta cada que puede y ambos la pasamos bien en el invernadero—¿Estas segura de que tienes que irte? —
—¿¡Que mierda le paso a tu cabello!? —chilla Jenna. Estoy sentada en la silla de maquillaje para la sesión.Jenna es una de las tantas estilistas que nos apoyan en las sesiones. A través del espejo miro a Lorena que está sentada a mi lado mientras Greg, otro estilista la peina.Esta me mira con los ojos abiertos.—Tuve un accidente—le informo—Alégrate que solo sea eso. Casi muero—dramatizo ante la divertida mirada de mi amiga que sabe que exagero.Jenna murmura algo y comienza a peinarme o mejor dicho, tirarme del cabello.Cierro los ojos y me concentro en alejar el dolor que me causan sus tirones. Me levante a las cinco de la mañana porque debía estar en maquillaje y peinado a las seis. Anoche después de matarme en el Gim subí a casa, me duché y comí un poco de lo Laura me había dejado en el horno. Después de eso me dormí, durante ese tiempo tenia las ganas de mirar los mensajes que había en mi móvil, pero no lo hice.De hecho, aún no los había mirado. No necesitaba la mierda que pas
—Rachel—Jeremy llama mi atención—de rodillas en la cama por favor—dice mientras acomoda la cámara. Me subo y sigo las instrucciones.Estas en el trabajo Rachel me reprendo mentalmente.ConcéntrateRespiro y me concentro solo en la cámara. Alejo todos mis pensamientos y hago mi trabajo.—Estamos listo por ahora—me saca de mi trance Jeremy antes de alejarse.Me bajo de la cama y me cubro con la bata negra que me ofrece Darío—Ve a prepararte con el siguiente cambio y corregimos el maquillaje—Asiento, me arreglo bien la bata y camino hasta donde esta Vladimir.¿Por qué pienso que así se debió sentir Ana Bolena cuando fue ejecutada por orden de su esposo?—¿Qué haces aquí? —pregunto a Vladimir cuando llego hasta él.Lleva su habitual traje, pero este no lleva puesta la corbata y tiene unas ojeras impresionantes.Si no me hubiera dejado tirada en Rusia podría sentir lastima por él, pero no quiero sentir simpatía en este momento—¿Tu qué crees que hago aquí? busco a mi errante esposa—dice e
Rápidamente llegamos al edificio. Vladimir entra en el estacionamiento subterráneo y bajamos. Camina a grandes zancadas, pero mis pies doloridos no dan para ir a su ritmo.Parece como si no existiera, eso fortalece mi rabia, entro en el elevador y me recuesto en el fondo del mismo, mi cabeza está empezando a doler. Solo quiero comer y dormir.Cuando entramos, esta tira la puerta con todas sus fuerzas haciendo que mis oídos piten. Sin ánimo de discutir camino hasta las escaleras—¿A donde crees que vas? —la voz de Vladimir llena el silencio y respiro antes de darme la vuelta y enfrentarlo—Vladimir. Estoy cansada, cabreada y a punto de que me estállela cabeza. No quiero hablar esta noche—Me dejaste como un imbécil delante de mi padre—dice sin escuchar lo que le digo —te llame millones de veces y no devolviste mis llamadas—su rostro se vuelve rojo —Llego a casa y no te encuentro—Sabías que iba a trabajar—le digo con voz plana y eso lo molesta más—Para terminar, te encuentro semidesnu
VLADIMIR—¿Cómo que no podremos cumplir con la fecha? —digo mirando mal a mi supervisor y amigo Víctor. Hace unas horas había llegado a Shanghái dejando a Rachel con mi padre y eso me molestaba.—El problema con el eje de propulsión está tardando en solucionarse. Tenemos que terminar de ensamblar y luego entra en juego la pintura y organizar por dentro tal cual sus especificaciones.No era solo construir el barco crucero, debíamos dejarlo listo para que su gente encargada de él diseño se hiciera cargo—Contrata más personas—ordeno cabreado. Caminamos entre los trabajadores y las maquinas— Debemos cumplir. Petrov Enterprise nunca se ha atrasado ni lo va ser.P—Ya contraté a más personal —dice este. A mi espalda oigo a Andrea resoplar y sé que le molesta este lugar. Cuando comenzó a trabajar conmigo creyó que yo siempre estaba detrás de un escritorio en una elegante oficina, pero este es mi verdadero ambiente.Donde de hace la magia —Ve al hotel y has los arreglos para una reunión con
Lo realmente jodido no es que tu esposa no te devuelva las llamadas, ni siquiera que eso sea un mensaje con todas sus letras de Vete. A. La. Mierda. Eso no es realmente jodido a estas alturas. Eso quedo en segundo plano cuando veo a mi esposa recostada en una maldita cama llevando una muy provocativa ropa interior, mientras un cabrón le toma fotos y le dice como quiere las fotografías.Cuando conocí a Rachel no me importo que fuera modelo ¿sería porque nunca había estado en un set? Tampoco había visto como uno de los tipos de iluminación se le iban los ojos con mi mujer. No, esto sencillamente es una mierda que no creo poder tolerar. Si bien mi matrimonio es una farsa ningún hombre quiere que vean a la mujer con la que vive en esa situación.Había llegado a la empresa de los Williams y me había encontrado con Marcos en la entrada y me trajo hasta aquí. El ser un contacto para su distribución y publicidad en el continente asiático me daba algunas concesiones.Me remuevo en la silla do
VLADIMIR—Buenos días—digo cuando entro al comedor y me encuentro a Rachel sentada en el taburete de la isla con un gran plato de fruta y panqueques mientras Laura le sirve una taza de café, mi Slátkaya no le teme a la comida pienso divertidoNo sabía cuan quemado estaba hasta que desperté esta mañana solo en la cama y me di cuenta que dormir toda la noche de un tirón.—Buenos días señor—responde con una sonrisa Laura mientras pone una taza de café enfrente de mi—Buenos días—dice finalmente Rachel con una sonrisa indecisa después de comer un trozo de Panqueque.Sé que solo quiere saber mi estado de ánimo esta mañana así que frente la atenta mirada de Laura me inclino y dejo un beso en sus labios que saben a miel haciendo su sonrisa grande—¿Dormiste bien Krasota ? —pregunto y esta asiente, pero me mira interrogante. La ignoro porque sé que quiere saber cómo la llame—Mucho—responde vacilante. Tomo asiento a su lado y Laura sirve amablemente mi desayuno—¿Qué planes tienes para hoy? —
Dejo a Rachel en su trabajo antes de que Henri me lleve a mis oficinas provisionales en la ciudad. Estas se encontraban a unas pocas cuadras del trabajo de Rachel. Tengo dos plantas propias en un edificio financiero, pero hasta ahora solo tengo uno funcionando.—Nunca es malo tener diferentes opciones—me digo mientras llego a mi oficina.Como es costumbre las personas ya están en sus puestos. Andrea al verme se pone de pie y asiente mientras paso a su lado.—Dime que Víctor tiene buenas noticias—digo tomando asiento y mirándola.La veo ajuntar la parte de debajo de su vestido azul que es más corto que el que llevaba Rachel. La diferencia es que el vestido de Andrea me parece vulgar en comparación con la sofisticación nata que posee mi Slátkaya ¿en que estaba pensando cuando me acosté con esta mujer?Definitivamente no pensaba en ese momento—Me dijo que lo llamaras apenas llegaras—comenta tomando asiento en la silla frente a mi escritorio—También recibí una notificación recordando que