Sentada en el piso de la habitación frente una de mis maletas, estoy ordenando parte de mis pertenencias para nuestro próximo viaje a cada de mis padres.Esta mañana. Cuando desperté, estaba sola en la cama, al parecer Damián tenía trabajo que hacer. Bueno, eso fue lo que me informo Celeste cuando le pregunte por su paradero. Debo admitir que dormí a pierna suelta junto a él.Mi mañana había sido tranquila. Hice ejercicio, hable con Keyla un poco y mi madre me llamo para preguntarme como se llevaba Damián con la comida sureña. No supe decirle a ciencia cierta que tanto conocía la comida. Así que, solamente le contesté de manera escueta que él estará encantando de probar su deliciosa comida.También había escogido el atuendo para la fiesta de blanco a la que asistiéremos esta noche. No estoy segura de ir, pero se vería muy extraño que Damián asistirá únicamente y dejara a su recién esposa en casa. Sobre todo, porque Bella asistirá.No quiero ni pensar en las revelaciones de la prensa.
Luego de casi cuatro horas de vuelo, un par en la carretera y, pasar por Hodgenville. Puedo ver el camino de tierra que va hasta la granja de mis padres. Me sé el camino a ojos cerrados y, aunque Damián no estaba de acuerdo me hiciera con el volante, nos he traído todo el camino. Los árboles a los lados del camino me traen los mejores recuerdos de mi infancia.Cuando llegamos al pueblo, Damián no podía creer lo pintoresco y pequeño que era el lugar. Estaba impresionado de ver que todo estaba en la misma calle. (comisaria, taller mecánico, restaurante, bar, salón de belleza y los bomberos) Obviamente, al ver el auto desconocido, las personas saben que hay un extraño merodeando los predios. Sin embargo, supongo que al verme tomar el viejo camino de tierra sabrán que soy yo.La hija prodiga que vuelve a casa.—¿Imagino que conoces estos caminos como la palma de tu mano? — inquiere, Damián sentado en el lado del pasajero mirando el paisaje— Imaginas bien— respondo— Por ese desvió se enc
POV DAMIÁN.Quien diría que estaría en medio de un pueblo en Kentucky, compartiendo la mesa mis suegros.En la mesa de gran tamaño hay diferentes platillos y puedo suponer que la madre de Cara paso toda la mañana ocupada.Sin embargo, lo que me sorprende en realidad es la frialdad y severidad que he visto en el corto tiempo que he estado aquí.Es una mujer hermosa, bien conservada y tiene la mirada más penetrante que he visto antes. En cambio, el padre de Cara es un personaje.El hombre ya me ha amenazado con cortarme las bolas. Pero, creo que puedo sobrevivir.— Sirve algo de comer a Damián, Cara— demanda Linda. Cara, está tensa.Asiente en silencio y sirve lo que al parecer es una sopa.— Es Burgoo — continúa Linda.No tengo ni la mínima idea que coño es burgoo.— Gracias— murmuro a Cara cuando deja el cuenco a frente a mí.— Siento que mi hija no sepa prepararte algo— suspira— Intente enseñarle todo lo referente a un hogar, pero fracase.— Linda— Robert la mira con censura— Cara,
— ¿Te parece si camino de esta manera? — Damián pregunta tomándome el pelo una hora más tarde mientras bajamos de auto afuera del bar local.Damián avanza hasta mí, vistiendo vaqueros desgastados, camiseta roja, botas de combate. Y parece un pavo real— Te ves ridículo— me rio entre dientes.Llega hasta mí y me mira desde su altura— No eres divertida.— Deja de hacer el tonto— digo un ligero golpe en su bíceps.Alrededor, parece que ha sucedido algo, porque puedo sentir los ojos de todos sobre nosotros. Miro hasta el restaurante de Dolly y veo claramente a las personas aglomeradas mirando a través del ventanal, lo mismo ocurre en el salón de belleza e de manera increíble es el mismo escenario en la comisaria.¿De verdad? El sargento Bunter y el oficial no ha perdido sus costumbres.— ¡Cara! — maldigo cuando escucho la voz de Dolores, la amiga de mi madre desde la escuela. Es baja y tiene algo de sobrepeso. Viste un conjunto de pantalones rosa y camisa blanca.— Hola— la saludo cuand
