—Ya tengo lista la habitación—escucho la voz de Zaria, pero el dolor de cabeza no me deja abrir los ojos. Vladimir me lleva en brazos por la casa hasta nuestra habitación.Este gruñe una respuesta que no logro entender. Estamos llegando del hospital donde me atendieron. Ahora habíamos regresado a casa después de pasar la noche en observación. luego de mi caída, no supe que paso hasta que desperté en la cama del hospital, junto a mí un Vladimir asustado por mi inconciencia.Después de todo lo ocurrido solo quería estar sola, pero mi supuesto esposo tenía otras ideas en mente, no se despegó de mi lado durante toda noche y parte de la mañana en la que estuve ingresada. Según sus palabras, él me había encontrado inconsciente en el baño, yo solo recuerdo la caída y el fuerte golpe que me di.Llegamos a la habitación y Vladimir me deja cuidadosamente en la cama—¿Estás bien? —me pregunta por millonésima vez. Asiento sin abrir los ojos—Necesitas los analgésicos para el dolor— habla mientras
—¡No voy a bajar así!—digo exasperada al día siguiente mientras me miro al espejo del baño—estoy calva y fea—digo gimoteando frustrada saliendo de la habitación.Vladimir me mira con un atisbo de sonrisa en su rostro. Desde ayer se ha portado muy atento a mis necesidades y ahora me pide que baje a tomar algo con su tío y su esposa que están en casa desde ayer—No estas calva y estas muy lejos de estar fea—alega poniéndose de pie—Solo te quitaron algo de cabello para poder tomar los puntos—Tres puntos Vladimir ¡Ahora parezco Frankenstein!—Estoy haciendo un drama, pero es que no me siento bonita en ese momento—Tamia y George me van a matar cuando vean el desastre que estoy hecha—Tuviste un accidente y no pareces Frankenstein—protesta—De hecho, ni queriendo te verías fea Slátkaya—se acerca y toma mi cabello entre sus dedos y lo acaricia—Siempre me ha gustado tu cabello— ¿Solo eso? Pienso.Al menos le gusta algo de nosotras. Me reprende la conciencia ¡Cállate perra!—Hace días no me b
Miro a Vladimir mientras espero alguna reacción después de haberle contado de mi conversación con Igor. Esta en silencio y mira por la ventana de la habitación mientras la luz de la mañana se filtra por ella.Ayer cuando nos retiramos no pude contarle porque tenía algunas cosas pendiente de trabajo y no me di cuenta cuando regreso a la cama.—Al parecer no contábamos con que no se tragaría el cuento—dice pensativo rompiendo el silencio.Asiento, aunque no me ve—Bueno—continúa volteando para verme—Vamos a demostrarle que está equivocado y que somos un matrimonio como cualquier otro —dice—Ya sabes que cuentas conmigo— digo caminando hasta la cama y tomar el abrigo de interior acolchado gris, unos guantes y un lindo gorro de invierno del mismo color que mi abrigo—¿A dónde vas? —pregunta interesado. Me pongo el abrigo y los guantes—Voy con Zaria al mercado—digo emocionada y el me da una mirada aún más extrañada—Vladimir—digo acomodando en lindo gorro en mi cabeza teniendo cuidado con
Llegamos a la cocina después de cambiarnos el Calzado y me voy arriba a guardar lo que compre en el mercado. Entro a la habitación y la encuentro vacía. Me quito el abrigo, los guantes y el gorro.Dejo en mi maleta las dos bolsitas de terciopelo y la tercera la abro y me coloco la delicada y bonita pulsera antes de bajar a buscar a Vladimir. Por la hora debe estar en la biblioteca ya que hoy había decidió trabajar desde casa, toco la puerta y entro.Este levanta la vista frunciendo el ceño, pero desaparece cuando me ve. Eso me da la señal de que soy bien recibida—Hola—Saludo. Sin perder mi sonrisa voy hasta su silla y me siento en sus piernas. No me pasa desapercibida la sorpresa en sus ojos, pero en vez de decirme algo pasa sus manos por mi espalda y las deja descansar en mi trasero—¿Te divertiste? —pregunta interesado—Mucho—digo—Vi y aprendí cosas muy interesantes—respondo entusiasmada. Levanto mi muñeca para que vea lo que compre— ¿Te gusta? —digo mirando a pulsera con entusiasm
Saco mis maletas de la habitación de Vladimir y las bajo con algo de dificultad. Ayer compre un boleto de avión de regreso a Nueva York.Vladimir se había ido hace una semana dejándome sola con su padre y Zaria¡Por una maldita semana!Al menos di gracias a Dios cuando al día siguiente de la partida de Vladimir, Igor también partió a Londres con la buena de Kate. Pero no sin antes darme por última vez una mirada burlona.Hacia dos días no tenía noticias de Vladimir. Él sabía perfectamente que tenía que regresar al trabajo ¿le importa? Claro que no.Menos mal que solo se iba por un par de días —Maldito mentiroso—murmuro a nadie en particular mientras bajo mis maletas. Llego al final y avanzo hasta el salón donde Zaria junto a Ivan me esperan.Es increíble como en una semana mi relación con Ivan había pasado de hostil a cortes. Aún tiene sus reservas conmigo, pero al menos ya no me insulta cada que puede y ambos la pasamos bien en el invernadero—¿Estas segura de que tienes que irte? —
—¿¡Que mierda le paso a tu cabello!? —chilla Jenna. Estoy sentada en la silla de maquillaje para la sesión.Jenna es una de las tantas estilistas que nos apoyan en las sesiones. A través del espejo miro a Lorena que está sentada a mi lado mientras Greg, otro estilista la peina.Esta me mira con los ojos abiertos.—Tuve un accidente—le informo—Alégrate que solo sea eso. Casi muero—dramatizo ante la divertida mirada de mi amiga que sabe que exagero.Jenna murmura algo y comienza a peinarme o mejor dicho, tirarme del cabello.Cierro los ojos y me concentro en alejar el dolor que me causan sus tirones. Me levante a las cinco de la mañana porque debía estar en maquillaje y peinado a las seis. Anoche después de matarme en el Gim subí a casa, me duché y comí un poco de lo Laura me había dejado en el horno. Después de eso me dormí, durante ese tiempo tenia las ganas de mirar los mensajes que había en mi móvil, pero no lo hice.De hecho, aún no los había mirado. No necesitaba la mierda que pas
—Rachel—Jeremy llama mi atención—de rodillas en la cama por favor—dice mientras acomoda la cámara. Me subo y sigo las instrucciones.Estas en el trabajo Rachel me reprendo mentalmente.ConcéntrateRespiro y me concentro solo en la cámara. Alejo todos mis pensamientos y hago mi trabajo.—Estamos listo por ahora—me saca de mi trance Jeremy antes de alejarse.Me bajo de la cama y me cubro con la bata negra que me ofrece Darío—Ve a prepararte con el siguiente cambio y corregimos el maquillaje—Asiento, me arreglo bien la bata y camino hasta donde esta Vladimir.¿Por qué pienso que así se debió sentir Ana Bolena cuando fue ejecutada por orden de su esposo?—¿Qué haces aquí? —pregunto a Vladimir cuando llego hasta él.Lleva su habitual traje, pero este no lleva puesta la corbata y tiene unas ojeras impresionantes.Si no me hubiera dejado tirada en Rusia podría sentir lastima por él, pero no quiero sentir simpatía en este momento—¿Tu qué crees que hago aquí? busco a mi errante esposa—dice e
Rápidamente llegamos al edificio. Vladimir entra en el estacionamiento subterráneo y bajamos. Camina a grandes zancadas, pero mis pies doloridos no dan para ir a su ritmo.Parece como si no existiera, eso fortalece mi rabia, entro en el elevador y me recuesto en el fondo del mismo, mi cabeza está empezando a doler. Solo quiero comer y dormir.Cuando entramos, esta tira la puerta con todas sus fuerzas haciendo que mis oídos piten. Sin ánimo de discutir camino hasta las escaleras—¿A donde crees que vas? —la voz de Vladimir llena el silencio y respiro antes de darme la vuelta y enfrentarlo—Vladimir. Estoy cansada, cabreada y a punto de que me estállela cabeza. No quiero hablar esta noche—Me dejaste como un imbécil delante de mi padre—dice sin escuchar lo que le digo —te llame millones de veces y no devolviste mis llamadas—su rostro se vuelve rojo —Llego a casa y no te encuentro—Sabías que iba a trabajar—le digo con voz plana y eso lo molesta más—Para terminar, te encuentro semidesnu