Miro con diversión a Damián mientras estamos en la pista de baile a un lado del bar. Peter tiene un buen espacio. Hace un tiempo había derribado la pared del viejo depósito.Ahora es una decente pista de baile.— ¿Listo? —le pregunto a Damián mientras nos miramos en la pista.Hemos bebido unas cuantas cervezas y estamos conscientes que esta clase no pasara desapercibida.— Soy bueno bailando— se defiende.— Está bien. Comencemos.— ¡Venga Anderson! — grita uno de los presentes.Son un grupo de hombres que han terminado su jornada laboral y ahora toman algo.— Este es el paso más básico, el que primero debes aprender— empiezo— Paso a la derecha, a la izquierda con el pie derecho— hago los movimientos. Él me observa atentamente— ahora, cruce del pie izquierdo, el derecho por detrás del izquierdo, y repites—le indico.— Parece fácil.Me rio ante su cara de desconcierto.— Me alegra que te parezca fácil— comento— Luego se repite el primer paso y por último, se pica con el izquierdo al lad
— Me estoy muriendo— murmuro acostada sobre mi espalda la mañana siguiente.Siento mi Cabeza a punto de explotar, la boca seca y el estómago revuelto.— Necesitas un Advil — murmura a mi lado Damián.Volteo a verle y se ve como si nada.No es justo.— Quita esa sonrisa burlona de tu cara— gruño ganándome una risa baja de su parte.— Venga. Levántate— dice sentándose en la cama.Solo viste un pantalón de pijama.— ¿Tú me metiste a la cama? — inquiero cuando me siento y veo que nada más llevo una de sus camisetas.— Si— responde con simpleza poniéndose de pie y perdiéndose en el baño de mi habitación— Levántate Cara— dice desde el interior.En vez de hacerle caso me echo de nuevo y cierro los ojos y duermo otro poco más hasta que pequeñas gotas caen en mi rostro.—¿Qué…?Abro los ojos para encontrar Damián inclinado sobre mí vistiendo una minúscula toalla y el goteo proviene de su cabello que está más largo.Sus ojos azules me devoran con la mirada.— Tienes que levantarte o tendrás pro
El huerto, como le llama papá es una gran extensión de tierra donde él cultiva verduras como brócoli, zanahoria, col rizada, espinacas, lechuga, patatas irlandesas y otra cantidad significativa de verduras y frutas.Es el corazón de la granja.— Esto es más grande de lo que pensé— comenta a mi lado Damián cuando estamos en medio del maíz.— Papá vende casi todo en el mercado del pueblo. También elabora mantequilla, vende leche y huevos.— Es un trabajo pesado— comenta.Asiento dándole la razón.Mis padres siempre han trabajado duro y no le temen al campo.— Le he dicho que debería retirarse, pero está reacio—comento— En lo que cedió hace tres años, fue en tener más ayuda para las tareas diarias de la granja y la recolección. De hecho, hay varios empleados para esto, los cuales deben estar por llegar—lo miro con diversión— pero, él se encarga personalmente de ordeñar a Donna y Lucy.— No me lo recuerdes— dice frunciendo el ceño— ¿Tienen nombres? —me mira sin creerlo.Me rio al ver su c
Estaciono la camioneta afuera de la casa.Miro a Damián y mi padre sentado en el porche tomando una cerveza.Parecen agotados.Bajo de la camioneta, tomo las cosas y mamá me sigue de cerca— ¿Qué tal les fue? — Damián empina su bebida en respuesta haciéndonos reír a ambas.— Lo hizo bien —responde papá—Solo, le falta algo de práctica.Subo los escalones y dejo un beso en sus labios.— Pobrecito.— Solo mátenme—dice imitando mis palabras esta mañana cuando me desperté.— Voy a dejar esto y te llevaré a dar un paseo— le digo guiñándole.Entro a la casa y coloco las flores en la cocina.— Mamá, ¿Te importa si llevo a Damián al río? — ella deja su bolso en la encimera.— No tengo problema— dice— Tu tía debe estar por llegar y la verdad, no hay mucho que puedas hacer en la cocina.— Lo sé— suspiro— Pero, hago una sopa instantánea que te mueres—le digo.Me fulmina con la mirada como si hubiera dicho que el pollo de los Ángeles es mejor que el de Kentucky — Fuera de mi cocina—dice señaland